La consecución del título no fue épica, sino que siguió la tónica de la temporada. El Sanse no ganó en su visita al Valle de las Cañas de Pozuelo, pero el empate del Navalcarnero permitió que los de Matapiñonera pudieran alzarse con el título simbólico de campeones del Grupo 7, cuatro jornadas antes del final de la temporada regular. La fiesta será este próximo fin de semana, en el encuentro frente al Puerta Bonita en casa, y en ella, los franjirrojos celebrarán con todo merecimiento una temporada fabulosa en la que han conseguido jugar bien, ganar la mayor parte de sus enfrentamientos, y cumplir así el objetivo de disputar las eliminatorias de ascenso a Segunda División “B”, para el regreso sansero a la división de bronce tres años después de su último descenso.
Los artífices del triunfo
La pasada temporada terminó con una gran decepción, después de que el ‘playoff’ de ascenso se escapara en la última jornada. La directiva decidió hacer crisis, y cambiar al entrenador y a media plantilla. En junio, se anunció el fichaje de Mateo García como nuevo inquilino del banquillo de Matapiñonera. García, un relativo desconocido, había entrenado al Getafe “B”, y tenía experiencia en las categorías inferiores del Getafe y del Rayo Vallecano. La plantilla se renovó completamente en todas las zonas del campo. Dos de los principales fichajes fueron Borja Pérez, el goleador del “alcorconazo”, y Moncho, que regresaba a Matapiñonera tras dos temporadas. Muchos jugadores salieron del equipo, entre ellos, el legendario capitán Héctor, que fichó por el Unión Adarve.
Es difícil destacar a solamente un jugador de este Sanse. La clave del éxito ha sido que todos han arrimado el hombro, que todos los integrantes de la plantilla franjirroja han jugado lo mejor que han podido en las oportunidades que han tenido. La portería ha sido defendida por Kike, uno de los guardametas menos goleados de la competición, pero una inoportuna lesión le ha alejado del arco en las últimas semanas, y Carlos García le ha sustituido, realizando una actitud muy respetable. En la defensa, los cuatro laterales y dos centrales han sido sobresalientes.
Seubert y Rubén Negredo han sido los máximos goleadores del campeón madrileño
Los defensas no solamente han jugado bien en su posición, sino que también han sido goleadores, el caso de Pipe Sáez y Saúl, sin olvidar al gladiador Sergio. El medio campo ha contado con jugadores fundamentales, como Mancebo, Alexis, Javi Vicente, Arroyo y Moncho, que han conseguido mantener el orden en la medular, y se han incorporado en numerosas ocasiones al ataque. Un ataque que ha estado dominado por dos figuras: los delanteros centros Christian Seubert y Rubén Negredo, los dos principales goleadores, sin olvidar a otros, como Carlos, Dani Pichín o Fer Ruiz.
Los aficionados sanseros se han acostumbrado esta temporada a un juego de ataque, en el que elementos como el toque y la presión al rival han sido frecuentes, y que ha sido el responsable de que el equipo haya ganado la mayor parte de sus choques. La plantilla ha demostrado estar equilibrada, y Mateo García ha efectuado un maravilloso trabajo al mando del equipo, consiguiendo que la moral se mantuviese alta, pero no se disparase, y manteniendo a todos los jugadores a un buen nivel de juego y forma, elementos que han sido fundamentales para poder triunfar. El pasado verano, se llevó a cabo una revolución en el vestuario de Matapiñonera, y ésta ha tenido su correspondencia en el terreno de juego durante esta inolvidable temporada.
Invicto en casa de manera trabajada
Los franjirrojos han asegurado la primera posición haciendo de su estadio Matapiñonera un auténtico fortín. Con 15 victorias, 2 empates y ninguna derrota son el mejor equipo como local. Ello se ha conseguido con buen fútbol, complementado con eficacia goleadora y gran despliegue defensivo, aunque no sin esfuerzo. Por un lado, el balance de tantos anotados y encajados es muy positivo. 42 a favor por solo 9 en contra en 17 partidos jugados (no le marcan un gol en casa desde la jornada 20) es un registro que indica una superioridad. Sin embargo, ha habido partidos en los que el Sanse ha tenido que pelear hasta el pitido final para lograr la gloria.
El primer sufrimiento de esta campaña fue en la jornada 4. El Sanse recibía al Móstoles en un partido en el que ganó 2-1. En frente, un equipo que le plantó cara en ataque, pero que se iba a ir de vacío gracias a un gol de Víctor Muñoz en los últimos quince minutos, el día de su debut con el equipo. Era la primera victoria en casa y encima le daba la opción al club de meterse en zona de playoff, un privilegio que no iban a soltar ya en toda la temporada. Otro choque donde los del norte de Madrid se pusieron el mono de trabajo fue en la jornada 7 en el derbi contra el Alcobendas Sport que acabaría 2-1. Ahí, Saúl, en el minuto 89 ponía el resultado final en un encuentro igualado.
El Sanse solo ha dejado escapar cuatro puntos de Matapiñonera
Para darle más emoción, la primera remontada en casa la conseguirían en la jornada 11 en un Sanse 2-1 Colonia Moscardó. Ahí, los visitantes se adelantaban en la primera parte. El líder tiraría de alarde ofensivo para continuar invicto con goles de Javi Vicente y Saúl. Dos semanas más tarde se viviría el duelo en Matapiñonera más difícil de ganar hasta el momento. Un buen San Fernando visitaba a un Sanse que ya iba primero en la tabla y que no iba a soltar esa posición. Tras ponerse 2-0 su contrincante le remontaba los dos goles y en un intercambio de golpes, una vez más Saúl ponía el 3-2 final. Esta vez en el descuento.
Ha habido otros partidos donde le ha costado ganar como en su duelo contra el Lugo Fuenlabrada o el Rayo Vallecano “B”, pero ha tenido otros donde ha dado muestras de ser claramente el mejor equipo del grupo. En el 4-0 que consiguió contra el Pozuelo el pasado 13 de diciembre, donde en cuatro tiros marcó cuatro goles, derrotó a uno de los favoritos a estar arriba. O en el 4-1 contra el Pinto en la jornada 19, donde su rival le disputó la posesión.
Más flojos fuera de casa
El Sanse también ha ganado la mayoría de sus partidos fuera de casa, aunque el balance ha sido un poco menos exitoso que en los partidos en Matapiñonera. De los 17 partidos que ha disputado el equipo fuera de su feudo, ha ganado 7, ha empatado 6 y ha perdido 4. El balance de tantos conseguidos con relación a los encuentros en casa también ha descendido. Los de Mateo García han anotado 22 goles, por 14 en contra. Como es obvio, no todos los partidos que el Sanse ha jugado lejos de su estadio han sido fáciles, y no deja de sorprender el número de empates cosechados. Todo esto no es razón para no destacar también la trayectoria fuera de la plantilla, sin la cual no se habría podido conseguir el objetivo del ascenso.
El primer partido de la temporada se produjo en La Canaleja de Alcorcón, donde el Sanse, todavía en proceso de rodar, empató 1-1 contra el Trival Valderas. Fue un golpe para el comienzo de la temporada, y más con el empate de la jornada siguiente en casa frente al Alcalá. Sin embargo, en el siguiente traslado fuera de casa, el equipo de Mateo García sumó sus primeros tres puntos de la temporada, en un partido contra el Unión Adarve que se resolvió en el segundo tiempo con un gol de Seubert, que a la postre fue definitivo. Sin embargo, a partir de esta victoria, el Sanse empató dos partidos fuera de casa, frente al Rayo “B” y el Atleti “B”, y perdió uno contra el Aravaca, especialmente doloroso porque los de Mateo García llegaban como líderes. El equipo se rehízo con un triunfo dos jornadas después en el estadio del Inter de Madrid.
El triunfo en Navalcarnero por 1-3 fue un verdadero punto de inflexión
El encuentro que significó un punto de inflexión fue el que enfrentó al Sanse con el Navalcarnero, el principal rival para el ascenso. Los de Mateo García pasaron por encima de los locales, con un recital ofensivo liderado por Seubert y Javi Vicente que Berodia maquilló al final del partido para cerrar el 1-3 definitivo. Pero, como empezó a ser habitual en los partidos lejos de Matapiñonera, el Sanse perdió frente al Alcalá por la mínima. Volvió a triunfar dos jornadas después frente al Móstoles URJC, prolongando la racha fuera de casa con un triunfo a los 15 días en el estadio del Collado Villalba.
Una racha que fue cortada en el Luis Aragonés de Alcobendas, en una de las primeras partes más espesas que se recuerdan, en la que se produjeron todos los goles, uno para el Alcobendas Sport, obra de Liivak, y otro para el Sanse, anotado por Mancebo. En el encuentro siguiente fuera de casa, el equipo de Mateo García volvió a empatar, y la jornada siguiente volvió a perder. Sin embargo, con la victoria en San Fernando, el Sanse se gustó y dejó sentenciada su presencia en los ‘playoff’ de ascenso. El encuentro frente al Pozuelo, tras el que se certificó el título, acabó en empate a 1, y reflejó la tónica de los partidos fuera de casa de los de Mateo García: mismo esfuerzo que fuera de casa, pero un poco menos de puntería.
Los nuevos desafíos
En la cabeza de los aficionados del Sanse solamente hay una palabra: ascenso. Quedan 4 jornadas para que se acabe la liga, y pese a que la mente esté en otro sitio, hay que intentar terminar la competición con dignidad y pundonor, respetando así a los conjuntos que se siguen jugando algo. Dentro de aproximadamente un mes, los franjirrojos sabrán quiénes son sus rivales en la primera eliminatoria de ‘playoff’. Será uno de los campeones de los otros grupos de Tercera División. Si el Sanse gana esa eliminatoria, será equipo de Segunda “B” a la primera. Si no, tendría que jugar otras dos eliminatorias antes de poder ascender.