Sábado, pocas horas antes del Deportivo de la Coruña - Real Sporting de Gijón. Los asturianos llegan a Riazor. Se baja Cuéllar del autobús, y nada más pisar tierra, se queda observando con detenimiento la zona donde cantan los aficionados locales. Hasta aquí, todo claro. El problema llega cuando La Nueva España, uno de los medios con más peso en Asturias, publica que esta mirada es un desafío para los aficionados al Depor, Cuéllar se muestra chulo y prepotente.

Esta misma mañana Cuéllar salía a rueda de prensa, simplemente a desmentir la noticia, y a decirle al periodista que firmó la noticia, su opinión acerca de él. Ese sábado, lo que había sucedido, era que a un aficionado del Depor le dió un ataque epìléptico, y Cuéllar, al salir del bus, lo vio, de ahí su fija mirada. Los servicios médicos del Sporting atendieron al enfermo, que se encuentra en perfecto estado.

Las duras palabras de Cuéllar

"Lo que tú haces es mandar un video sin más y que cada uno saque sus conclusiones. Ese es el periodismo de hoy en día. ¿A ti te parece bonito eso? Juegas con la salud de una persona. Tú mandas la noticia a tu periódico y no pones que a una persona le está dando un ataque epiléptico, ¿en serio te crees buen periodista? Permíteme el lujo de decirte que eres un idiota, y no es un insulto, es un adejativo calificativo, porque lo que tú haces son idioteces, das una información idiota."

"No os voy a permitir nada más. No me toqueis más los cojones"

"Estoy aquí para defenderme de una acusación que no es verdad. Tu trabajas para un periódico, y lo defiendes... Defiéndelo ahora si es que puedes. Ni una más, porque yo no juego con vosotros, yo os lo digo todo a la cara. No os voy a permitir nada más. Decir que yo me encaro con la afición es de ser un hijo de puta. No me toqueis los cojones más." Dicho esto, Cuéllar se levantó, y abandonó la rueda de prensa con un portazo.