El Rayo Vallecano de Madrid perdió en el último encuentro ante el Levante su permiso para jugar en la Liga 2016/17. A pesar de ganar el encuentro ante los granotas, la victoria del Sporting de Gijón frente al Villarreal impide a los vallecanos resistir por sexto curso seguido en la máxima categoría. Sin embargo, un campeonato de Liga son 38 jornadas y el de ayer fue un triste epílogo de una novela que empezó hace casi un año y que ha cargado de drama y suspense las páginas con franjas rojas y diagonales. 

Cabe preguntarse, ¿qué se ha hecho mal, qué ha pasado para que el equipo descienda a Segunda? En este artículo se intentará responder al interrogante y así, intentar comprender porque no ha habido un final feliz en la historia.

1. Pretemporada caótica

"Si Willy Fog viene con nosotros a China, se da la vuelta a mitad de camino". Así de irónico se mostraba Paco Jémez cuando valoró en agosto la gira por el país asiático que realizó el primer equipo rayista. Tras una concentración más típica por los campos de Alemania, el equipo pasó una semana en el estado del patrocinador principal. 

"Es la primera vez que hacemos un viaje de estos, a un sitio que está muy lejos en el que las comidas son distintas, las culturas también, los campos son diferentes... Entiendo que el club tiene su marketing y sus métodos para ingresar dinero, pero no estamos preparados para este tipo de eventos. Menos en submarino y nave especial nos hemos subido en todo. El viaje que nos hemos pegado es de locos". El cuarto año de Jémez en su etapa rayista, por lo tanto, empezó con polémica.

2. Fichajes desacertados

En ese verano de la gira, hasta doce jugadores nuevos llegaron a Vallecas, más la unión de Lass Bangoura que volvía de cesión. De los doce, sólo Juan Carlos, Diego Llorente (posiblemente el mejor jugador junto a Jozabed, pero siendo el defensa más regular), Pablo Hernández, Javi Guerra y Bebé han tenido un puesto habitual en el once durante todo el año.  El resto, o se lesionaron, o tuvieron poco poco impacto, o fueron un fracaso. En el primer grupo incluímos a Razvan Rat y Patrick Ebert, que eran titulares hasta sus lesiones. En el segundo se incluyen fichajes como el Chechu Dorado y al chino Zhang Chengdong que se marchó en invierno. En el último bloque, a Luis Fariña (50 minutos), y Ousseynou Cissé que ni debutó.

En el mercado invernal, además del internacional chino se marcharon Lass Bangoura tras el enésimo conflicto con Jémez, Fariña y Cissé. Para entonces ya había llegado Yoel Rodríguez a mediados de noviembre, que como contaremos más adelante fue pocas veces protagonista. Para compensar las salidas en enero, llegaron otros tantos fichajes. El rendimiento volvió a ser, en términos generales, bajo: José Ángel Crespo (nueve partidos, 719'), Piti (ocho, 336'), Manuel Iturra (seis, 382') y Aras Özbiliz (tres, 97').

3. Lesiones

Rodri J Torrellas - Vavel
Rodri J Torrella

Paco Jémez y su equipo técnico han tenido constantes quebraderos de cabeza para encontrar un once definido. Además de enfrentarse, como todos los años, a la confección de un equipo con muchas altas, la enfermería nunca ha dejado de traer malas noticias. David Cobeño (toda la temporada), Toño (desde la jornada 11), Razvan Rat (de la 12 a la 34) Patrick Ebert (desde la quince) han estado disponibles muy pocos partidos. 

Además, a Jozabed Sánchez (entre la 26 y 32) y Miku (27-28) se les cortaron sus espectaculares rachas de juego y goles con lesiones en el peor momento. Las interrupciones de Amaya (siete jornadas roto), Zé Castro (fuera 13 partidos), Baena (se rompió el cruzado en la jornada 35) y Tito (cuatro al principio del año) han supuesto problemas para formar una defensa estable.

En la delantera, Pablo Hernández (cuatro jornadas en dos ocasiones) y Piti (solo un partido de los últimos seis), han puesto otro punto negativo en el tema de la salud del equipo. Solo Juan Carlos, Llorente, Nacho, Dorado, Quini, Trashorras, Bebé y Manucho han estado todo el año disponibles físicamente. 

4. Primera vuelta pobre

El Rayo Vallecano ha terminado la Liga con 38 puntos, de los cuales el 60% los ha conseguido en la segunda vuelta. Los franjirrojos llegaron al ecuador del campeonato con sólo 15 puntos habiendo ganado cuatro encuentros, empatado tres y perdido nueve. Era penúltimo, solo por encima del Levante. Aunque en la segunda vuelta, solo se consiguieron 23 más, las sensaciones que transmitía el equipo eran mejores y quizás, el siguiente punto, fue clave para que la diferencia no se mostrase de manera más contundentes entre una y otra vuelta.

5. Demasiados empates

El Rayo 2015/16 empató una vez menos que en los anteriores 4 años en Primera

El Rayo Vallecano desde que regresó a Primera en 2011 se había caracterizado por emaptar muy pocos partidos a lo largo de una temporada. Contando con el año de José Ramón Sandoval, el equipo del arrabal madrileño había empatado doce veces (7+2+2+3) en cuatro Ligas (152 partidos). En porcentaje se ve más claro: 7,8% partidos empatados entre la 2011/12 y la 2014/15.

En la campaña recién terminada el conjunto vallecano ha cosechado once empates. ¡Casi los mismos que en cuatro años! Desde que las victorias valen tres puntos, los empates son más engañosos que nunca. Empatar mucho ante conjuntos de un nivel similar, te acaba obligando a ganar a los de nivel superior para reajustar la diferencia.

El Rayo empató ante Valencia (los dos partidos), Getafe, Real Sociedad (casa), Deportivo de la Coruña, Sevilla (casa), Betis, Eibar (casa), Granada y Málaga. Ocho de ellos fueron en la segunda vuelta, cuando el equipo mejoró el rendimiento colectivo de juego.

6. Se tardó en encontrar el once

El cambio de dinámica se produjo cuando Paco Jémez encontró la fórmula para hacer más competitivo al equipo. El grancanario reconoció que el jugar con dos extremos puros (Bebé y Lass) les había perjudicado en la primera vuelta. El matiz que generó la variación fue la de situar a Pablo Hernández en la banda derecha. Con el castellonense haciendo más de cuarto centrocampista que de extremo, apoyando al pivote (Baena, Iturra o Llorente), a Trashorras y al mediapunta (Jozabed, Piti o Miku), el Rayo ganó estabilidad en el circuito de pases y pudo establecerse de forma más continuada en campo contrario.

Juan Ignacio Lechuga - Vavel
Juan Ignacio Lechuga - Vavel

Además de esta permuta, el Rayo, como cada año, tuvo que rehacerse tras la marcha de hombres importantes el año anterior como Alberto Bueno, Gaël Kakuta, Abdoulaye Ba, Licá o Leo Baptistao, entre otros. Además, para complicar este proceso de formación de "nuevo medio equipo", los explicados punto 2 y 3 tuvieron gran parte de culpa.

Por último, la lesión de Jozabed Sánchez cuando el sevillano estaba en un gran momento de forma jugando como mediapunta y marcando con asiduidad, echó al traste ese plan de cuatro centrocampistas puros pues Jémez empezó a situar a Miku y Javi Guerra como titulares. Si bien el venezolano retrasaba un poco más su situación, ese 4-4-2 ofrecía variantes, positivas (cargar mejor el área) y negativas, que impedieron que el Rayo controlase tanto los encuentros.

7. Sin ganar fuera

Sólo una victoria en diecinueve partidos. Ocurrió en Las Palmas de Gran Canaria en la cuarta jornada, lo que significa que desde el 20 de septiembre de 2015, los madrileños no ganan lejos de Vallecas. De visitante, solo han sumado diez puntos. Algo peor le ocurrió al Sevilla FC que finalizó la Liga sin ninguna victoria fuera de casa. Aunque ellos han sumado nueve empates, consiguiendo un punto más que el Levante, el peor visitante de Primera (seis puntos). 

De los tres peores equipos como visitantes, dos han descendido a Segunda. El Sevilla se salva de la quema por los espectaculares números en casa (catorce victorias y un empate) y ha llegado a la séptima plaza que le dará acceso, gane o pierda la Copa del Rey, a la UEFA Europa League. Sin embargo, es obvio decir que se ha quedado tan lejos de plaza de Champions League (doce puntos) por esos bajos números lejos del Pizjuán. Ganar fuera es igual de importante que en tu casa, donde el Rayo ha quedado en la 12ª posición.

8. Inestabilidad en el arco

La mencionada lesión de Toño complicó el panorama a Paco Jémez. Tras ser el guardameta con más titularidades (21) en su primera temporada en Vallecas, en la que también sufrió el acoso de lesiones leves pero recurrentes, había empezado de nuevo con fuerza bajo los palos. Solo se ha perdido una titularidad, por expulsión, en las primeras once jornadas. Mas su rotura de ligamento cruzado ante el Granada a principios de noviembre supuso el fin de su temporada y provocó una revolución.

Juan Ignacio Lechuga - Vavel
Juan Ignacio Lechuga - Vavel

Con Cobeño en fuera de juego toda la temporada por problemas en la espalda, el Rayo se quedaba sólo con Juan Carlos. Para acompañar al ex del Córdoba llegó el valencianista Yoel Rodríguez, quien era el cuarto portero para Nuno Espirito Santo por detrás de Jaume Domènech, Matthew Ryan y Diego Alves. Pocas semanas después, el gallego era titular por delante de Juan Carlos. Sin embargo, ni Yoel y Juan Carlos tuvieron la plena confianza del técnico:

El portero del Rayo 2015/16
Periodo de jornadas Guardameta
1-2 (roja) Toño
2-3 Juan Carlos
4-11 (lesión) Toño
11-13 Juan Carlos
14-19 Yoel Rodríguez
20-27 Juan Carlos
28-29 Yoel Rodríguez
30-37 Juan Carlos
38 Yoel Rodríguez

Además de para crear un nexo con los defensores (las piedras de una muralla tienen que conocerse para ser más sólidas) y también para la autoconfianza del protagonista, la salida de balón del Rayo implica en el arquero mucha seguridad en su juego de pies para que el acierto sea alto. Aunque Yoel era más especialista que Juan Carlos en esta materia, fue el de Guadalajara quien más encuentros acabó jugando más (21-9).

9. Errores repetidos

Los equipos de Paco Jémez siempre son atrevidos y ofrecen una buena cuota de goles a favor. Sin embargo, también muestran, año tras año, los mismos defectos personificados en errores individuales en la salida de balón que terminan costando caro a sus tanteos. Aparte de los errores en salida, siempre más frecuentes en la primera que en la segunda vuelta, se dan los errores que se pueden producir cuando se tira la línea defensiva a la altura del centro del campo.

Para salir jugando desde atrás raseando el esférico y presionar arriba al rival cuando ellos empiezan la jugada sin permitir que los rivales aprovechen los espacios hay que ser casi perfectos para no abrir puertas que deben permanecer cerradas. Sin embargo, si se echa la vista atrás y se comparan las cifras goleadores de la era Jémez, no parece que este haya sido el principal problema. Es el año que más goles se han marcado consiguiendo el segundo mejor golaveraje de la etapa del grancanario. 

Goles en la era Jémez
Temporada A favor En contra Golaveraje (Puesto final)
2012/13 50 66 -16 (8º)
2013/14 46 80 -34 (12º)
2014/15 46 68 -22 (11º)
2015/16 52 73 -21 (18º)

10. Esprín final adverso.

No se puede llamar azar al fútbol, al deporte en general. Se puede ganar, empatar o perder. Sin embargo, en las últimas jornadas pareció que todo se ponía en contra para que el Rayo perdiese la categoría. Tras ganar al Villarreal en la jornada 33, los madrileños se ponían cinco puntos por encima del Sporting de Gijón, entonces 18º. El descenso parecía lejano e incluso Jémez aventuraba que la permanencia estaba conseguida "en un 90%"

Sin embargo, todo lo que se podía complicar, ocurrió. En la siguiente jornada, el Málaga empataba el 0-1 con un gol en el descuento de Federico Ricca. Después, el Real Madrid de Gareth Bale les remontaría un 2-0 en Vallecas y el Atlético, en un partido muy igualado, les derrotaría por la mínima con un tanto de Griezmann. Aún así, en la penúltima jornada seguían dependiendo de sí mismos aunque la distancia ya era mínima. La desafortunada e ilógica derrota en Anoeta ante la Real Sociedad (2-1) provocó que en la última jornada dependiesen de Getafe y Sporting para lograr una permanencia que nunca llegó.