"La Segunda B es muy perra". Hasta hace pocas semanas, la temporada del Murcia parecía ajena a tan extendida expresión. Sin embargo, con la llegada de los momentos decisivos, cuando las piernas empiezan a flaquear, 'doña Segunda B' parece haberse presentado definitivamente. Una categoría dura, donde el sufrimiento viene por descontado, y la cual va mucho más allá de lo deportivo.

Fuera de punto

Arrancó el Real como el día en la ciudad de Murcia: raro. Pese a la creciente necesidad de cosechar una victoria en casa, el cuadro grana saltó al verde desubicado, sin la tensión que requerían escenario y partido. Todo ello sumado a la frialdad de las gradas propició un inicio de partido muy blanquiazul. El Recre salió mucho más concentrado, consciente de lo que debía hacer, y no tardó en poner en aprietos al Murcia.

El Murcia, muy pasado de revoluciones, fue un manojo de nerviosCuando se cumplimentaba el minuto seis, Mario Marín recogió la pelota en derecha, dejó sentados a tres futbolistas granas, cedió para Mesa y éste, tras recortar a Jaume, le regaló el balón a Manu Molina. El mediapunta se incrustó en el área e hizo el primer y único gol de la contienda. En menos de 10 minutos, las malas sensaciones tomaban forma en el marcador, sin embargo, lo peor estaría por venir. Con prácticamente todo el partido para voltear el marcador, el gol terminó de sacar de punto a un Real Murcia muy pasado de revoluciones.

Momento del primer y único tanto del partido
  Momento del primer y único tanto del partido                      

El peso de la trayectoria en casa, del liderato, del escudo… se podrían buscar miles de explicaciones, pero lo cierto es que el Murcia no estuvo. El equipo fue un manojo de nervios. Ataques directos y desordenados, sin criterio con el balón, con acciones individuales que nunca acababan en buen puerto. Restaba todo el tiempo para dar la vuelta al partido, y sin embargo la sensación era de asfixia, de ahogo, de tener la necesidad de llegar cuanto antes y como fuera al arco defendido por Rubén. Transcurridos los primeros 45, un remate al palo al poco de empezar y varios saques de esquina en el tramo final, comprenderían el escaso botín de un primera parte de posesión grana y dominio onubense.

Sucumbiendo al muro

El descanso sentó muy bien a lo de Aira, que saltaron al campo a la con las ideas más claras. Ensanchando bien el terreno, implicando a los carrileros en el ataque y con Chavero, perdido durante la primera mitad, mejor situado en la sala de máquinas. Ante la mejor localización grana, el Recreativo no quiso ser menos y acrecentó su convincente sistema defensivo. Dos líneas de cuatro muy juntas que permitían a los granas tocar sin problemas en la medular y cuya principal misión era contrarrestar el peligroso juego aéreo grana. En el ala opuesta, un solitario Mesa, que completó un partido notabilísimo, sería el encargado de recibir, aguantar y desahogar a los suyos.

Arturo tomó el mando en la medular y completó uno de sus mejores choques del añoViendo el cáliz tomado por el partido, Aira no se lo pensó dos veces y comenzó a mover su banquillo. En el minuto 55 entraron Arturo Molina por Sobregrau, lo que retrasaría a Armando a la parcela defensiva, y Carlos Álvarez por Fran Moreno. El cambio debía dar mayor control en el medio y, en cierto modo, así fue. Pese a su corto bagaje, el abaranero tomó el mando en la medular y completó uno de sus mejores choques del año. Pidiendo el balón, moviéndolo a los costados con criterio, imprimiendo ritmo a la circulación. Lástima para Arturo su escaso acompañamiento.

Azkorra volvió a la titularidad, pero apenas gozó de opciones
Azkorra volvió a la titularidad, pero apenas gozó de opciones                              

Con el paso de los minutos, los envíos desde los costados fueron llegando, pero rara vez encontraron rematador. Chavero, en el 65, pudo anotar el primero, pero se topó con su mala puntería. De nuevo el catalán fue el termómetro del equipo, un termómetro que rayó a temperaturas preocupantes. A poco del final, Aira quemaría todas sus naves dando entrada a Isi, pero ni por esas se desarmaría el entramado onubense. Concluyendo el partido, el asedio a balón parado volvería y casi da sus frutos, pero el colegiado no vio una mano dentro del área tras rematar Carlos Álvarez un balón muerto en la misma.

Finalmente, derrota 0-1 del Real Murcia ante el Recreativo de Huelva que enciende definitivamente las alarmas granas. Tras una primera parte para el olvido, donde los nervios y las prisas facilitaron mucho las cosas a los onubenses, el Murcia acabó claudicando ante el muro recreativista, y elevando así a 1/15 los puntos conseguidos en casa en los últimos cinco choques. Por suerte, el UCAM volvió a dar muestras de flaqueza sumando un empate en Lepe. Un empate que iguala a los dos cuadros murcianos al frente de la clasificación, con ligera ventaja eso sí para el Real Murcia, que seguirá siendo líder gracias a su mayor golaveraje general.