La joya de Dubrovnik aterrizó en Barcelona con la vitola de próximo crack mundial. El club azulgrana tuvo que desembolsar cerca de 5 millones de euros por el diamante en bruto que poseía en aquél momento el Dinamo de Zagreb.

Los primeros destellos de calidad de Halilovic con la camiseta azulgrana se vieron el Trofeo Colombino disputado en Huelva ante el Recreativo. Su pierna zurda y sus largas conducciones recordaban a las de un argentino que posee cinco balones de oro.

Halilovic durante la pretemporada con el FC Barcelona | Foto: Sport
Halilovic durante la pretemporada con el FC Barcelona | Foto: Sport

Después de pasar toda la temporada en el filial azulgrana, la mala disciplina del croata saltó a la luz en un partido en el Mini Estadi. En ese encuentro ante el Alcorcón, el portero Ortolá fue expulsado antes de la media parte y el sacrificado por Jordi Vinyals fue Alen Halilovic. El azulgrana mostró su descontento de forma demasiado airada.

Rumbo a Gijón

El FC Barcelona decidió que, en aquél momento, el croata no tenía sitio en la primera plantilla del equipo azulgrana. La mejor solución fue buscar un club que quisiera hacerse con los servicios de Halilovic en forma de cesión. Por ello, Gijón fue el mejor destino, ya que continuaría su evolución en la Liga BBVA.

Después de no poder jugar en la primera jornada que enfrentó a los asturianos con el Real Madrid, Halilovic debutó con el club gijonense en Anoeta ante la Real Sociedad. Su primera participación completa llegó en la 5 jornada en la derrota en Vallecas por 2 goles a 1.

En la visita a Cornellá-El Prat, Halilovic demostró su buen papel en el equipo del “Pitu” Abelardo. Después de dos asistencias en sus primeros cinco encuentros, ante el rival ciudadano del FC Barcelona sacó su mejor versión con un golazo desde la frontal del área.

Halilovic celebra el gol en Cornellá-El Prat | Foto: El Periódico
Halilovic celebra el gol en Cornellá-El Prat | Foto: El Periódico

La siguiente jornada, que enfrentó a Sporting y Granada, volvió a demostrar que Halilovic es un gran jugador cuando el croata sirvió una magnífica asistencia de gol. Sólo dos jornadas después, en El Molinón ante el Málaga, un zurdazo suyo valió para que los tres puntos se quedaran en Gijón.

La mala racha que encadenó el Sporting de Gijón a mediados de la temporada también afectó a Halilovic, que no sirvió otra asistencia hasta la 22 jornada del campeonato. Su enésimo gol debió esperar hasta el empate de los asturianos ante el Rayo Vallecano en la 24 jornada.

Pérdida de confianza

En la 25 jornada Halilovic sirvió una asistencia más ante el Real Betis. La calidad que posee el croata le sirve para ser sobradamente el jugador más determinante del Sporting de Gijón, pero en las últimas 9 jornadas sólo ha completado 1 partido entero.

La comprometida situación de los asturianos ha hecho que Abelardo necesite el máximo compromiso de todos sus guajes. En el caso de Halilovic, le penaliza demasiado su indiferencia en tareas defensivas, y Abelardo no puede consentir eso si quiere que su equipo se salve.

De hecho, uno de los últimos partidos en que Halilovic jugó los últimos 90 minutos fue en El Molinón ante el FC Barcelona. Los propios aficionados azulgranas pudieron ver como todas las ocasiones de peligro de los de Abelardo surgían de los pies del croata, pero su poco trabajo defensivo también penalizaba al equipo asturiano.

Halilovic con la zamarra del Sporting de Gijón | Foto: FCB
Halilovic con la zamarra del Sporting de Gijón | Foto: FCB

La salvación aún no está tan lejos para el Sporting, que dio un paso de gigante en su lucha por la permanencia al vencer al Sevilla en El Molinón por 2 goles a 1. El croata jugó 82 minutos, y por enésima vez, abandonó el campo antes de que el árbitro silbara por tres veces consecutivas.

Actualmente, clubes como el Valencia ya se han posicionado para intentar lograr el fichaje de Halilovic de cara a la siguiente temporada. Aunque no se sabe si el FC Barcelona podría retener al croata para la campaña 2016-2017.

La calidad existe y está en las botas de Halilovic. Su cabeza aún debe amueblarse, pero sólo tiene 19 años. Ahora, la pelota está en los pies del croata.