No vivía por aquel entonces el Sporting su mejor momento. Pero con la ilusión y los buenos pensamientos y méritos que el nuevo año trae consigo el equipo de Abelardo quería hacerse valer y hacer ver que otro Sporting era posible. Con la resaca navideña y en plena cuesta de enero, los rojiblancos recibían al equipo vasco necesitados de puntos. Las cinco derrotas consecutivas habían llevado a la afición a una situación de total desgana, tanto es así que el club decidía rebajar el precio habitual de las entradas para hacer llenar el Molinón y que los aficionados llevaran a su equipo en volandas. No hizo falta más.

Sólo habían pasado 15 segundos del encuentro cuando el Sporting ya mandaba en el marcador. Es más, a los 10 minutos ya había llegado el segundo gol rojiblanco. Carmona y Ndi ponían nombre a la felicidad gijonesa. Con la ventaja que les daba el marcador el Sporting se permitía dar un paso atrás y uno hacia delante la Real Sociedad. Y llegó el gol vasco, no exento de polémica. El donostiarra Elustondo se encontraba sobre el verde del Molinón cuando Vela alzó el balón dentro de la portería de Cuéllar, lo que llevo a muchos sportinguistas a considerar el gol en fuera de juego.

Aún así, el Sporting no iba a permitirse perder su ventaja de dos goles, Sanabria marcaba el primero en su cuenta personal. En la segunda parte sumaría dos más.

Sanabria fue el protagonista absoluto del partido firmando tres de los cinco goles de un Sporting que por primera vez en mucho tiempo goleaba a la Real Sociedad con un resultado final de 5-1.

Parece ser que el conjunto de Abelardo le tiene tomada la medida al equipo donostiarra y es que el pasado 6 de octubre se enfrentaban en un partido amistoso y, nuevamente, el Sporting salía vencedor. 2-1 fue el resultado de aquel partido jugado en Torrelavega y que contó con varios suplente por parte de los dos equipos. Este domingo, en competición oficial, se verá cual es la realidad de las dos plantillas.