El último canterano en firmar su contrato con el primer equipo no parece tener un futuro cierto en la plantilla. Sergi Samper, a juzgar por lo usado por Luis Enrique en pretemporada –tercera opción tras Sergi Roberto y escasas oportunidades- y por las noticias que insistentemente aparecen en los rotativos deportivos españoles, podría abandonar el barco en calidad de cedido en esta su primera temporada en el máximo nivel competitivo.

Lo cierto es que el buen hacer de Samper en las inferiores está fuera de toda duda. De la última hornada de futbolistas crecidos se cuenta entre los mejores. Aunque, seguramente por la categoría actual de la plantilla, quizá la mejor de la historia azulgrana, da la sensación de que su ascenso ha sido más exigido, por su nivel real muy superior al de la Segunda División B y por sus 21 años, que por su explosión, como sí lo fueron otros casos anteriores, en figuras como Guardiola, Xavi, Iniesta, Busquets, Bojan o más recientemente los hermanos Alcántara.

Un perfil al más puro estilo blaugrana

Su polivalencia en la zona media del campo, bien como interior o como medio centro, paliaría las carencias organizativas de cualquier equipo de la parte media-alta de la Liga. Pero este año en Barcelona, tras los fichajes, existe un evidente superávit en la parcela central. Busquets, Sergi Roberto, Iniesta, Rákitic, Denis Suárez, André Gomes, Arda Turan y Rafinha, colman con creces las tres vacantes disponibles en el esquema 4-3-3 de Luis Enrique. Definitivamente, parece que no ha sido un buen momento para el ascenso y la posibilidad de abrirse camino de un canterano.

De permanecer, la aportación que podría dar al equipo sería muy clara. El objetivo inmediato: aprender del mejor, absorber todo lo posible de Sergio Busquets. El fin: sustituirlo en caso de lesión o cansancio y ser su relevo generacional.

Jugando delante de los centrales, como pivote, puede aportar una clara salida de balón a dos toques, ya que agilidad mental e inteligencia en lectura no le faltan, dada su crianza en La Masía y sus condiciones como futbolista.

Un centrocampista con mucho por aprender

Quizá aún debe crecer en jerarquía, liderazgo, dominio de la zona y contundencia defensiva. Sólo los años de participación continuada irán curtiendo todos estos aspectos. Su estatura media (1.81 metros) y su complexión atlética, pero no excesivamente potente le impiden abarcar el terreno que el espigado Busquets consigue cubrir sin grandes problemas, por lo que pulir el correcto posicionamiento en cada jugada, ya sea de ataque o de repliegue, será necesario.

Caerse para volver a levantarse

La toma de decisiones no deja de ser trascendental. Tanto en el FC Barcelona como en equipos que ofrezcan fútbol de posición con un centro del campo en triángulo invertido, el medio centro no podrá permitirse el lujo de errar balones, ya que de ser así todo el sistema se verá gravemente debilitado. Samper, por fortuna para su futuro, parece dominar este aspecto en alto grado.

Tras dos años excelentes en el Barcelona B, con una media de más de 35 partidos jugados, y una quincena de apariciones en el primer equipo, el joven Sergi Samper está preparado para lo que le venga. Si le toca trabajar duro y esperar su momento en la Ciudad Condal, irá decidió a por ello. Si por el contrario pasa a ser el eje de un segundo club durante las siguiente campaña, intentará crecer lo máximo para regresar y triunfar en el equipo de su vida, el FC Barcelona.