Parece que 2005 fue hace un suspiro, pero nos separa de él más de una década. Por aquellas fechas el Dépor de las cinco temporadas consecutivas en Champions todavía tenía reciente la exhibición contra el Milan de Shevchenko y compañía, o la paralización de A Coruña el día de la vuelta de las semifinales frente al Porto que acabaría proclamándose campeón de Europa. Sin embargo, durante ese año ya se empezaron a atisbar los primeros signos del final del gran ‘Euro Dépor’, tras una participación mediocre en la máxima competición continental (ni un solo partido ganado en la fase de grupos) o una actuación liguera que, a pesar de no llegar a ese nivel de fracaso, no fue ni por asomo comparable a los subcampeonatos y terceros puestos de las temporadas de principios de los 2000.

Joaquín Caparrós sustituyó a Jabo Irureta en 2005El final del curso 04/05 significó también el de la estancia de Jabo Irureta en el banquillo del Deportivo, dejando paso al hombre que se encargaría de ponerlo todo patas arriba: Joaquín Caparrós. El andaluz se encontró en la frente la misión de minimizar lo máximo posible aquel cambio de tornas de un equipo que se había acostumbrado a ser grande, y durante su primer año contó para ello con una porción generosa de los hombres que habían logrado ese estatus. Jugadores como Molina, Joan Capdevila, Enrique Romero, Sergio González, Víctor o Diego Tristán que además asumieron la difícil tarea de intentar hacer olvidar los retiros de Mauro Silva y Fran, grandes iconos del ‘Súper Dépor’ de los 90; o  afrontar la venta al Newcastle de un jugador importante como Albert Luque.

El innovador y rupturista Caparrós no tardó en encontrarse con conflictos derivados de su forma de trabajo y exigencias. Aldo Duscher se convertiría en la primera diana del técnico nada más comenzar su andadura en el Deportivo. De ello habla Lionel Scaloni en entrevistas con la prensa: “Yo soy consciente de que a Duscher le dijeron que se buscara equipo al cuarto día de pretemporada. Agarré al segundo entrenador y le dije que le mirara bien, que llevaba cuatro años esperando la oportunidad de que se va Mauro Silva, y es su suplente natural, un fenómeno. Me dijo que estaba pasado de peso y querían que se fuera. Después fue una pieza fundamental”.

En efecto, Duscher gozó de 31 titularidades durante la temporada 05/06, perdiéndose el resto de partidos bien por acumulaciones de tarjetas o por mínimas rotaciones. Aquel equipo acabaría octavo, mejorando mínimamente en puntuación al del año anterior; pero si los signos ya se veían atisbando en el horizonte, aquel verano sí significó el final definitivo del ‘Euro Dépor’. Sin que Caparrós intentara nada para impedirlo, y con la excepción de Capdevila y el propio Duscher (que lo haría al año siguiente), todos los jugadores nombrados anteriormente abandonaron A Coruña por fin de contrato o traspasos a otros clubes. Scaloni incluido.

El 'Baby Dépor' convirtió en protagonistas a jugadores jóvenes con poca experiencia en PrimeraComenzó así la era del ‘Baby Dépor’, correspondiente a la temporada 06/07, una especie de ‘reset’ de la plantilla que tomó tintes exagerados. La política de fichajes se desvió a la búsqueda de jugadores jóvenes sin apenas experiencia en Primera División, además de medianías. Entre otros, viajaron con destino A Coruña Juan Rodríguez, proveniente del Málaga; Antonio Barragán, un prometedor lateral; Iván Sánchez-Rico ‘Riki’, delantero del Getafe; Cristian Hidalgo, Sergio Rodríguez ‘Rodri’ y Joan Verdú, del filial del Barcelona; gente con algo más de experiencia como Rodolfo Bodipo y Dudu Aouate, del Alavés y el Racing de Santander; o jugadores que con el paso de los años sí crecerían considerablemente en el mundo del fútbol como Adrián López, Álvaro Arbeloa o Filipe Luis. De estos últimos, de todas maneras, solo fue fijo con Caparrós el que a la postre se convertiría en campeón del Mundo en Sudáfrica, al menos hasta que el Liverpool llamó a la puerta de Plaza de Pontevedra en el mismo mercado invernal. Todos aquellos jugadores se unían a otros experimentos de la temporada anterior, como los de los señores Sebastián Taborda, Julian De Guzmán o Javier Arizmendi; respaldados por los pocos pilares que aún quedaban de la anterior etapa: Sergio, Valerón o Manuel Pablo (antes de sufrir sendas lesiones).

De izq. a derecha y de arriba a abajo: Aouate, Riki, Juan Rodríguez, Coloccini, Lopo, Arizmendi, Arbeloa, Barragán, Sergio, Cristian y Capdevila. Foto:  Jesús Sancho.
De izq. a derecha y de arriba a abajo: Aouate, Riki, Juan Rodríguez, Coloccini, Lopo, Arizmendi, Arbeloa, Barragán, Sergio, Cristian y Capdevila. Foto: Jesús Sancho.

El proyecto del ‘Baby Dépor’ no empezaría nada mal. Tras las primeras jornadas de competición el equipo llegó a ocupar la quinta posición, pero los verdaderos problemas aún no habían aparecido. Aquel equipo demostró ser excesivamente sensible a las rachas, que desafortunadamente fueron más negativas que positivas. De todas formas, el gran buque insignia de los puntos débiles no fue otro que la falta de gol. Cristian y Riki, las grandes apuestas para la delantera, marcaron cuatro entre los dos durante una temporada que condecoró a Javier Arizmendi como pichichi deportivista con apenas cinco dianas. Le seguiría Juan Rodríguez con cuatro, cifra a la que también llegaría Joan Capdevila a pesar de desempeñarse en el lateral. Ni siquiera las pocas buenas noticias que fueron apareciendo tuvieron continuidad a corto y medio plazo, como las titularidades del coruñés Iago Iglesias.

Aquel Deportivo acabaría 13º, cosechando la posición más baja en Liga desde la 17º posición de la temporada 91/92 o la 12º de la 97/98. Tras dos años de más contras que pros, Joaquín Caparrós abandonaría A Coruña cargando el insatisfactorio resultado de su gran apuesta. El siguiente sería Miguel Ángel Lotina, pero esa ya es otra historia. Bastante más caótica.