Tras la tercera derrota seguida de la temporada, directivos de la entidad che le trasladaron a Pako Ayestarán su inquietud por el estilo de juego que intentaba implantar, un desmesurado gusto por el juego de toque y ataque que descuidaba cualquier trabajo atrás. El Valencia, de hecho, había ofrecido durante algunos minutos de esos tres partidos un fútbol que hacía tiempo que los aficionados che no disfrutaban. De nada servía aquello, sin embargo, ya que el equipo había encajado a esas alturas el doble de goles de los anotados y ocupaba el farolillo rojo de la clasificación. El ultimátum al preparador vasco fue claro: el Valencia necesitaba construirse desde atrás, forjar un buen sistema defensivo antes de pensar en el jogo bonito si querían aspirar a algo. En el partido frente al Athletic de Bilbao el equipo che, a pesar de todo, persistió en sus errores, y se fue nuevamente de vacío tras desaprovechar el tanto inicial de Álvaro Medrán. La reacción no se hizo esperar, y Ayestarán fue destituido tras su cuarta derrota consecutiva, siete contando los últimos partidos de la temporada pasada

Voro renunció al fútbol ofensivo de Ayestarán en pro de una mayor practicidad defensiva

Tuvo que ser el de siempre, Salvador González "Voro", quien llegase para enderezar la situación y allanar el camino del entrenador que estaba por llegar. Desde el primer partido el delegado renunció a la alegría ofensiva que propugnaba Ayestarán -conseguida a costa de innumerables lagunas defensivas- y optó por la practicidad para salir del agujero. Empeoró el juego, pero el oficio que mostraron los jugadores valencianistas en los encuentros ante Alavés y Leganés les bastó para conseguir los seis puntos. El domingo llegó el Atlético de Madrid a Mestalla, ya con Cesare Prandelli avizor en el palco, para poner realmente a prueba a la plantilla valencianista. La victoria del Atleti fue merecida, y los de Simeone demostraron estar a años luz de los jugadores valencianistas, a pesar de que los últimos rondaron el empate en algún tramo de la segunda parte. 

Voro, poco amigo de lo experimentos, repitió defensa por tercer partido consecutivo. A pesar de que el Valencia, bajo su mando, ha continuado encajando goles -y ya son 29 partidos consecutivos con al menos un tanto en contra-, las sensaciones son sensiblemente mejores respecto a los primeros partidos de la temporada.

La pareja que forman Eliaquim Mangala y Aderllan Santos en el centro de la zaga, que se estrenó en la pista de baile frente al Athletic, ha mejorado con cada partido. En el envite contra el Atlético mostraron buenas dotes, impusieron su envergadura y dominaron el juego por alto del área valencianista. El defensa francés, tras un inicio dubitativo en sendos partidos frente a Betis y Athletic, comienza a encadilar a los aficionados che gracias a su entrega, fuerza y velocidad. Las prestaciones de Aderllan Santos, por su parte, han mejorado al lado de Mangala, pero el equipo ya tiene un titular en Ezequiel Garay. De todos modos, el brasileño ha demostrado que puede llegar a ser un recambio de garantías a falta de un Abdennour que no se sabe si se le espera. 

Aderllan Santos despeja un balón ante la mirada de Fernando Torres y Gayà | Foto: Valencia CF
Aderllan Santos despeja un balón ante la mirada de Fernando Torres y Gayà | Foto: Valencia CF

El lateral izquierdo sigue bien cubierto con José Luís Gayà, aunque el de Pedreguer no ha vuelto a alcanzar el nivel mostrado durante la temporada 2014-2015. Durante el encuentro del domingo supo frenar los ataques colchoneros por su banda, pero la veteranía y solvencia de Juanfran en el otro lado del campo le impidió aportar en ataque. Martín Montoya, por su parte, ha demostrado que sus cualidades como lateral derecho son mucho mejores que las de Cancelo. El futbolista catalán, además, gusta de prodigarse en materias ofensivas, y el pasado domingo protagonizó un par de arrancadas que levantaron a Mestalla de su asiento. Durante el primer tiempo supo cubrir con éxito los intentos de Koke y Filipe Luis por su zona, pero la entrada de Carrasco, más habilidoso en el uno contra uno, fue una pesadilla para el lateral diestro, que sufrió al belga de lo lindo durante la segunda mitad. 

El rol de Javi Fuego aún no lo ha sabido asumir ningún centrocampista che

El hueco dejado por Javi Fuego en el centro del campo, sin embargo, aún no ha sido cubierto. A pesar del esfuerzo físico que tanto Enzo Pérez como Mario Suárez realizan en cada partido, ninguno de los dos puede presumir de la inteligencia táctica y las constantes ayudas que el nuevo mediocentro del Espanyol sí ofrecía a su equipo. Esto se traduce sobre el terreno de juego en unas líneas más separadas que, a veces, Suárez o Enzo saben cubrir con alguna intervención más vistosa que efectiva. No obstante, no siempre están ahí, como se encargó de mostrar Ferreira Carrasco en el primer gol colchonero. Tras zafarse de Montoya con un primer regate, se encontró con un inesperado tiempo para pensar en una parcela de terreno libre que ninguno de los teóricos mediocentros posicionales che acertó a cubrir. Al máximo nivel, este tipo de movimientos son básicos a la hora de construir un sistema defensivo, concepto desconocido esta temporada en Mestalla. Pero Voro ni tuvo tiempo ni es su tarea. 

Dicha tarea recae de hecho en Cesare Prandelli, flamante nuevo entrenador che. El italiano se estrenó anteayer en su primer entrenamiento en el Valencia con, presumiblemente, páginas y páginas de apuntes con aspectos a corregir. La plantilla tiene materia prima para enderezar el rumbo y remontar en la clasificación poco a poco, pero el italiano es consciente de las carencias de la plantilla y ya ha demandado refuerzos en el mercado invernal. De momento, la primera tarea será recoger los frutos plantados por Voro y empezar a construir un muro blanquinegro. 

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