El culebrón de Carlos Clerc ha llegado a su fin. Con toda probabilidad se puede decir que Martín ya tiene al carrilero que deseaba, después de que Osasuna y Espanyol cerrasen el acuerdo, al que le faltaban unos pequeños flecos. Osasuna pagará a la entidad perica, no por traspaso, sino por variables y los catalanes se guardan un porcentaje en caso de una futura venta. Osasuna conoce a la perfección al carrilero, pues el año pasado se enfrentó al conjunto rojillo en 4 ocasiones: dos en liga y dos en playoff con el Girona.

Por otro lado, el club rojillo ha incorporado al filial al navarro Julen Arellano, que llega a la entidad rojilla procedente del Athletic de Bilbao. Julen estuvo en las categorías inferiores del club, pero en edad infantil decidió marcharse a La Masía, para formar parte del F.C. Barcelona antes de recalar, el año pasado, en el Athletic de Bilbao. El lateral de Ablitas vuelve a casa tras no haber disputado la cantidad de minutos que le hubiera gustado con el conjunto rojiblanco.

En el apartado de salidas, Martín ha confirmado en rueda de prensa lo que se llevaba especulando durante los últimos días; las salidas de Nino y de Urko Vera. El almeriense recala en la disciplina ilicitana tras rescindir el contrato que le unía a Osasuna. Se marcha un jugador que ha disputado menos partidos en Primera de los que le hubiera gustado y que, tras el descenso del conjunto navarro, se convirtió en el referente ofensivo en Segunda División.

A la de Nino se une también la marcha de un Urko Vera que llegó a Pamplona en el pasado mercado de fichajes de invierno y que no ha cumplido con las expectativas con las que llegó. Se rumorea que tanto el Zaragoza como el Mirandés estarían dispuestos a acometer su fichaje.

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