Tras varios años entre la Primera y la Segunda División, el Deportivo parece asentarse en la máxima categoría del fútbol español. Después de dos temporadas salvándose prácticamente in extremis, este año se intentará lograr la salvación lo antes posible y evitar un final de temporada de infarto. Aún así, tras un inicio de Liga poco alentador, han comenzado a surgir dudas respecto al equipo y su técnico, por lo que hay diversidad de opiniones respecto a lo que podrá lograr el Dépor en el campeonato doméstico y si conseguirá cumplir el objetivo de este año. De momento, ¿Hay razones para ser más optimista o pesimista?

Ser pesimistas, por Andrés Rayo

La situación del Deportivo no es del todo positiva. A pesar de hacer un buen papel en el Calderón, perder por sólo un gol y con un jugador menos por la expulsión de Fajr, cabe destacar que el equipo sigue sin arrancar, y sólo ha conseguido una victoria en lo que va de campaña. Tres derrotas y dos empates (fuera de casa) completan el baremo de resultados. Si bien es cierto que en el deportivismo se viene respirando la idea de que este equipo carburará, y empezará a jugar bien, pues tiene jugadores de gran calidad, lo real hoy día es que cinco puntos de 18 no es suficiente, y la decimosexta plaza en la tabla empieza a escocer. No hay un once claro, ni un estilo definido, y a Garitano se le empiezan a acabar las balas. Andone no es Lucas, por lo que falta un referente arriba, y la derrota ante el Leganés, aunque se diera por mala fortuna, es un hecho que no se puede permitir. Un recién ascendido no puede llegar a un emblemático estadio como es Riazor y llevarse los tres puntos como si nada. El Deportivo ha de ser un equipo top en el fútbol español, y ello empieza con ser un rival inexpugnable en casa. Todo lo contrario a lo que está ocurriendo, pues Athletic y Leganés ya han ganado en Riazor.

La derrota ante el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón se puede entender, incluso se pueden extraer cosas positivas de ese encuentro, de cómo los gallegos aguantaron el resultado con uno menos. Pero, echando la vista atrás a la temporada pasada, cuando el Deportivo empezó a atascarse, se estrelló del todo. Se mostró como un equipo incapaz de darle la vuelta a situaciones adversas. Este año ni siquiera han llegado a empezar bien, por lo que tienen que espabilar, y sobre todo los nuevos tienen que comenzar a sentir lo que es el deportivismo. Por último, parece sorprendente que el buen papel de Marlos en partidos anteriores pasara desapercibido para Garitano, pues no contó para el partido en el Calderón y podía haber sido una buena baza para los contraataques. Otra razón más para ser negativo esta última.

Ser optimistas, por Jose Souto

Seis. Seis son las jornadas que han transcurrido desde el comienzo de la rebautizada Liga Santander. Seis jornadas en las que, si bien es cierto que el Deportivo no ha hecho un gran arranque ni mucho menos, tampoco conviene que se extienda un clima de pesimismo general que se acabe contagiando al terreno de juego.

Es cierto que el Deportivo adolece de una falta de gol preocupante, pero no es menos cierto que la marcha de Lucas Pérez sobre la bocina, y la lesión de su supuesto sustituto, Joselu Mato, a los 20 minutos de debutar, le ha complicado los planes a Garitano, que tiene que reestructurar su idea de ataque, seguramente pensada a medida del delantero de Monelos y que podría haberse parcheado con el lesionado Joselu. Seguramente el Deportivo termine desarrollando nuevos automatismos ofensivos que poco a poco empiezan a verse, más notoriamente desde la entrada en el once del turco Emre Çolak, que parece gozar de la capacidad de dar ese último pase que el equipo parecía necesitar como si fuese agua de mayo.

Tampoco hay que ignorar el detalle de que el Deportivo muestra una y otra vez sobre el césped que es un equipo al que cuesta horrores generar peligro. Salvo los diez minutos para el olvido contra el Leganés y el asedio del Calderón tras la expulsión de Fajr el Deportivo se muestra como un muro. La situación sería preocupante si además de generar poco o ningún peligro el equipo encajase gol con facilidad, pero ni siquiera la lesión de Sidnei ha facilitado esta situación.

En cualquier caso, han transcurrido tan sólo seis jornadas de liga. Se trata de un proyecto deportivo completamente nuevo y hay que tener paciencia más allá de las seis jornadas disputadas hasta el momento, en las que, por cierto, el Deportivo puede presumir de haber competido más que dignamente en todos y cada uno de los encuentros e incluso de haber merecido más en varios de ellos. Cabe esperar todavía que las buenas sensaciones que el Deportivo transmite por momentos en el césped termine por traducirse en puntos con brevedad. Relájense y disfruten, esto no ha hecho más que comenzar.

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Cuenta de la redacción del Deportivo de la Coruña en VAVEL.