Dicen que el fútbol es tan maravilloso que deja en papel mojado todo lo que se hable de él durante la semana previa a un partido. En los días anteriores al San Fernando - Cartagena se escribió y mucho sobre el guion que iba a adquirir la contienda: previsión de lluvia y campo pesado que podría ayudar a los locales a neutralizar a los atacantes blanquinegros.

Era el plan de Méndez, el de todos los azulinos que desafiaron a la lluvia y volvieron a Bahía Sur con la ilusión por las nubes con la intención de darle otro mordisco a un gallito de la categoría. Sin embargo, nada de eso ocurrió. El San Fernando tardó en entrar en el cuerpo a cuerpo y su rival fue más inteligente, marcando el territorio desde el amanecer del duelo.

Cristo Martín castigó el mal inicio isleño con un gol en el minuto 4

Sin ir más lejos, a los dos minutos Rivero avisó con un disparo alto. Era el segundo minuto de juego. Debía ser el despertador para un equipo que decidió posponer la alarma como un estudiante al que le da pereza ir a clase. Y eso, a veces, pasa factura. La cobró Cristo Martín, que se aprovechó de una pared con el propio Rivero para sorprender a una zaga que miró al asistente pidiendo fuera de juego y solo pudo ser un espectador de lujo viendo la definición del primer gol cartagenero.

Con una tranquilidad pasmosa, el disparo del  jugador canario sorteó a Salva para llevar el delirio al banquillo visitante. El Cartagena había hecho lo más difícil: dinamitar los planes azulinos.  El partido se le ponía cuesta abajo.

Despertar azulino sin pólvora

Recibir un gol en los primeros minutos no es fácil. Pese a ello, el San Fernando no le perdió la cara al duelo. Nunca. Quizás esa sea una de las claves por las que, de momento, se encuentra en una zona tranquila en la tabla. Méndez dio confianza a los mismos once que asaltaron la Nueva Condomina y la consigna siguió siendo la misma. Juego sencillo, pero eficaz, con Gerrit como director de orquesta a la hora de iniciar las jugadas.

El San Fernando se animó con varios acercamientos al área de Limones

Fue Galindo, que trabajó a destajo como enganche, el que zarandeó a su equipo con una bonita jugada individual con la que se asomó al balcón del área. No se entendió con Edgar, pero la grada despertó y espoleó a los suyos. Como consecuencia de este pequeño arreón, el Cartagena dejó de ser protagonista del esférico. Prefirió replegarse y analizar los puntos débiles de su rival.

Lo pudo hacer sin problemas teniendo a jugadores de la calidad y la verticalidad de Sergio García, una auténtica vía de escape tanto por izquierda como por derecha. Precisamente por este flanco finalizó una pared con Óscar Ramírez para detener la algarabía azulina y asustar al conjunto isleño.

Sin embargo, el cuadro de Méndez no se amedrentó. Siguió intentando hincarle el diente a una retaguardia visitante que rayó a un nivel sobresaliente. Sin ir más lejos, solo se vio superada con misiles lejanos de Lolo Garrido y Sergio Castillo que forzaron sendos saques de esquina sin consecuencias.

Edgar no tuvo su día de cara a gol. Foto: Salvi Reyes
Edgar no tuvo su día de cara a gol. Foto: Salvi Reyes

El Cartagena vivía tranquilo con su mínima renta, que pudo dilapidarse si el colegiado melillense Amar Hamed hubiera decidido señalar el punto fatídico tras un derribo de Moisés a Edgar que fue muy protestado por la grada.

La grada protestó un posible penalti a Edgar Agudo a la media hora de juego

La tensión era patente en esa recta final del primer acto y los porteros se tuvieron que emplear a fondo para que el marcador se mantuviese con el 0-1. De hecho, Salva evitó que una gran internada por la izquierda de Jesús Álvaro acabase con un disparo a la red y, acto seguido, Limones  pasó apuros para blocar un centro de Luque. Tanto que el esférico se le escapó de las manos y solo el disparo mordido de Galindo y la gran respuesta de la defensa cartagenera hizo imposible la igualada.

La segunda mitad prometía. El San Fernando seguía vivo y el Efesé había mostrado hechuras de gran equipo pero había decidido asegurar el marcador y aprovechar algún error, quizás para llegar pensando en el largo plazo, en la recta final, donde fue infinitamente superior.

Antes tuvo que sufrir las embestidas con más corazón que cabeza de su rival. El San Fernando quería, pero no podía. A base de empuje se acercó al área visitante y colgó balones sin excesiva fortuna. La oportunidad más clara en este tramo fue un ejemplo: un barullo en el área tras sendos disparos desde la frontal de Carralero y Dani Martínez acabó con Edgar en clara posición de disparo. Por desgracia para el madrileño fue incapaz de conectar un disparo certero al resbalarse en el momento más inoportuno.

Los cambios deciden

El duelo parecía situarse con una inercia favorable al San Fernando y Méndez trató de que ese metafórico viento a favor se convirtiera en huracán con la entrada de Iván Bazán y de Espinar. Los sacrificados, Dani Martínez y Gerrit. En conclusión, 4-4-2 más abierto y menos estable en la medular.

Los cambios no surtieron el efecto deseado en el San Fernando

Monteagudo tardó poco en reaccionar reforzando su escudo protector con la entrada de Gonzalo Verdú y la jugada no le pudo salir mejor. Los azulinos perdieron algo el sitio y dieron un soplo de tranquilidad al Cartagena, que volvió a controlar la situación de manera desahogada. Quedaba poco para el golpe decisivo.

El segundo movimiento del técnico albaceteño fue clave para tal fin. Hombre por hombre. Arturo por Chus Hevia. Sinónimo de gol por sinónimo de gol. Y lo hizo a la primera. El estreno del ariete cartaginés en el partido fue acompañar una galopada de un incansable Sergio García, que asistió a la perfección a la cabeza del ‘killer’. El 0-2 fue un hecho y el partido prácticamente se acabó.

Arturo celebra el 0-2. Foto: Salvi Reyes.
Arturo celebra el 0-2. Foto: Salvi Reyes.

Restaba un cuarto de hora. El San Fernando desistió. Entregó sus armas. Quiso morir matando con centros laterales y entradas masivas al remate, pero se topó con un segurísimo Limones. Regino primero, de cabeza, y Espinar, que se marcó una gran jugada de delantero puro pero no supo batir al guardameta, lo intentaron en el epílogo del envite.

Arturo mandó a la red su primer balón y sentenció el duelo

No era el día de cara a puerta. La pólvora estaba demasiado mojada por la lluvia y el cansancio era superior a las ideas. Con este panorama, el Cartagena pudo ensañarse, pero tuvo piedad a la contra y permitió lucirse a un Salva que poco a poco se está ganando a la opinión pública de La Isla con intervenciones de mérito.

Poco importaba ya. El Cartagena había cumplido y ya pensaba en el derbi ante el Murcia. Y el San Fernando, exhausto, se preguntaba el motivo por el que su gran trabajo se había quedado sin premio. El tópico diría que esta no es su liga pero, a buen seguro que, ante el Marbella, volverá a batallar como hasta ahora. 

Puntuaciones VAVEL 2B

San Fernando CD FC Cartagena
Salva 7 Limones 7
Regino 6'5 Óscar Ramírez 6'5
Luque 6 Jesús Álvaro 7
Castillo 6'5 Zabaco 7
Fran 6 Moisés 7
Gerrit 6 Sergio Jiménez 6'5
Lolo Garrido 6'5 Cristo Martín 7
Galindo 6'5 Rivero 6'5
Edgar
6'5
Chus Hevia 6
Carralero 6 Juanlu Hens 6
Dani Martínez 6 Sergio García 7'5
Suplentes
Iván 6 Gonzalo 4
Espinar 6

Arturo

7
Francis S.C Rico S.C
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Sobre el autor
José Manuel  Gallardo
Elige una profesión que te apasione y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida. Periodismo en la Universidad de Sevilla.