El punto de inflexión que supuso la llegada de Diego Pablo Simeone al Atlético de Madrid, en noviembre de 2011, es indudable. Un salto de calidad con resultados tangibles, como los que se lucen en las vitrinas del club rojiblanco desde la llegada del argentino, y otros no tanto, pero no por ello menos evidentes, como lo es volver a situar al Atlético en el grupo más selecto de los mejores clubes del continente.

Lograr romper el bipartidismo que formaban Real Madrid y Barcelona en nuestro país es otro de los méritos del “Cholo” con el Atlético. Hace escasos años era habitual que madridistas y culés pugnaran por un título de Liga con el que el resto de equipos de Liga no podían ni siquiera permitirse el lujo de soñar. Entrar en competición europea era la aspiración máxima a la que podía acceder un Atlético que alternaba actuaciones notables con temporadas más que discretas.

La llegada de Simeone al Atleti acabó con esta situación de insultante superioridad. Y lo hizo, sin duda alguna, por méritos propios. Más de una década sin ganar al Real Madrid o una retahíla de sonrojantes goleadas ante los blaugranas eran, años atrás, el pan de cada día del aficionado rojiblanco. Hasta que llegó él. Hasta que llegó el “Cholo”.

Una victoria en 15 partidos

Sin embargo, a pesar de haber conseguido llegar al nivel en el que se encontraban ambos equipos y alcanzar esos objetivos que antaño parecían inalcanzables para propios y extraños, el margen de mejora es grande. Y muchas las asignaturas pendientes numerosas para el propio “Cholo” y sus pupilos. Entre ellas, mejorar la estadística que arrojan los enfrentamientos directos con el Barcelona, al que el Atlético tan solo ha sido capaz de superar en una ocasión desde la llegada del técnico argentino a la orilla del Manzanares.

El conjunto blaugrana se ha convertido en la particular “bestia negra” de Diego Pablo Simeone. El balance tras los 15 duelos disputados entre Atlético de Madrid y Barcelona es de nueve victorias culés, cinco empates y tan solo una para los colchoneros. Una quincena de encuentros que, en el apartado goleador, ofrecen una estadística también muy favorable a los azulgranas: 23 goles del Barcelona frente a tan solo 12 para el Atleti.

A pesar de lo negativo del registro, los encuentros entre unos y otros en los algo más de cuatro años tras la llegada del “Cholo”, ofrecen resquicios para el optimismo en el aficionado colchonero. El primero de ellos aparece al analizar la única victoria rojiblanca en estos últimos años. Y es que precisamente esa única victoria se produjo en la misma competición que sirve como marco para el encuentro que les enfrenta este martes en el Camp Nou: la Liga de Campeones.

Aquella eliminatoria de cuartos de final ha de ser, sin duda, el espejo en el que debe mirarse el Atlético de Madrid para esta eliminatoria. Aquel mes de abril, los de Diego Pablo Simeone se enfrentaban a los azulgrana en la ciudad condal en el encuentro de ida, en el que empataron a un tanto. El partido de vuelta, en el Vicente Calderón, fue un partido de los que pasan a la historia y quedan grabados en la retina del aficionado colchonero durante muchos años. Venció el Atlético con un solitario gol de Koke que hizo enloquecer a la parroquia que abarrotaba el coliseo rojiblanco y enmudeció a los de un Futbol Club Barcelona que se sentía, y seguramente era, favorito en la eliminatoria.

Otro aspecto que invita al optimismo en los duelos ante el Barcelona es que, a pesar de que el porcentaje de derrotas ante los culés es elevado, la llegada de Simeone al banquillo del Vicente Calderón ha igualado este clásico del fútbol español. Lejos quedan resultados bochornosos para los intereses rojiblancos como aquel 5-0 de 2011, el 5-2 de 2009 o el 6-1 de 2008. Desde el desembarco del técnico argentino, los resultados más abultados son un 4-1 de la temporada 2012/13 y el 3-1 de la pasada campaña, ambos en el Camp Nou. El resto de derrotas han sido siempre por un único gol de renta y, en muchos o la mayoría de los casos, con un encuentro igualado con opciones de victoria para ambos.

Las dos próximas citas ante los culés, este martes y el miércoles de la semana próxima, parecen una ocasión de excepción para que los “hombres del Cholo” puedan reconducir esta racha negativa. Rememorar aquella eliminatoria de hace dos campañas, que luego estuvo cerca de acabar en un título histórico, será el objetivo de un Atlético de Madrid que, con el argentino al timón, es capaz de tratar de tú a tú al que ya es, sin lugar a dudas, uno de los mejores equipos de la historia del fútbol.