El Espanyol se llevó la II Supercopa de Catalunya gracias a un solitario gol de Caicedo en el inicio de un partido, que no tuvo excesiva historia más allá, de la voluntad de ambos equipos de agradar a los aficionados que se dieron cita en el Estadi de Tarragona. El FC Barcelona quiso tener la pelota, pero apenas inquietó al equipo de Quique Sánchez Flores que realizó un partido muy serio. Los blanquiazules completaron una final muy seria y mostraron su versión más disciplinada con mucho sacrificio y compromiso por parte de todo el equipo. El Barcelona tuvo el control del balón, pero apenas inquietó la portería de Roberto con dos ocasiones de Paco Alcácer.

El Barcelona comenzó controlando la posesión y el tiempo del partido ante un Espanyol defensivo y encerrado en su campo, a la espera sorprender al Barcelona buscando espacios en la defensa con alguna contra como llegó el primer y único gol del partido. Nueve minutos duró el empate en el marcador hasta que Reyes, con un excelente pase en profundidad a la espalda de Mathieu, encontró a Caicedo que superó la salida de Masip y metió el balón en el fondo de las mallas. La defensa dispuesta por el Barcelona, con hasta tres jugadores del filial, ofreció muchas facilidades ante el ataque del Espanyol, que, cuando se acercaba, causaba bastante peligro.

Después del gol, durante los 36 minutos siguientes, fue un partido que se fue apagando por momentos, con un juego bastante previsible y algo aburrido en ambos lados y con sólo una ocasión clara: un disparo de Denis Suárez que despejó con acierto Roberto.

La segunda mitad arrancó prácticamente igual que la primera: el Barcelona insistió en la construcción y manejo de la posesión con Arda y Denis Suárez y el Espanyol, se encargó de cerrar todas las líneas de pase e intentar salir a la contra. Según iban pasando los minutos el juego se fue acelerando y haciendo algo más atractivo para los espectadores con algunas ocasiones por parte de ambos equipos. Masip, detuvo un remate de cabeza de Gerard Moreno y por su parte, Roberto despejó un disparo de Denis Suarez desde fuera del área. El partido se fue animando debido a que iban entrando jugadores en el partido debido a los cambios, pero el marcador no se alteró ya que el Espanyol, supo cerrar las líneas defensivas consiguiendo, que el Barcelona apenas tuviera ocasiones. 

Así se llegó al final del partido en el cual el Espanyol, se llevó la victoria y la segunda edición de la Supercopa de Catalunya a casa tras un partido serio, sacrificado y con compromiso por parte de los jugadores del Espanyol y con dominio de la posesión del Barcelona que no se tomó del todo en serio en encuentro, ya que no llevó a un mínimo de jugadores del primer equipo a este choque, como estaba estipulado de ante mano por parte de ambos equipos.