Sabiendo ya el resultado que cosechaban los dos equipos antecesores en la tabla de clasificación saltaba el Real Madrid al terreno de juego. La presión de tener que ganar para no distanciarse por si sucede algo en estas ultimas jornadas no hizo mucha mella en el cuadro merengue, el cual no dejó que el Villarreal se encantrara agusto sobre el césped.

Antes del inicio el patinador español, Javier Fernández, realizó el saque de honor.

El estadio Santiago Bernabéu guardó un minuto de silencio antes del comienzo del encuentro entre el Real Madrid y el Villarreal por las víctimas de los terremotos de Ecuador y Japón. Además, los jugadores del conjunto blanco llevaron brazaletes negros.

Las internadas, como siempre en caso madridista, llegaban por banda izquierda. Marcelo se hacía con toda la banda para que Cristiano entrara al medio con asiduidad, y así se midiera en el uno contra uno con Mario. Los centros del brasileño generaban sensación de peligro para los de Marcelino, pero no ocasiones de verdadero peligro para alterar el marcador. Fue cuando el luso se dejó caer por dicho costado cuando el Madrid generó la primera ocasión, haciendo reaccionar a Asenjo para evitar que el de Madeira conectase con Benzema, en boca de gol dispuesto a aprovecharse de un servicio de su compañero.

Uno y otro bando mostraban una falta de tensión que provocaba fallos en las entregas aparentemente sencillos, y triangulaciones sin ritmo que permitían colocarse cómodamente a la defensa rival.

Robó Modric, inició Benzema abriendo a Cristiano que dejó atrás a Mario con una bicicleta.

Su centro lo despejó en primera instancia Asenjo, pero el rechace lo recogía el punta francés que de cabeza, inauguraba el marcador.  Se aceleraba el partido a escasos minutos del final del primer tiempo.

Una contra del Madrid tras saque de esquina terminó en recontra amarilla, a la que reaccionó de manera magistral Keylor Navas en su primera intervención, salvando el empate.

Tras dos nuevos intentos de salida al galope por parte local, llegaba el tiempo de descanso.

Fluctuaba Benzema por todo le frente de ataque, y sus cambios de perfil desconcertaban a la zaga. Por derecha, se asoció a la perfección con Lucas Vázquez, y con una pared dejó solo al de Curtis, y que tras recorrer diez metros al galope encimado por Bruno, se sacó un derechazo que sorprendió por bajo a Asenjo e hizo el segundo tanto para los blancos.

La distancia que reflejaba el marcador comenzaba a ser notoria, y Zidane movía el banco. Isco a escena, y Kroos a tomar un respiro.

La anecdota del partido, tras el roto en la camiseta de Cristiano Ronaldo, el utillero del Real Madrid, traería una elastica equivocada con el numero 4 de Sergio Ramos.

Danilo crecía con los minutos, y los pitos del primer tiempo ya eran cosa del olvido. El brasileño dio muestras de su potencia tras asistirle de nuevo Benzema, abriéndole la banda. El lateral diestro se lanzó el balón a lo largo, galopó la banda y encontró a Modric que, sin dejar caer el balón y derrapando, con la izquierda, perforó de volea el arco de Asenjo para hacer el tercero.

Tras el 3-0 llegó el tiempo de rotaciones y movimiento sobre el verde del Santiago Bernabéu, el primero en salir fue el incansable Modric, quien estuvo un pasito por encima de sus compañeros.

Con un Real Madrid algo más relajado lo intentaba el Villarreal, pero casi era imposible franquear la barrera del medio del campo con un constante Casemiro encimando a cualquier jugador rival.

Con Jesé, Isco y James en el campo el Madrid no dejó de atacar, y aunque ya sin la misma intensidad, los blancos lo intentaban a balón parado, pero por arriba Bonera y Bailly se mostraron inexpugnables.

Tras el intento de chilena fallido, Cristiano Ronaldo se dolia de su pierna derecha y abandonó el campo dejando por unos instantes al equipo con 10, con los tres cambios realizados, el 3-0 en el marcador y un Villarreal sin peligro, Cristiano no quiso forzar.

Un tiro sin fe de Samu García que tapó Varane y una cabalgada sin destinatario de Jesé pusieron el postre al encuentro. Tras marcar el video marcador el minuto 90, no hubo tiempo para más y el partido terminó. Los tres puntos se quedaban en casa, y la pelea por la Liga seguía viva una semana más.