El Alcorcón no levanta cabeza. Esta vez ha sido el Mallorca quien se ha encargado de sacar a relucir las debilidades del conjunto alfarero en un partido que decidió Lago Júnior con un gol de penalti. A la conclusión del partido, el entrenador amarillo, Julio Velázquez, compareció ante los medios para hacer una valoración del encuentro.

El primer tramo del partido estuvo dominado por los locales quienes dispusieron de un penalti a favor que detuvo Dmitrovic para salvar los muebles. Así lo reconoció Velázquez: "El Mallorca fue superior. Nosotros hemos sabido sufrir y el equipo estuvo casi siempre muy compacto. El problema era que cuando recuperábamos balón no encontrábamos el primer pase de seguridad".  

La falta de gol sigue lastrando a los amarillos a pesar de que, tras el descanso, mostraron cierta mejor en su juego. De hecho, David Rodríguez pudo adelantar al Alcorcón desde los once metros pero erró la pena máxima. Si acertó Lago Júnior minutos después al ser derribado dentro del área amarilla por David Navarro. "En la segunda parte el equipo me ha gustado mucho más. Hemos estado más acertados con el balón, mejorando la línea de pase y más liberados, viviendo más tiempo en campo rival y con más capacidad asociativa. La pena fue el penalti que no pudimos transformar quedando el tiempo que quedaba".

Los dos equipos llegaban necesitados de puntos a esta jornada liguera, y prueba de esa tensión se vio reflejada en los tres penaltis señalados. "El primero que pitan a favor del Mallorca no fue. El segundo posiblemente sí y el nuestro también fue, pero repito que tendría que verlo desde una mejor posición", apuntó Velázquez.

A pesar de la derrota, el entrenador amarillo comentó que deben seguir trabajando desde "la humildad, la pasión y el compromiso" para conseguir la permanencia en la categoría. "El equipo está asimilando poco a poco los conceptos y estamos compitiendo bien", concluyó Velázquez. La próxima jornada el Alcorcón recibirá en casa al Mirandés, un partido que se presenta como vital pues el cuadro alfarero debe hacer de su casa un fortín para no dejar escapar más puntos.