Tres meses después de perder la final de torneo europeo sub17 femenino por la vía de los penales ante la difícil selección de Alemania se presentaban en Jordania las chicas sub17 de España dirigidas por la entrenadora Toña Is, con el firme propósito de tener un papel protagónico y llegar a las instancias finales, sin mucho eufemismo, con la intención de llegar a la final y de llevarse el oro del Mundial.

Las féminas no lograron obtener el oro luego de perder en un desafortunado encuentro de semifinales ante Japón que perdieron tres goles a cero al no concretar la infinidad de ocasiones que crearon en el arco nipón, sin embargo por grandes tramos del juego se mostraron muy superiores a las chicas asiáticas, con una mejor posesión de balón.

Muchas jugadoras dejaron grandes impresiones en este Mundial, más allá del buen rendimiento del equipo en general. En total, las dirigidas por Toña Is reventaron en 15 ocasiones las mallas de los arcos rivales, donde destacan los ocho tantos de la menuda jugadora Lorena Navarro y también los determinantes goles de Eva Navarro.

El torneo inició con un contundente seis a cero ante la local Jordania, con cinco dianas de la “pichichi” Lorena Navarro, que empezó a dejar claro las intenciones con las que llegaba España al Mundial, tanto así, más allá de lo muy abultado del marcador, la seleccionadora hispana no se encontraba a gusto con el juego mostrado por sus jugadoras, muestra fiel de la exigencia ante la que se medían ellas mismas.

Para el segundo cotejo de la fase de grupos ante Nueva Zelanda, las chicas mejoraron en gran medida su nivel de juego, acercándose más a lo que Toña Is quería de ellas. Si bien el resultado no fue de lo más abultado, de hecho no fue sino hasta el minuto 80 que con un golazo de Laia Aleixandri que pudieron abrir la lata, porque vencieron con marcador de 2-0, pero su posesión de balón y sus movimientos dentro del terreno de juego fueron los que quería su entrenadora, además seguían sin recibir goles en el arco de Noelia Ramos.

El último partido del grupo llegaba ante la rival más difícil, ante un México que al igual que España llegaba invicto y que quería llevarse el primer lugar para evitar cruzarse ante Alemania en los cuartos de final. El trámite del encuentro siempre estuvo de lado español, que sin embargo no supieron aprovechar su dominio sobre las aztecas y el marcador reflejó un empate a un gol que le dejó el primer lugar a México y que le regalaba a las ibéricas la oportunidad de vengarse por la final del europeo ante Alemania.

En este partido, más allá de sacarse la espinita ante las teutonas y de ganarse la clasificación a semifinales, las jóvenes jugadoras demostraron de qué están hechas y que todo el trabajo realizado por Toña Is valió la pena. Con buen juego, mucha contundencia, buena defensa y sufrimiento incluido las internacionales sub17 vencieron a las alemanas dos goles por uno en un más que emocionante partido que se jugó a mil por hora.

Japón se confirmó como el rival para las semifinales, para las cuales llegó con la vitola de ser la selección reinante en la categoría ya que en Costa Rica 2014 se alzaron con el trofeo. Este compromiso fue el más infortunado en todo el Mundial para las españolas, en el cual su gran juego y dominio sobre los rivales fue inferior a la mala suerte que tuvieron las jugadoras.

Un gol tempranero, prácticamente anotado en el camerino, sumado a un penal cometido y un gol en propia puerta sepultaron las esperanzas españolas  de hacerse con el título mundial, ese para el cual trabajaron tanto. El fútbol fue un poco injusto, mayormente por el resultado del juego, porque las chicas de España merecieron más, de hecho en muchos momentos fueron superiores a las sub17 japonesas.

Pasado el trago amargo de la eliminación no quedaba otra que luchar por llevarse la medalla de bronce ante Venezuela que había sido eliminada por las norcoreanas. Las españolas demostraron superioridad desde el principio y con soberbio marcador de 4-0 derrotaron a las vinotinto, partido en el que Lorena Navarro marcó tres goles más y se llevó la Bota de Oro.

Aunque el objetivo marcado de llevarse el Mundial no haya sido cumplido, las jugadoras, la seleccionadora y también los directivos pueden estar contentos con la actuación de esta generación, quienes demostraron que hay mucho futuro en el fútbol femenino español, además que tienen mucho camino correr y que tienen talento de sobra para correrlo.