Iba todo muy bien. La selección de Albert Celades había logrado lo más difícil, adelantarse en Suecia a la actual campeona de Europa sub-21. Un magnífico pase entre líneas de Héctor Bellerín dejó solo a Gerard Deulofeu. El capitán definió a la perfección salvando la salida de Erlandsson, que tocó el balón pero nada pudo hacer para desviarlo. Fue al inicio de la segunda parte y ese gol dio la tranquilidad a los futbolistas españoles para seguir moviendo el balón al son de un Mikel Merino a un nivel extraterrestre. El del Borussia Dortmund estaba en todas partes y su zurda hacía para España y deshacía para Suecia. 

Antes de esto, la primera parte dejó a dos equipos que querían tener la posesión del balón, con un Kristoffer Olsson ultradominante. El capitán sueco dejó muestras de su enorme calidad en cada toque que daba, permitiéndose incluso un caño a Saúl Ñíguez que habrá dolido al del Atlético de Madrid. Los primeros veinte minutos del futbolista del FC Midtjylland fueron de futbolista propio de la élite de este deporte

Poco a poco los hombres de Celades fueron cogiendo las riendas del encuentro y acercándose con peligro a la portería de Erlandsson pero era un encuentro que no iba a ser fácil y, evidentemente, que por algo son campeones de Europa, los suecos tenían sus armas y España no podía olvidarse de defender. Un gol sueco podía significar el fin de las esperanzas rojigualdas.

Con el gol de Gerard Deulofeu pareció que Suecia acusaba el cansancio y, viéndose por detrás en el marcador, no pudo, o no quiso, ir con todo hacia adelante. No quiso, puede, por no recibir más goles y dejar el goal average, que ya está a favor de la 'Rojita', más decantado aún. 

No fue hasta los últimos 15 minutos que los locales decidieron irse con todo arriba, conscientes de que un gol les daba prácticamente la clasificación puesto que dejaban la clasificación del grupo tal cual estaba con un partido menos por jugarse. Y tuvieron la oportunidad de su vida. Y la fallaron. Y, aún así, lograron empatar. Vayamos por partes. 

Corría el minuto 83 de encuentro cuando Pau López pecó de novato y mandó al suelo al delantero sueco dentro del área. Era la situación perfecta para Suecia que, aunque estaba apretando, no daba sensación de peligro. A los once metros se fue Olsson, el mejor local del partido, y falló. Quiso ajustarlo tanto que la cruceta acabó escupiendo el balón. El rechace le cayó a Suecia, que mantuvo la posesión del esférico y acabó provocando un córner. El principio del fin. Saúl quiso despejarlo y el balón superó por arriba a Bellerín, que estaba en el primer palo. La suerte que antes le había sido esquiva a los de amarillo, ahora regresaba en forma de empate en propia puerta. España deberá ganar todo lo que le queda y esperar que Suecia falle en alguno de sus compromisos. Ante Croacia, por ejemplo, que lidera el grupo. Todo puede pasar pero hoy, los de Celades están más fuera que ayer. 

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Sobre el autor
Adrià Jiménez Muñoz
Periodista nacido en Barcelona el año 1993. Tras pasar por Mundo Deportivo, L'Esportiu de Catalunya, RAC1 y Dicen, aterrizo en VAVEL para escribir sobre la selección española y la Premier League. Con ganas de contar historias