Con un escueto comunicado en la cuenta de Twitter y en la página web oficial del Getafe se hizo oficial que Fran Escribá era destituido, y que el nexo de unión que unía ambas partes hasta 2018 se rompía.

Saldo negativo para el valenciano, con esos 8 triunfos, 7 empates y 19 derrotas, que a falta de seis jornadas para acabar la Liga deja al conjunto azulón con 28 puntos, décimo novena a tan sólo dos de la salvación.

Llegada al sur de Madrid

Después de ya haber estado en Getafe hace 10 años de la mano de Quique Sánchez Flores, como su segundo entrenador, el valenciano ilusionaba al equipo. Las razones las dio en su etapa anterior con el Elche.

Allí luchó durante cuatro temporadas, y en la primera de todas ya consiguió ascender a los ilicitanos a Primera División. Con el descenso administrativo del Elche acabó su primera experiencia como entrenador en la Liga y llegaba a Getafe.

Durante la pretemporada se pudieron vislumbrar algunos fallos en el equipo, pero los esperados teniendo en cuenta el cambio de sistema que llegaba con el nuevo técnico. Cerraron su gira por Inglaterra y otros choques amistosos con un balance de tres victorias, un empate y dos derrotas.

Comienza la temporada

Su primer partido oficial se quedó sin historia demasiado rápido cuando, apenas dos minutos comenzado el partido, Salva Sevilla convirtió un magnífico tiro de falta para dar la victoria al Espanyol por 1-0. Con la derrota maquillada por Lafita ante el Granada (1-2) y el recital de Aduriz con el Athletic (perdieron por 3-1) se llegó al primer triunfo.

Este fue contra el Málaga en el Coliseum, durante el cual un tempranero gol de Scepovic permitió a los locales controlar el partido hasta el pitido final, dejando el 1-0 con el que casi empieza el choque como definitivo.

Sirvió para sacar al Getafe del “farolillo rojo”, y abrió un periodo de relativa calma y entusiasmo con buenos resultados. Obviando el tropiezo contra el Atlético, en Levante hizo gala de su habilidad para leer el partido cuando dio entrada a Álvaro Vázquez, autor de un doblete en la goleada del Getafe sobre el Levante (3-0).

Se empató con el Celta y se goleó a Las Palmas. Pero llegaron Sevilla, Barcelona y Eibar para demostrar que el equipo todavía “no era uno” con el técnico, que hacía falta más cooperación y entendimiento.

Lo mejor y lo peor

Mientras el equipo continuaba con resultados irregulares en Liga llegó la eliminatoria de Copa del Rey frente al Rayo Vallecano. Escribá decidió rotar jugadores pensando en dar descanso a hombres importantes, al igual que el Rayo, como Sarabia y Víctor Rodríguez pero su estrategia no funcionó y el equipo cayó por 2-0 en Vallecas.

Después del partido contra el Real Madrid se empató con la Real Sociedad y se jugó el partido de vuelta de Copa. Y aunque el Getafe logró colocarse con un marcador favorable de 3-0 antes del descanso, con el gol de Lass fue un esfuerzo inútil. Con la tardía entrada de Sarabia o Scepovic no se solucionó nada y el Getafe se quedó en octavos de final.

Aun así, el empate y esa victoria sirvieron para abrir una gran racha de partidos consecutivos puntuando de los getafenses, que llegaron hasta siete con la remontada ante el Espanyol (3-1).

Pero a partir de entonces el sueño con Europa se tornó en pesadilla pensando en el descenso. La falta de acierto de cara al gol unido a los goles tempraneros que el Getafe recibía casi todos los partidos se han traducido en un balance doce partidos sin ganar, de dos puntos de 36 posibles.

Despedida antes de tiempo

Teniendo en cuenta este balance, la directiva del Getafe parece haber creído conveniente que para conservar la categoría era necesario prescindir de los servicios de Fran Escribá. Un entrenador que ha sabido devolver al Coliseum grandes noches en las que consiguió que el equipo jugara un fútbol atractivo como no veía desde hace años.

Pero también el entrenador que ha llevado al Getafe a su peor racha de derrotas y de partidos sin puntuar de su historia en Primera. Más allá de las opiniones de la redacción de esta sección, los hechos son que desde el día de hoy el Getafe no tiene entrenador y tampoco se conoce quién podría serlo para intentar salvar al equipo de la situación en la que está metido.