En los cinco partidos que había disputado el Real Madrid en la presente temporada, James Rodríguez aún no había participado como titular. En el primer partido, la Supercopa ante el Sevilla, el colombiano no llegó a disputar ni un solo minuto. Y en los tres siguientes partidos de liga -Real Sociedad, Celta y Osasuna-, la participación del diez blanco había sido poco más que testimonial. Pero su entrada en el partido de Champions frente al Sporting de Portugal todo lo cambió. 

Sus grandes minutos, redondeados con una magistral asistencia para que Morata diera los tres puntos a los blancos en el último minuto, le ha servido a James como llave para ser titular frente al Espanyol. El colombiano se aprovechó de las bajas de Gareth bale y Cristiano Ronaldo para entrar en el equipo. Y lo hizo como mediapunta, su posición natural, donde no suele jugar en el Madrid. Esto es debido al 4-2-3-1 de Zidane, alineación que no suele colocar sobre el campo el técnico francés.

James hizo el 0-1 del Madrid al Espanyol con un tiro desde fuera del área.

James Rodríguez se colocó por detrás del punta, Benzema, con Lucas y Asensio a los costados y Casemiro y Modric por detrás en el doble pivote -aunque el brasileño tuvo que abandonar el partido al cuarto de hora tras lesionarse en una acción con Diop-. Con un Madrid atascado, sin mucho fútbol y poca llegada, James se elevó para, en el minuto 47, irse de dos jugadores pericos, con caño incluido sobre Diop, y colocar un tirazo cerca del palo izquierdo de Diego López. El ex guardameta del Madrid se estiró, pero no pudo evitar que la redonda se alojara en su red. Gran manera de James de volver a entrar en el once inicial de Zinedine Zidane.