Campeón de Liga, pichichi del torneo y la esperanza del aficionado culé en los momentos más oscuros. El delantero uruguayo del Fútbol Club Barcelona ha sido el elegido por los lectores de VAVEL tras los votos a través de la red como mejor jugador de la pasada temporada 2015/16 por delante de otras grandes estrellas del fútbol español como Cristiano Ronaldo, su compañero de equipo Lionel Messi o el jugador francés del Atlético de Madrid Antoine Griezmann.

Cuarenta goles en treinta y cinco partidos y, por primera vez en cinco años, el pichichi se alejaba de las manos de Messi y Cristiano Ronaldo. Luis Suárez apareció como un ciclón y tras un brillante final de temporada aseguró el trofeo como máximo goleador y, lo que es más importante aún, ayudó a los suyos a sumar una nueva Liga a las vitrinas del Camp Nou.

Clave en los momentos importantes

Imprescindible en el primer tercio de temporada. Tras la lesión de Messi y las derrotas en Vigo y Sevilla fueron Neymar y especialmente Suárez quienes se encargaron de remar por el equipo en una situación delicada. Las lesiones y la sanción de la FIFA hacían del calendario y el escaso número de efectivos una prueba de fuego para los de Lucho en la pelea por todos los títulos. Los goles del charrúa y la magia del brasileño permitieron a los culés llegar líderes a la vuelta de Leo, asaltar el Mundial de Japón y alcanzar los octavos de final de la UEFA Champions League.

MVP del Mundialito de clubes. Tras silenciar el Bernabéu en el famoso 0-4, Luis Suárez se comenzó a dar muestras de que estaba ante su gran año tras una soberbia actuación el el Mundial de Japón del pasado mes de diciembre. Doblete en las semfinales y de nuevo en la finalísima ante River Plate. Elegido mejor jugador del torneo, Suárez pasaba de ser un escudero de Messi a convertirse en actor imprescindible. 

Media Liga lleva su nombre. Tras las derrotas ante Real Madrid, Real Sociedad y Valencia, Luis Suárez selló la Liga. 14 goles en 5 partidos. Dos póker y un hattrick. El final de temporada del ex delantero del Liverpool permitió a los culés levantar una Liga que parecía haberse escapado pero en la que el uruguayo nunca dejó de creer.