El francés Antoine Griezmann vuelve al hogar que le vio crecer y convertirse en el importante futbolista que es hoy. Probablemente sea el mejor momento del delantero, que ha visto como su carrera ha ido in crescendo, manteniendo una progresión siempre ascendente desde que empezase a deslumbrar en las categorías inferiores de la Real Sociedad.

No se podría entender a Griezmann como el jugador que es actualmente de no haber tenido la confianza que le fue brindada desde que con apenas 13 años, fue fichado para las categorías inferiores del club txuri - urdin. Pasó a formar parte del primer equipo en la temporada 2009 -2010, año en que la entidad donostiarra ascendió a la Primera División. Ese mismo verano, el delantero francés brilló con su selección en el Europeo Sub – 19 disputado precisamente en su país.

Ha marcado tres goles en cuatro partidos a su ex equipo

La llegada de Griezmann al Atlético de Madrid en el verano de 2014 venía a reforzar a un equipo que se había proclamado campeón de Liga rompiendo el bipartidismo después de muchos años y que había llegado a la final de la Champions. Un Atlético de Madrid que rozó el cielo, lo cual era un reto mayúsculo para un joven jugador que venía de ser la estrella en San Sebastián. Un delantero que tenía detrás la sombra de otros ilustres como Forlán, Agüero, Falcao o Villa.

En sus cinco temporadas como jugador de la Real anotó un total de 52 goles. Su progresión goleadora, como la que ha seguido siempre su carrera, fue a más. De los seis tantos anotados cuando aún estaban en Segunda, a los 20 que logró en su última temporada en Anoeta. Credenciales suficientes para ganarse la confianza en los despachos a orilla del Manzanares.

Reconocimientos personales

No hubo presión que pudiese con el joven francés que desembarcó en el Calderón con la difícil tarea de mejorar lo que había logrado como txuri – urdin. En su primera temporada logró 25 tantos. Entró en el Once Ideal de La Liga y en Onze d’Or como mejor jugador francés del año. La pasada campaña alcanzó la cifra de 32 goles, entró en el Once Ideal de la UEFA Champions League. Tras una brillante Eurocopa que no pudo culminar con el trofeo para su país, consiguió la Bota de Oro como máximo anotador, fue elegido Mejor Jugador de la Eurocopa y entró en el Once Ideal de la Eurocopa de Francia 2016.

Quizá Griezmann no llegó de la noche a la mañana a consagrarse como uno de los mejores jugadores del mundo, como ha sido el caso de otros futbolistas. Lo suyo ha sido un trabajo progresivo, más lento. Quizá jugar en equipos como la Real Sociedad y el Atlético de Madrid han eclipsado la carrera de un jugador, que de haber vestido otros colores, habría sido portada de muchos más periódicos. Pero he aquí que a pesar de llegar desde la discreción, ha logrado colarse en el Olimpo de los mejores futbolistas en la actualidad. Está entre los 30 nominados al Balón de Oro. Y, ¿por qué no soñar al menos con ser finalista?

Nunca ha celebrado sus goles frente a la Real Sociedad

El francés no se olvida de sus raíces, y a pesar de que hay quien critica el que un futbolista no celebre, Griezmann siempre ha respetado su pasado y no ha querido celebrar ningún gol frente a la Real. De cuatro partidos que le han enfrentado como rojiblanco a sus ex, ha anotado en tres de ellos. Tan sólo en su primera visita a Anoeta se quedó en blanco, cuando el Atlético de Madrid, además, salió derrotado.

De nuevo vuelve Antoine Griezmann al lugar que le vio crecer hasta convertirse en el futbolista que es hoy. Como el hijo que vuelve a casa, orgulloso de lo que ha conseguido, orgullosos también de sus raíces. El delantero francés está en estado de gracia, vive uno de sus mejores momentos y además viene de anotar dos goles en el encuentro de Champions disputado el pasado martes. Las estrellas están alineadas a favor del delantero. Ante los suyos hará lo posible por seguir brillando.