El Córdoba viajó a Girona para jugar el partido de vuelta de los playoffs después de que el pasado jueves consiguiera imponerse en casa por 2-1. Un resultado positivo, pero que dejaba la clasificación abierta ya que un gol del conjunto catalán dejaba al Córdoba fuera de la lucha por el ascenso. Unos visitantes que salían con el mismo XI con el que salió al Arcángel, con dos delanteros arriba como son Xisco, autor de los dos tantos en el partido de ida, y de Tomás, mientras que en las bandas encontramos a Fidel y Nando.

Primera mitad sin ocasiones

Arrancaba el partido en Montilivi con ocasiones para ambos conjuntos, la primera para Lejeune para los locales y por su parte, Raúl de Tomás para los andaluces en un contragolpe que no ponía en grandes aprietos a Becerra.

Continuó dominando el Girona y aguantando los visitantes, que llegaban tímidamente al área gerundense con ocasiones de Fidel y Nando por las bandas. Un Córdoba muy bien plantando en defensa y sabiendo aguantar el resultado, frente a un Girona que lo seguía intentando con centros a Lekic. No sería hasta el minuto 22, con Cristian Herrera que metía un balón al área para el remate del delantero yugoslavo y  que finalmente Deivid mandaba a córner, cuando disfrutaríamos de otra ocasión de gol.

Partido monótono, basado en el ataque de los locales y el aguante de los blanquiverdes y sin grandes ocasiones en los minutos posteriores. Llegaría la más clara del partido ya al borde del descanso, con un balón colgado de Borja García que Lekic cabeceaba a las manos del portero ghanes, perfectamente colocado y que salvaba un gol vital que suponía comenzar la segunda mitad fuera de la lucha por el ascenso.

45 minutos y todo por decidir

La segunda mitad comenzó con un doble cambio en las filas del Girona, Granell salía por Eloi Amagat y Sobrino por el mejor hombre del partido hasta entonces, Dejan Lekic. 

Empezaría la segunda mitad como acabó la primera, con el asedio del equipo local, y a los tres minutos del inicio Cristian Herrera ya ponía en aprietos al guardameta cordobesista, sin duda uno de los mejores en el partido de hoy. Pero el Córdoba despertaría con el paso de los minutos, y Xisco Jiménez sería el que avisaria ahora con una jugada iniciada por Fidel que el balear no pudo rematar. Sin embargo, y tras un remate de De Tomás, el delantero referencia del Córdoba y goleador en el partido de ida, Xisco, conseguía el primer tanto del partido tras un gran cabezazo a pase de Caballero; un gol que daba prácticamente el pase a los suyos con un global a favor de 3-1.

Aún así el Girona no se vino abajo y continuó acercándose al área visitante, defendida por una zaga que ha obrado muy bien en el día de hoy a pesar de la baja de Stankevicius. Tanto era así que en el 66, con un gran disparo desde la frontal ante el que poco podía hacer Razak, el ex cordobesista Borja García imponía el empate en el marcador y daba esperanzas al conjunto gerundense a falta de 20 minutos. 

Jarro de agua fría para el equipo de Oltra, que introducía a Victor Pérez por Xisco para dar solidez atrás. Pero este sólo era el inicio de la pesadilla, continuaba con la misma dinámica el partido hasta que en el minuto 80 Aday, cayédose ya en el remate, coseguía el gol que mandaba el choque a la prórroga y, en caso de que ninguno de los dos marcara en el tiempo extra, suponía la victoria de Girona.

Soportando a un Girona que iba a por el tercero y totalmente fuera del partido, así aguantó el Córdoba hasta el pitido final en el 92´.

Prórroga de infarto

El tiempo extra no pudo comenzar de peor forma, el lateral del Córdoba Marius Stankevicius era expulsado por doble amarilla, dejando al Córdoba con uno menos a los cinco minutos. Hecho que podría hacer pensar que condenaba a los califales, pero todo lo contrario. El Córdoba se vino arriba, especialmente en la segunda mitad de la prórroga, e intentaron por activa y por pasiva marcar el tanto del empate, aunque sin resultado para desesperación de Oltra.

Por su parte los de Machín aprovechaba los contragolpes y pudo decidir el encuentro hasta en dos ocasiones; con un remate al que no llegaba Herrera y con un mano a mano de Sobrino que mandaba fuera. Tendría el gol también Raúl de Tomás en el minuto 116 con un cabezazo que blocaba Becerra, y sería en la jugada posterior, con un mano a mano ante Razak, cuando Cristian Herrera introducía el balón en la portería visitante imponiendo el 3-1 final que metía al Girona en la final contra Osasuna. 

Partido que terminaría con una gran ocasión desperdiciada por Borja García a los 120 minutos y con un Córdoba destrozado, que había tenido el pase a la gran final hasta el minuto 80. 

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