El delantero del Rayo contó con sus primeros minutos esta temporada después de las dudas sobre su continuidad en el pasado mercado de fichajes y tras el desencuentro con su entrenador, algo que parece ya olvidado por ambas partes.

No obstante, a pesar de haber zanjado el tema, la afición le recibió con una sonora pitada en Vallecas frente al Cádiz cuando entró al terreno de juego en el minuto 62 y cada vez que tocaba el balón.

Miku ha sido el último jugador disponible de la plantilla en contar con minutos esta temporada. Con él, Sandoval ya ha utilizado a 26 jugadores en las ocho jornadas de liga y un partido de Copa del Rey.

Sensaciones

El venezolano afirmó que le salieron las cosas y que fue un buen regreso para él, pues salió, asistió y marcó: "Primer partido del año para mí en casa que termina como el último de la temporada pasada". 

Cree que uno tiene que estar preparado para ayudar en lo que se necesite y que a veces se juega de inicio, a veces se es suplente y a veces uno ni siquiera juega o va convocado, pero que el fútbol es así: "Uno tiene que sacar el lado positivo y cuando uno entra de suplente tiene que hacer muchas cosas en poco tiempo", dijo.

Celebración especial

"Mis goles son siempre para mis hijas, la alegría que Dios me ha dado", declaró el jugador, explicando el gesto que hizo tras marcar el último gol de su equipo, una dedicatoria especial para su hija mayor. También anunció que volverá a ser padre.

El público es soberano

En cuanto a la pitada recibida por la afición, Miku respeta que el público muestre su opinión: "Ellos son los que opinan, sobre todo en favor del club, emiten un veredicto que consideran y ese veredicto puede cambiar". Entiende el punto de vista de los aficionados y respondió que le toca demostrar en el campo, jugar y ayudar a sus compañeros: "Tengo que sacar resultados positivos para el club que para eso me pagan, soy un trabajador del club".

Desencuentro zanjado

"Tanto el vestuario, como él (Sandoval), el club y yo lo tenemos zanjado desde hace semanas", sentenció. 

Desveló que el técnico le dijo en su día que se pusiera en forma física y mentalmente, que cuando lo considerase oportuno le daría minutos: "He esperado tranquilamente como hice el año pasado con Paco, esperé mi momento", añadió.

Ganar fuera, la asignatura pendiente

"Nunca vivo del pasado sino del presente", apunta el jugador. "El presente es que ganamos un partido, pero ya está olvidado, el domingo hay otro partido".

"Esperamos un resultado positivo de visitantes que nos haga ser mucho más fuertes"Del mismo modo que lo han considerado sus compañeros y entrenador estas semanas, Miku reconoció que la asignatura pendiente del Rayo es sacar un resultado positivo fuera y trasladar las buenas sensaciones de casa a los campos rivales.

Al mismo tiempo subrayó que los objetivos no se consiguen en septiembre u octubre, sino que se consiguen en mayo o junio al final de la competición, "cuando realmente importan".

El objetivo es el ascenso

Miku asegura que segunda es difícil, que cada campo tiene su particularidad y cada equipo su dificultad: "Hay muchos equipos con mucho nombre y mucha tradición en la categoría. Eso hace que no haya tres o cuatro aspirantes al ascenso,  sino diez".

"Nosotros nos encontramos dentro de ese grupo", dice el venezolano: "Somos un equipo que por historia, por tradición y por la calidad de nuestros jugadores tenemos que estar en la zona alta"

Considera que todos los equipos tienen sus armas y sus condiciones para llegar al objetivo, afirma que el hecho de bajar y mantener un gran bloque de la anterior categoría les tiene que dar el plus necesario para estar arriba