Semana convulsa la que se ha vivido en Asturias, debido a las tensiones que se han producido dentro del Veriña CF, histórico club de fútbol base de Gijón, que desde diciembre de 2014 tiene firmado un convenio con el Real Oviedo. Dichas tensiones han tenido su epicentro en un equipo cadete “B” de Tercera Asturiana, pero desde ciertos medios locales se ha vivido como si los hechos hubieran acontecido en un Real Madrid o Barcelona.
La semana empezó en el humilde club gijonés con la destitución del entrenador de dicho equipo cadete, según el presidente, Gonzalo Llano, porque “su forma de trabajar no encaja con nosotros. Y no hay más”. Estos hechos se producen en la misma semana en la que, como ya había ocurrido con anterioridad, unos representantes del cuerpo técnico del Real Oviedo iban a realizar una jornada de tecnificación, esta vez con los jugadores de dicho equipo cadete.
A partir de aquí, empezaron las especulaciones por parte de la prensa local sobre si la destitución del técnico habría tenido que ver con haber incitado a los jugadores a no acudir a dicha jornada de tecnificación con el club de la capital. Sin embargo, la jornada con los técnicos carbayones transcurrió con normalidad, y si bien es cierto que faltó algún jugador, según Llano, la ausencia de estos fue simplemente debida a que no pudieron acudir y no a otros motivos.
No es la primera vez que la prensa local regional se echa encima del club gijonés desde que firmaran el convenio con el Real Oviedo, y ya en febrero de 2015 se vieron obligados a emitir un comunicado al respecto. El motivo fue que en un artículo de un medio regional, se aseguraba que, tras una reunión convocada por el Sporting en Mareo, textualmente “A la reunión asistieron 16 clubes de los algo más de 20 que forman la asociación y entre ellos estaban los clubes más importantes de la ciudad. Incluido el Veriña, que no se ha perdido ninguna de las dos reuniones con el Sporting a pesar de que se le vincula a un convenio de este tipo con el Real Oviedo.”
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En el comunicado, el Veriña viene a decir que el Patronato Deportivo Municipal de Gijón les convocó a una reunión en el campo municipal y acudieron para tratar temas del fútbol base y el Sporting les convocó después a una reunión en Mareo y no acudieron, ya que no tenían ningún convenio firmado con los rojiblancos. Tras estos acontecimientos, el Sporting lanzó un comunicado al respecto y el Veriña aclaró la situación reiterando su vinculación con el Real Oviedo a través del artículo firmado.
Parece que los tiempos están cambiando en Asturias, en lo que a lo futbolístico se refiere, y hay a quien no le gusta esta nueva situación. El Real Oviedo ya no está en Tercera ni en Segunda B, está en la LFP, con miles de accionistas por cientos de países de todo el mundo y con uno de los hombres más ricos del mundo dispuesto a seguir invirtiendo dinero para llevar a este club de nuevo a Primera División. Además, desde la llegada de Carso, el Real Oviedo firmó convenios con numerosos clubes regionales como el Lenense, el Alcava, el Urraca, el Quirinal o el propio Veriña.
No hubo tanto revuelo mediático, cuando, mientras el Real Oviedo deambulaba por el barro, con el riesgo de desaparición siempre presente, el Sporting firmaba convenios con equipos de la capital (equipos como el Astur, que tienen su estadio apenas a unos metros del Tartiere) o incluso “pescaban” canteranos de El Requexón, saltándose pactos de no agresión entre canteras, aprovechando su privilegiada situación deportiva respecto a la del eterno rival.
Amanece una nueva era en Asturias. El Real Oviedo está de vuelta. Y estos años de barro, decepciones a nivel deportivo, institucional y de desprecio desde diversos sectores han creado un monstruo. Un monstruo que cada día crece más y más y que viene hambriento. Veremos a cuántos se come.