Se acabó el sueño, el mal sueño, para el Zamora. Lo que hace un mes eran camisetas de campeones y celebración por todo lo alto, ahora es una tragedia donde el gran perjudicado es el Zamora CF. El equipo rojiblanco no sabe desquitarse y despertar de aquel primer partido en Jaen y el eco de aquella pesadilla termina por fundir a un equipo zamorano que consumió este domingo la gran decepción y jugará otro año más en Tercera División.

La cara es para la UD Mutilvera. Para los navarros todavía no acaba este sueño, este gran sueño. El equipo de Jauregui sigue adelante en su camino hacia la división de bronce sin mirar hacia ningún lado. El equipo navarro apeó esta vez al Zamora con una eliminatoria completísima y que acabó por poner la guinda con esta victoria en el Ruta de la Plata. 0-2. Gran partido y a esperar rival por méritos propios.

No soplaban aires de remontada

A diferencia que ante el Mancha Real, el Ruta de la Plata no presentó su mejor cara para este, si cabe, más importante partido.  Pobre entrada para un partido de vida o muerte, algo significativo de la confianza que ha acabado por dar el Zamora. El estadio de la capital zamorana, que acongoja con su presencia desde fuera, es sino al final un campo donde los rivales en vez de asustar se crecen. Ni las dimensiones ni el público fueron un hándicap negativo para la Mutilvera que fue mejor y tuvo las ideas más claras.

El Zamora tuvo la intención de serenarse en el inicio tras los duros ganchos recibidos semana tras semana que le tenían en estado de shock. Miguel Losada quiso imponer esa tranquilidad como base para un mejor funcionamiento y un juego elaborado desde atrás. Ello hizo dudar al equipo en el inicio de sus jugadas y verse varios errores de entregas. El nuevo técnico quiso comenzar quitando la losa del nerviosismo pero era un imposible.

Aun así el Zamora con nada llegaba arriba.  Un gol anulado a la salida de un córner pudo cambiar la historia del partido pero no es el mes del Zamora. Aarón y David Álvarez creaban peligro desde los costados aunque en zonas muy lejanas a la portería. El propio Aarón, muy activo en esta vuelta al once, fue quien más claro lo tuvo y enseñó, aunque sin puntería, que los goles llegan disparando a puerta.

Sin embargo, la Mutilvera iba a crecer poco a poco, y la defensa zamorana iba a ayudar a que los navarros lo hicieran y llegaran sin esfuerzo. Sin hacer ruido, los navarros pudieron sentenciar la eliminatoria mucho antes   y perdonaron dos claras ocasiones en dos acciones prácticamente seguidas antes de la media hora. En las dos la superioridad en ataque y la vulnerable espalda de la zaga fueron principales causas. Una no fue rematada por desacierto en el pase de la muerte, la segunda la desbarató Miguel.

El rejón de la muerte

La segunda parte el Zamora salió con un plus de motivación y pareció haber cambiado el chip tras el descanso. Se echó sobre el equipo de Jauregui y tuvo la ocasión más clara nada más empezar. Nacho Huertas y David Álvarez conectaron bien en el área, y el centrocampista se plantó contra el meta Edu de Prados que salvó a su equipo con una gran parada. Una ocasión que pudo volver a cambiar la historia del partido, pero que quedó en oasis en un terreno seco y que pasó a ser dominado por la Mutilvera  y un Cisneros espléndido.

El mediocentro taponó el centro del campo y organizó el juego de un equipo navarro que comenzó a crecer pese al susto. Los ataques anteriores proyectados por el juego entre líneas de Ibero y el desparpajo de Ederra, comenzaron a ser más elaborados. El Zamora no supo multiplicarse y tan solo algunas internadas de Coque fueron la respuesta. A los diez minutos llegaba el primer gran susto. La defensa rojiblanca era un manojo de nervios y Adrián se quedó solo con Miguel que sacó una mano milagrosa que salvaba de la muerte a su equipo. Lo que no sabía es que solo había alargado la agonía.

Tan solo un par de minutos después otra internada del ataque visitante acabó en penalti. Álvaro de la Iglesia, que acabó pidiendo perdón a la grada en su cambio, derribó a Ederra dentro del área y dejaba la eliminatoria temblando. Etzeder no falló y la Mutilvera veía más cerca su sueño, el Zamora más lejos su despertar. Más aun cuando, en la enésima llegada en uno contra uno ante Miguel, Ederra no fallaba y cerraba el telón.

Todo lo que quedó de partido fue una tortura local y un disfrute visitante que jugaba a merced de un cadáver que aguantaba los gritos en contra de su afición e intentaba sacar el orgullo en busca de un gol que tan solo se acercó en un disparo al larguero de Josema. El capitán Miguel, Rubén Moreno y pocos jugadores más se quedaron aguantando el chaparrón sobre el césped tras el pitido final, mientras que la Mutilvera disfrutaba tras haber pasado de ronda. El sueño de unos continua, la pesadilla de otros parece no terminar.

 

Zamora (0) Mutilvera (2)
 
 
Miguel 6 Edu de Prados 7
Álvaro de la Iglesia 3 Artaso 5
Edu Ruiz 4 Javi Álvarez 6
Josema 4 Albisu 8
Coque 5 Yasin 5
Juanan 5 Guembe 6
Vilchez 4  Cisneros 8
Aarón 6 Ezteder 6
David Álvarez 6 Ederra 8
Nacho Huertas 5 Ibero 7
Nata 4 Adrián 6
Sustituciones
Manu Moreira 4  Iván Martínez 6
Raúl 5 Mikel 6
- - Yosu 5