La Liga pasaba por el Benito Villamarín tras las victorias de los equipos capitalinos. No defraudó el juego, no defraudo el partido. Un abarrotado coliseo heliopolitano alentó hasta el último segundo a los suyos en el encuentro postderbi. Merino acumulaba rabia en su interior y no paró de gesticular durante los 90 minutos.

El marcador final fue lo esperado. La actuación arbitral no. Los de Luis Enrique se llevaron los tres puntos jugando al 50% de su rendimiento habitual.

Bruno repetía en el lateral derecho, mientras que Álvaro Cejudo partía en banda izquierda en detrimento de Musonda con respecto al partido de Nervión. En el bando culé, Luis Enrique no se guardó nada y puso en liza a su 'ejército' más mortífero. 

Tal y como se preveía, la posesión fue barcelonista desde el pitido inicial de un cuestionado Mateu Lahoz. El Real Betis, bien pertrechado atrás contenía las muestras de intención de los azulgranas y espera tímidamente alguna contra. Fue a los cuatro minutos cuando encontró la primera y única ocasión de la primera mitad. Lanzada por Joaquín, el balón va a parar a Rubén Castro, que se disparo colocado probaba las habilidades de Claudio Bravo. El córner, botado por el portuense, inquietó a la zaga visitante. Bruno se elevaba a las puertas del área pequeña para cabecear y volver a forzar otro saque de esquina.

Tras el aviso, el FC Barcelona apretó y despejó cualquier aliento de sorpresa en su territorio. El tridente ofesivo empezaba a moverse en busca de espacios y los primeros contactos entre los futbolistas iban llegando. Mateu, desbordado, cortó por lo sano y sacó a pasear las tarjetas.

Las imprecisiones en el juego catalán fueron la tónica predominante del primer acto. El disparo lejano de Jordi Alba, el centro largo de Neymar al que no llega Messi u otro chut desviadísimo de Andrés Iniesta fueron la carta de presentación de un Barça que ya montó la tienda de campaña en suelo verdiblanco.

En el ecuador aterizaban las tarjetas. Bruno, Piqué y Messi, los primeros agraciados por el trencilla levantino. A los 25 minutos tuvo lugar la primera combinación madurada de los pupilos blaugranas. Aparece el manchego Iniesta para templar, Rakitic para hacer vibrar y Leo Messi para disparar. El exlateral barcelonista Montoya se encargó de taponar el golpeo del argentino.

Westermann, expulsado

En ocho minutos el choque cambió. El Betis se iba a quedar con diez hombres por expulsión del central teutón. La primera amarilla, en una tibia patada a Messi y la segunda, más merecida, por cortar el avance de Ivan Rakitic en una contra, Entre medias, otra cartulina para Petros. Inflexible Lahoz. La superioridad numérica animó a un Barcelona que acabó la primera parte atacando. Neymar haciendo acto de presencia y Montoya echando una mano a sus excompañeros forzando un saque de esquina que podría haber evitado. Y como de amarillas iba la cosa, Dani Alves vería la última antes del descanso.

Al comienzo de la segunda parte, el FC Barcelona no quiso alargar la incertidumbre en el duelo y abrió la lata por mediación de Rakitic. Ya avisó Suárez previamente pero sería el balcánico quien anotaría a puerta vacía después de un fallo estrepitoso de Antonio Adán. El meta que quería 'joderle' la Liga a su equipo archienemigo se quedó con con el molde de la pelota y achacaba el error a una indecisión con Germán Pezzella.

Contra diez hombres, el Barcelona ya está acostumbrado a jugar esta temporada y se sintió mejor pese a no 'bailar' tal y como le gusta. La pajara defensiva mató las aspiraciones de un Betis que entregó la cuchara y se limitó a evitar la sangría. Salió Musonda por Joaquín en busca de frescura, pero sin balón no se puede jugar.

El ataque de lado a lado barcelonista se tornaba más propio de una acción de balonmano. Cambios alternos pero poca profundidad. Le faltó la pegada de otros días a la temida 'MSN'.

Suárez afianza el pichichi

A falta de 17 minutos para el final, Adán se redime del error en una intervención prodigiosa ante Suárez, que no encontraba explicación a semejante pifia por su parte. El encuentro llegaba a su fin cuando con diez minutos por disputar, otra fantástica asistencia de Messi dejaba solo al charrúa que esta vez ya no perdona y bate al meta bético por bajo para sellar la victoria y mantener la Liga como al comienzo de la jornada.

Un Real Betis con continuos errores en el pase daba muestras de nerviosismo. Ricky sustituía en el tramo final a Rubén Castro, desaparecido. En el Barça, Luis Enrique se vio obligado a sustituir  a Claudio Bravo. Lesión del chileño que no acabó el envite.

Sin novedades en el frente, el FC Barcelona seguirá líder una semana más con las mismas diferencias con respecto a sus perseguidores. Por su parte, el Betis ya piensa en el próximo curso a la espera de consumar definitivamente la permanencia.