Los partidos a domicilio han acabado para el Espanyol B. El balance de resultados es muy pobre; el balance de sensaciones es muy positivo y más en el último tramo de temporada, donde el filial periquito ha competido todos los partidos sin jugarse nada. El Alcoyano ha sido el último en doblegar a un conjunto periquito que solamente ha podido ganar un partido fuera de casa.

Los alicantinos ya no podían luchar por los puestos de playoff pero tenían a tiro de piedra el poder clasificarse para la Copa del Rey. El torneo doméstico es un premio habitual del Alcoyano, que en las últimas ediciones se ha enfrentando al Athletic Club de Bilbao y el Real Madrid. Querían repetir un año más. Necesitaban un punto para conseguirlo.

Las cosas, sin embargo, se le iban a poner de cara al Espanyol B. Marc Gual, que hacía algunas jornadas que no veía puerta, definió tras una buena jugada colectiva al recuperar el balón en el centro del campo.

El Alcoyano puso una marcha más al encuentro para poder llegar al descanso con al menos un empate. Los deportivistas llegaron y crearon pero no consiguieron marcar. Andrés Prieto volvió a ser clave - está haciendo una temporada espectacular - para desbaratar las numerosas ocasiones del Alcoyano.

En el segundo tiempo los locales se toparon con un penalti que Yacine no supo transformar. El balón quedó en el área espanyolista y tras el suspense que le corresponde a varios disparos al montón Liberto batió al portero periquito.

A partir del gol deportivista el Alcoyano se vino arriba y acabó marcando dos goles más. Yacine pudo resarcirse al definir a placer una asistencia de Devesa y el propio jugador alcoyanista transformó otro penalti, esta vez cometido por Franco Russo - el segundo consecutivo que comete saliendo desde el banquillo -. La remontada sirvió para que el conjunto valenciano volviera a su competición fetiche.