"Otros años, quedando diez jornadas no teníamos ninguna opción", rezaba Simeone en rueda de prensa tras el varapalo sufrido ante el Levante. Una frase que puede sonar a excusa pero que en realidad guarda algo mucho más profundo. El Atlético perdió las posibilidades de coronarse, como hizo dos años atrás, como campeón de Liga BBVA, pero hay algo que no se le puede echar en cara al equipo: el compromiso y el trabajo.

El 'partido a partido' volvió a ser la tónica de los pupilos de Simeone desde el primer minuto disputado en la jornada inicial de competición ante Las Palmas. Los resultados no tardaron en llegar y, una vez adaptadas las nuevas incorporaciones a la plantilla, el engranaje rojiblanco giró con la perfección del mecanismo de un reloj suizo. La muralla atrás, lugar en el que la línea defensiva se autoproclamaba como una de las mejores zagas nunca vistas, y la genialidad de Griezmann señalaron el camino durante la mitad de la temporada, en lo que lo único que se echó de menos fue algo más de gol.

Hoy en día, parece que nada del esfuerzo realizado durante las 37 jornadas anteriores ha valido la pena, pero, nada más lejos de la realidad, hay que recordar que si al Atlético se le ha privado de la posibilidad de luchar por La Liga en la última fecha del campeonato es porque ha logrado seguirle el ritmo al todopoderoso Barcelona de Luis Enrique, al que el mundo del fútbol consideraba favorito desde antes de comenzar el curso.

Los rojiblancos pudieron plantarle cara al gigante azulgrana gracias a una segunda vuelta de ensueño: 12 victorias en 17 encuentros a las que se les suman dos empates a cero (Sevilla y Villarreal) y tres derrotas: Barcelona, Sporting y Levante. Entre los triunfos destacan el cosechado en el Bernabéu, estadio al que Simeone ya podría considerar su segunda casa, el de Mestalla por 1-3 o 3-0 ante la Real Sociedad. Partidos en los que el Atlético ha demostrado que, para ser un veradero campeón no hace falta ningún título

Champions: lápida o ascensión

Nadie podría negar que gran parte de la causa por la que la estrella del Atlético dejara de relucir en Liga es el exceso de brillo con el que ha deslumbrado en Europa. Una vez más, Simeone ha vuelto a clasificar a su equipo para una final europea y, además lo ha hecho dejando atrás a rivales de la entidad del FC Barcelona o Bayern de Múnich.

Así que, la tumba liguera que ha cavado el equipo del 'Cholo' por, quizá, centrarse en demasía en la máxima competición del 'Viejo Continente' puede llevarle al cielo, ese cielo que estuvo a punto de tocar de la mano de Aragonés hace 42 años y que del que el Real Madrid le alejó hace tan sólo dos temporadas.

El mero hecho de poder relajarse la próxima jornada y comenzar la preparación antes que su rival en la gran final de Milán otorga ventaja a los colchoneros, que ya sellaron la primera venganza europea contra el Bayern de Múnich y que ahora buscan cerrar el círculo nada más y nada menos que ante el Real Madrid para escribir, de una vez por todas, su nombre en el palmarés de la competición que los dos flamantes campeones de liga que sucumbieron ante la solidez rojiblanca en cuartos y semifinales, habrían firmado conquistar.

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Sobre el autor
Miguel Moreno Martos
Co-coordinador de Atlético de Madrid. https://twitter.com/MiguelMoreno07