El entrenamiento de hoy en A Madroa con la vista puestas en el F.C Barcelona dejó muy buenas noticias para los celtistas. Fabián ha realizado parte del ejercicio de hoy con el resto de sus compañeros. Tal y como ha anunciado el club, lo ha hecho manteniendo alguna limitación, ya que todavía no se encuentra del todo recuperado. De esta forma el jugador chileno entra en la parte final de su recuperación a la espera de recibir el alta médica, que le permita estar a plena disponibilidad de su técnico, Eduardo Berizzo.

Orellana se lesionó a principios de septiembre en un entrenamiento con su selección, Chile, en el anterior parón de selecciones.  Sufrió una rotura fibrilar en el recto anterior del muslo derecho. Una lesión que que cayó como un jarro de agua fría para el equipo, que perdía a una de sus piezas claves para un mes de septiembre que se antojaba muy complicado. Tras un mal arranque Berizzo perdía a uno de los pilares de su proyecto cuando más lo necesitaba, y es que Orellana es la pieza que ensambla todas las demás en el puzle que tiene el Toto hecho en su cabeza. Su técnica, rapidez, regate y visión de juego son esenciales para que la maquinaria celeste rinda a un buen nivel. Por eso que Berizzo lo ha recolocado en la mediapunta, donde puede mostrar mejor su fútbol y repartir el juego por el frente de ataque.

El Celta ha sabido sobreponerse más o menos a este varapalo, gracias en parte a las grandes actuaciones de Tucu Hernández, que ha sabido coger el rol de mediapunta a la perfección. Pero el equipo siguió echando en falta a Orellana, sobre todo en momentos del partido donde el juego se atascaba y faltaba dar ese último pase. Es en esas situaciones, donde el chileno saca todo su potencial y es capaz de desequilibrar un encuentro con un par de quiebros.

Ya falta menos para que vuelva. Si hace diez días, empezó a hace carrera continua, hoy ya se ha entrenado en algunos ejercicios con sus compañeros, siempre manteniendo limitaciones, para no arriesgar más de la cuenta. Berizzo aún no puede contar con él, porque aún no ha recibido el alta médica, pero podría hacerlo a la vuelta del parón de selecciones, tras el que se espera que le den el alta. Los celtistas ya pueden dormir tranquilos, Orellana ya casi está a punto, le quedan los metros finales.