El CD Leganés se ha visto inmerso en una temporada que será difícil de olvidar para todos los aficionados blanquiazules. Los pupilos de Garitano han trabajado, han luchado, pero también han sabido soñar para conseguir un objetivo que parecía un idilio, pero que se convirtió en realidad.
Los inicios no son fáciles
Con muchas caras nuevas en la plantilla, el CD Leganés comenzó su andadura en la Liga Adelante, sería la segunda temporada consecutiva de los pepineros en la categoría de plata desde que consiguieran el ascenso.
No obstante, los comienzos nunca son fáciles, por lo que en su estreno en la temporada, los hombres de Asier Garitano fueron derrotados ante un Almería que en apenas media hora ya les había endosado tres goles. La reacción pepinera llegó excesivamente tarde, por lo que, los madrileños empezaron la Liga de la peor manera posible. Sin embargo, esto no es como empieza, sino como acaba. Con esta primera derrota grabada en la retina, el 'Lega' se estrenó en Butarque con una victoria ante el Córdoba, pero tras ello, tuvo que afrontar dos salidas que se saldaron con un empate ante el Zaragoza y una derrota ante el Osasuna.
Los partidos iniciales no estaban dejando muy buen sabor de boca a los aficionados que veían como su equipo no acababa de adaptarse. Para más inri, una oleada de empates asoló al conjunto blanquiazul y a pesar del descontentó que generó, al final, como se ha ademostrado, lo importante en una competición como la Liga Adelante es sumar. Esta racha de cinco empates consecutivos fue acabada de la mejor manera posible: con una contundente victoria ante el equipo vecino. Así, el Leganés venció de forma contundente al Alcorcón, merced de un doblete de Guillermo y otro tanto de Alexander Szymanowski.
A partir de este momento y tras la derrota que sucedió al derbi, el conjunto blanquiazul dio un golpe en la mesa y cerró la primera vuelta de la mejor manera posible. Con un gran juego logró vencer al Bilbao Athletic, además del Numancia, el Nàstic, el Llagostera y el Mirandés. Por otra parte, logró rasgar un punto de los duelos ante el Huesca y el Real Oviedo.
Soñando también en Copa
La participación en el torneo del KO para equipos tanto de la categoría de plata como de la de bronce es un motivo de alegría, ya que no solo pueden recibir la visita de equipos de Primera División, sino que, además, los jugadores menos habituales tienen la oportunidad de lucirse.
Así el CD Leganés afrontaba su participación en la Copa del Rey y para hacerse un hueco en ella, tuvo que apear de la segunda ronda al Tenerife, al que consiguió ganar por 2-0, merced de los tantos de Omar Ramos y Alexander Szymanowski. La solidez y el tesón fueron claves para que el Leganés lograra acceder a la tercera fase de la competición en la que se debía ver las caras ni más ni menos que con el Alavés.
No obstante, el combiando pepinero quería permitirse el lujo de que un equipo de Primera visitara Butarque, por lo que mostrando una de sus mejores versiones, los pupilos de Asier Garitano vencieron a los de Bordalás con las dianas de Gabriel, Galarreta y Rubén Peña. El Alavés quiso reaccionar con un gol de Laguardia cuando aún quedaban minutos de partido. Sin embargo, el marcador de Butarque acabó por señalar un 3-1 favorable a los locales.
Tras superar la tercera ronda, llegaba el momento de cruzar los dedos, ya que un equipo de la Liga BBVA sería el encargado de batirse con el Leganés para seguir luchando en Copa. El conjunto que deparó el sorteo fue el Granada que por aquel entonces dirigía Sandoval. Así, el primer duelo se produjo en Butarque y los madrileños se impusieron por 2-1 en un choque en el que pudieron sentenciar la eliminatoria, pero que, por desgracia para ellos, la dejaron excesivamente abierta.
Todo se decidiría en Los Cármenes, donde el Granada, mostró una mejor versión que la que dio en el feudo blanquiazul, por lo que, a pesar de encontrarse con un Leganés entregado, los andaluces vencieron por la mínima, lo cual fue suficiente para acabar con la andadura pepinera en Copa.
Un Leganés imparable
Con un Leganés en su mejor momento, comenzó la segunda parte del campeonato. Era el momento de luchar por regalar algo bonito a los seguidores blanquiazules. Para comenzar con buen pie y vengarse por el último enfrentamiento entre ambos, los pepineros lograron imponerse al Almería. También lograron vencer al Córdoba, aunque su visita a Zaragoza se saldó con una derrota. No obstante, este no era el 'Lega' que comenzó la Liga en el mes de agosto. Los hombres de Garitano sabían recomponerse, por lo que tras ello, consiguieron cosechar cuatro victorias seguidas ante Osasuna, Lugo, Alavés y Albacete.
La victoria ante el Alavés no solo hizo que el Leganés se hiciera con los tres puntos sino que, por primera vez en su historia, colocó a los madrileños en el comando de la clasificación. A pesar de ello, Garitano insistía en que su objetivo seguía siendo obtener cuanto antes la salvación matemática.
Con la llegada del mes de marzo y la visita del Tenerife a Butarque, este dejó de ser inexpugnable y tras un año en el que ningún visitante había logrado salir vencedor, los canarios se hicieron con tres puntos de oro. La vida seguía, pero parecía que el Leganés había cogido cierto mal de altura, por lo que se repartió los puntos ante el Girona y el Elche y fue derrotado con contundencia ante el Mallorca. La victoria que tanto necesitaba el 'Lega' llegaría ante el Valladolid. No obstante, cuando los blanquiazules podían dar un golpe en la mesa y alejarse de los perseguidores que hacían peligrar su liderato, el Alcorcón se interpuso en su camino y le doblegó sin ningún tipo de pudor.
Tan solo restaban ocho partidos para alcanzar la gloria o por el contrario, para morir en la orilla. No era momento para lamentaciones, es por ello que los pepineros tiraron de garra y orgullo para vencer a la Ponferradina y al Bilbao Athletic. Hicieron lo propio logrando trabajados empates ante el Numancia y el Nàstic. Sin embargo, el Huesca se convirtió en el segundo equipo que ganaría en Butarque en lo que acontecía de temporada.
Había que seguir remando y el 'Lega' así lo hizo. La afición enloquecía con los suyos y su aliento fue indispensable para que los pepineros se impusieran por la mínima ante el Real Oviedo. Así, llegaba el último partido en Butarque en el que, el Leganés podía convertirse en equipo de Primera. Sin embargo y a pesar de vencer al Llagostera, los resultados de los rivales no acompañaron y los blanquiazules tendrían que jugársela en Miranda de Ebro. Fue allí donde el sueño se hizo realidad y el Leganés alcanzó la tan merecida gloria que llevaba buscando durante muchas jornadas.
Salto cualitativo
El CD Leganés no va a olvidar fácilmente el sábado 4 de junio de 2016, fecha en la que hizo historia en la ciudad burgalesa de Miranda de Ebro.
Todos los ingredientes fueron propicios para el mejor de los finales: depender de sí mismo para conseguir el ascenso a la máxima categoría, sumado a un espectacular ambiente con el que tiñó la afición blanquiazul el Estadio Municipal de Anduva con más de 1.000 seguidores.
Más de 1.000 aficionados acudieron a Miranda de EbroPresión, pero sobre todo, ilusión por hacer algo grande, fueron los alicientes para los pupilos de Asier Garitano que saltaron al césped burgalés con la intención de demostrar que lo suyo no era una casualidad, que habían llegado hasta esta situación por méritos propios, habiendo realizado un gran trabajo y sacrificio durante toda la campaña.
Y se cumplieron con creces esas expectativas: tras unos primeros minutos de tanteo que sirvieron para soltar los nervios e inquietud iniciales, el 'Lega' se hizo con las riendas del encuentro dominando la posesión del balón desde el primer minuto y gozando de las mejores opciones de haber abierto el marcador en los pies de Rubén Peña y Alexander Szymanowski, que fue, sin duda, uno de los hombres más destacados del conjunto pepinero en la importante cita.
Todo apuntaba a que el choque, como ya advirtió Asier, no se iba a decidir ni por 0-4 ni por una goleada amplia, si no "sabiendo sufrir" y manteniendo la compostura a la que tuvo acostumbrados a todos los aficionados y a sus jugadores. El gol se hacía esperar tras varias ocasiones dispuestas por los pepineros y los primeros 45 minutos concluyeron con el resultado inicial. El rival, el CD Mirandés, no tenía en liza ningún objetivo de importancia para sus intereses, pero sí la siempre respetable y deseada profesionalidad que supone ser jugador que practique este deporte, por ello era bien sabido que los locales no iban a regalar absolutamente nada a pesar de esta circunstancia.
Pablo Insua marcó el gol del ascenso Y tanto llegó el cántaro a la fuente, que en el minuto cuatro de la reanudación, un joven defensa central coruñés de nombre Pablo y de apellido Insua, cabeceó al fondo de la red un preciso lanzamiento de córner lanzado por David Timor. El centrocampista valenciano proyectó el balón desde sus pies con toda la intención para que el ya héroe del partido cabecease el esférico a las mallas del marco defendido por Raúl Fernández y desatara la alegría incontenible tanto de la afición pepinera allí presente como de la ciudad de Leganés, que anhelaba gritar con todo su alma el gol que permitiese a su equipo alcanzar un sueño, ciertamente al alcance de muy pocos.
Un tanto que permitió obtener buena dosis de sosiego a los de Garitano durante los 41 minutos que restaban para la conclusión del encuentro. Lo más difícil estaba hecho: abrir el marcador.
No sin sufrimiento, el CD Leganés fue capaz de acometer las embestidas de un rival en búsqueda de, al menos, despedir la temporada ante su afición sin una derrota. Raúl Fernández, el guardameta local, se convirtió (en el peor momento posible para los madrileños) en el mejor jugador del CD Mirandés, desbaratando sendas ocasiones de Jorge Miramón y Gabriel Pires, haciendo así interminables los minutos restantes para que el equipo madrileño certificase la victoria más importante de su historia de fundación, allá por 1928.
Pero el fútbol sentenció, y a eso de las diez y veinte minutos de la noche, el CD Leganés tocó definitivamente el cielo de los más grandes para delicia de toda una ciudad y sus aficionados. El pitido final del riojano Ocón Arráiz fue el broche perfecto a una temporada sobresaliente de una generación de jugadores que han permitido que el club del sur de Madrid se incorpore por primera vez en su historia a la mejor liga del mundo y que clubes de la magnitud del Real Madrid, FC Barcelona, Atlético de Madrid, Athletic Club, Sevilla CF, Valencia CF, entre otros, visiten Leganés y su estadio de Butarque en la temporada 2016/2017.
Un proyecto, el de Primera División, merecido y apetecible para un club con los deberes bien hechos durante todo el año y que posee elementos capitales para la consecución del éxito en el camino que tiene por delante: un entrenador con experiencia, un equipo y cuerpo técnico sólidos y una afición de Primera División.
El estilo 'Garitano'
El estilo de Asier Garitano, durante su tercera temporada con el CD Leganés, se ha caracterizado por una idea clara de priorizar el colectivo antes las individualidades. Trabajo intenso del grupo, confianza en todos los jugadores y promover una sólida unión del vestuario, han sido las señas de identidad de las ideas plasmadas por parte del preparador guipuzcoano.
Desde la primera fase, el vergarense apostó por dar minutos a todos los jugadores de la amplia plantilla con la que ha contado, a sabiendas de que esta segunda temporada en la División de Plata (tercera suya en el club) iba a ser duradera, intensa y muy exigente en lo que al aspecto físico y emocional se refiere.
En vista de esta previsión, hasta 24 jugadores distintos ha podido alinear el técnico, debido principalmente a que el club no sólo ha disputado la competición liguera al máximo nivel, sino que además pudo alcanzar los dieciseisavos de final en la Copa del Rey, ronda en la que ofreció una gran imagen ante un conjunto de Primera como el Granada CF.
A partir del ecuador de la primera vuelta, la alineación habitual de Asier tuvo constantes tanto en la portería como en la línea defensiva, representadas por Jon Ander Serantes, Martín Mantovani, Pablo Insua, César Soriano y el sevillano Víctor Díaz. Unai Albizua y Unai Bustinza se convirtieron en complemento de esta línea defensiva cuando las circunstancias lo requirieron por diversos motivos: lesiones o sanciones por cumplimiento de ciclos de amonestación.
En el centro del campo, Alberto Martín comenzó siendo el hombre habitual como mediocentro de contención, junto con Lluis Sastre, Gabriel Pires y Omar Ramos y Alex Szymanowski en banda derecha e izquierda respectivamente. Como atacante, Guillermo se convirtió en el jugador habitual en punta de ataque, con 1414 minutos disputados en total. Una larga lesión tuvo al joven delantero bilbaíno alejado de los terrenos de juego varias semanas, circunstancia que dio cabida a la inclusión del abulense Rubén Peña como hombre referencia del ataque pepinero. 1662 minutos ha disputado el joven extremo, reconvertido a delantero, con una buena cifra final de ocho goles anotados con el CD Leganés.
Muy a tener en cuenta fue la apuesta de Garitano por una de las incorporaciones del mercado invernal, en detrimento de Alberto Martín, que fue la de David Timor, centrocampista que se hizo con un hueco fijo en el plantel titular en el que ha compartido dupla indiscutible en el doble pivote junto con Lluis Sastre. Un refuerzo de garantías el del valenciano, que ha cuajado actuaciones muy completas en la segunda fase de la competición. Menos suerte tuvo Asdrúbal Padrón, delantero cedido por la UD Las Palmas, que por culpa de una lesión ha podido disputar pocos encuentros en la última fase de la temporada, consiguiendo en ellos un gol.
Alineación habitual de Asier Garitano en la temporada 2015/2016 con el CD Leganés:
El gran número de encuentros disputados en la campaña (incluyendo la pretemporada) propició que Garitano tuviese que realizar obligadas rotaciones con el uso de jugadores menos habituales como Luis Ruiz, Toni Dovale Alain Eizmendi, Paco Candela, Borja Lázaro y Jorge Miramón. Este último, con actuaciones notables en los últimos encuentros, hecho que le supuso disputar los tres últimos encuentros en el once inicial ante Real Oviedo, UE Llagostera y CD Mirandés.
El guardameta Queco Piña fue el titular en los enfrentamientos de Copa, en los que el gallego rindió también a buen nivel.
En líneas generales, el mérito destacable de la filosofía del fútbol que tiene Asier Garitano, ha sido la capacidad de compensar el nivel del bloque de jugadores durante toda la temporada, consiguiendo así la inexistencia de fisuras entre los más y los menos habituales, hecho que ha propiciado confianza y motivación en el grupo para que el nivel de juego del equipo no se resintiese en ninguna fase de la competición. Hito meritorio el logrado por un líder que continuará hasta el año 2018 en el CD Leganés, un tipo que ha demostrado máxima tranquilidad y saber hacer en la gestión de un vestuario, claves, sin duda, del éxito de que este CD Leganés haya conseguido un ascenso que le permita militar la temporada 2016/2017 en la Primera División del futbol español.