De entre los campeonatos de primer nivel, llama la atención el Calcio, donde es cotidiano ver cómo futbolistas que hacen carrera en un club son traspasado directamente, o acaban jugando, en el vecino cercano, sea cual sea su grado de competencia. Por el contrario, en la liga española, haciendo gala de nuestra manera de ver la vida, el paso de un jugador entre clubes bien de la misma ciudad o bien de rivalidad histórica, se considera poco menos que ultrajante. El principal exponente de la citada actitud, como casi para todo en la Liga, lo tenemos en la muda de uniformidad entre FC Barcelona y Real Madrid CF.

A lo largo de la historia, han sido muchos los tránsfugas de los que el "enemigo" ha podido aprovecharse. Schuster, Hagi, Prosinecki, Laudrup, Figo, Ronaldo... Casos, la mayoría, verdaderamente sangrantes, si juzgamos el sello que dejaron en el primero de los dos conjuntos al que sirvieron.

Centrando algo más el foco puede verse que no se trata únicamente de futbolistas foráneos, a los que se le presupone una profesionalidad imparcial y alejada de sentimentalismos vocacionales, sino que también nacionales y de las respectivas canteras han probado fortuna al otro lado de la trinchera, teniendo que aguantar así el chaparrón de su anterior afición.

Alineación de futbolistas españoles que pasaron por Barça y Madrid, en formación 3-4-3

1. Julen Lopetegui (portero)

El actual seleccionador español fue un cancerbero caracterizado por sus reflejos y agilidad. Formó parte del Real Madrid Castilla entre 1985 y 1988. Tras una temporada cedido en la UD Las Palmas regresó al conjunto de la capital, esta vez a la primera plantilla, hasta la temporada 1990/91. Nunca llegó a disfrutar de oportunidades, ya que Paco Buyo, en la entidad desde 1986, le cerró las puertas. Sus actuaciones en el Logroñés lo catapultaron al Mundial de USA 94, donde no llegó a saltar la césped, siendo relevo en el trío compuesto, además, por Zubizarreta y Cañizares. La salida del propio Zubi del FC Barcelona hizo que Johan Cruyff se fijase en él como sustituto, contratándolo ese mismo mercado de 1994. Sus fallos, más bien puntuales pero en momentos clave, así como la confianza de Johan en el juego de pies de Busquets, hicieron que en sus dos temporadas con el técnico holandés no fuese titular. Su última la pasó a las órdenes de Bobby Robson. Vitor Baía, que en aquel entonces fue el arquero más caro fichado en la Liga, cuajó su única buena campaña en Barcelona, por lo que Julen tuvo que abandonar el barco a finales de la 1996/97.

Lopetegui en el Barça (foto:mundodeportivo)
Lopetegui en el Barça (foto:mundodeportivo)

2. Kiko Femenía (lateral derecho)

Kiko explotó en el Hércules actuando como extremo derecho, mostrándose un jugador atrevido, rápido y de eléctrico regate. Tras el ascenso del conjunto alicantino su progresión quedó estancada en Primera división. En 2011 decidió dar un paso atrás en el nivel competitivo fichando por el FC Barcelona B de Eusebio, que participaba en la segunda categoría. Se mantuvo dos campañas pero, pese a jugar mucho y ocasionalmente con aceptables prestaciones, no llegó a alcanzar el nivel que lo llevó a lo más alto. Tras no tener oportunidades en el primer equipo se rescindió su contrato. En 2013 fue contratado por el Castilla, donde jugó una temporada y tuvo menos trascendencia que en Barcelona, disputando apenas cinco encuentros. Cuando todo parecía perdido en ese escalón superior, y tras un año en el Alcorcón, Femenía llegó al Alavés de Bordalás, quien lo reconvirtió a lateral derecho, posición donde parece haber encontrado su lugar en el mundo, siendo titular indiscutible en el excelente Deportivo Alavés de Pellegrino, recién ascendido a Primera.

Kiko en el Barça B (foto:fcbarcelona)
Kiko en el Barça B (foto:fcbarcelona)

4. Nando (central)

Es principalmente recordado su paso por el gran FC Barcelona del Dream Team. El corpulento e inteligente Nando, fue uno de los marcadores centrales más valorados y usados por Johan Cruyff, con quien disputó dos años excelentes en una zaga de tres hombres, como escudero de Ronald Koeman. La final de Wembley contra la Sampdoria, primera Copa de Europa barcelonista, lo consagró. El Sevilla lo repescó para venderlo al Real Madrid. Allí comenzó siendo importante en la temporada 1992/93, de la mano de Benito Floro y formando defensa con Sanchís, Rocha y Lasa, pero fue yendo a menos con el paso del tiempo. Tras tres años y medio y con una última mitad de temporada 1994/95 en la que prácticamente no jugó en el Madrid de Valdano, finalizó su periplo merengue.

Nando en el Barça (foto:mundodeportivo)
Nando en el Barça (foto:mundodeportivo)

3. Miquel Soler (lateral izquierdo)

Vistió la camiseta no sólo de los dos grandes, sino también del Atlético de Madrid. Se trataba de una espigado lateral izquierdo, cuya multifuncionalidad y dominio de ambas piernas le permitía actuar en cuatro posiciones, todos los costados del campo. En el Barça de Cruyff actuó mayoritariamente de marcador zurdo e interior, alternando responsabilidades con futbolistas como López Rekarte, Juan Carlos o Guillermo Amor, conquistando, entre otros títulos, dos Ligas. La campaña 1992/93 la pasó a orillas del Manzanares, y la siguiente retornó, para jugar poco y así acabar su lustro azulgrana. En 1995 fichó por el Real Madrid, donde ya con 30 años no acabó por hacerse con el puesto ni con Jorge Valdano ni luego con Arsenio Iglesias, disputando 14 partidos con sus correctas prestaciones habituales, en su único año como madridista.

Soler de blanco 8foto:marca)
Soler de blanco 8foto:marca)

5. Luís Milla (mediocentro)

Fue el primer director de orquesta del Dream Team. Pese a su menuda estatura, como posteriormente hiciera con Guardiola, Cruyff confió ciegamente en las dotes organizativas del delicado mediocentro Milla, subiéndolo del filial y dándole el timón sus dos primeros cursos en la Ciudad Condal. Poco a poco comenzó a perder minutos, siendo relevado en ocasiones por Koeman y en otras por Amor, decidiendo, dada su situación pero teniendo claro su nivel, marchar al Real Madrid de inicios de década, necesitado de ese talento pausado. Allí se mantuvo siete temporadas, entre la 91/92 y la 96/97, compartiendo con Fernando Hierro la salida de balón y disputando el triple de partidos que en la primera plantilla barcelonista, con más de 150. La llegada de Redondo, de la mano de Valdano, le bloqueó totalmente. El cambio de Jorge por Arsenio a mitad del año 95 le hizo volver a participar, como pareja del crack argentino, pero duró poco, ya que con Capello ocuparía nuevamente sitio en el banquillo, reduciendo su participación a menos de 20 jornadas, al convertise Clarence Seedorf en indiscutible. Cumplidos los treinta, optó por una nueva aventura en las filas del Valencia.

Milla en ambos clubes (foto:Vavel)
Milla en ambos clubes (foto:Vavel)

6. Albert Celades (interior derecho)

Se erupción no fue tan violenta como la de su antecesor Pep ni su contemporáneo Iván de la Peña, pero el de Celades fue un ascenso y consolidación absolutamente merecido. La Masía, en aquella época y desde los inicios con Milla, no hacía más que generar clarividentes distribuidores de juego. Celades pasó al FC Barcelona en 1995, último de Johan. Con él fue importante, pero con Bobby Robson tuvo más problemas, ya que la zona media formada por Guardiola y Popescu primeramente, y sumado Ivan de la Peña en la segunda mitad de la temporada 1996/97, le hicieron quedar al margen, disputando unos pírricos cuatro encuentros. La llegada de Van Gaal un año después lo cambió todo para él. Del ostracismo pasó a la titularidad, cuajando un año sobresaliente que lo llevó al Mundial de Francia 98, donde junto a su compañero Amor pretendió hacer jugar a los nacionales, pese al batacazo final del grupo. La irrupción de Xavi, en quien Louis confió ciegamente, echó el freno a sus aportaciones, viéndose obligado a marchar al Celta en 1999. En el club gallego recuperó su nivel, actuando tanto de medio centro como, sorprendentemente, de lateral derecho. El Real Madrid de Del Bosque, carente de organizador y confiando en Makelele, se acordó de él y lo fichó en el verano del 2000. En sus dos primeros años como blanco jugó una media de 15 partidos, pero la 2002/03, su última, dejó de participar y se marchó a Francia, al Girondins.

Celades tras el esférico (foto:fcbarcelona)
Celades tras el esférico (foto:fcbarcelona)

8. Luis Enrique (interior izquierdo)

Si hablamos de polivalencia, lo del actual técnico del FC Barcelona se sale del tiesto. En 1996, Bobby Robson, en la primera temporada de Lucho en Cataluña tras su fichaje desde el Real Madrid, acordado a mitad de la temporada anterior, lo definió como su mejor hombre, argumentando que podía aportar lo mismo jugando de lateral derecho como de extremo izquierdo o delantero centro. Luis Enrique vivió momentos inolvidables de ambas partes, empezando por el gol que anotó como madridista en el 5-0 del Bernabeu en la 94/95, y siguiendo por los que consiguió en los clásicos de 1996 y 2002 formando parte del Barça. Su coraje, su capacidad de llegada, el remate con ambas piernas y la precisión de cabeza, así como su incansable labor en el centro del campo, son cualidades conocidas por todos, que le hicieron triunfar allí donde estuvo. En Gijón fue donde explotó, actuando en el frente de ataque, para que el Real Madrid lo fichase en 1991. Aterrizó en el FC Barcelona con 26 años y se mantuvo hasta 2004, coincidiendo con entrenadores de mayor o menor éxito en el club, como Robson, Van Gaal, Serra, Rexach o Antic, así como siendo un fijo en la selección nacional durante toda su carrera.


 

Lucho celebrando (foto:fcbarcelona)
Lucho celebrando (foto:fcbarcelona)

10. Roberto Trashorras (mediapunta)

Hoy lo recordamos delante de la defensa, como el genial pivote del Rayo Vallecano de Paco Jémez, pero Trashorras despuntó en las inferiores barcelonistas como un delantero goleador. Su evidente capacidad técnica acabó por retrasarlo a la media punta, donde jugó tanto en Barcelona como en Madrid, siempre en los filiales. En el Barça B tuvo grandes intervenciones desde el año 1996, pero la marcha de Cruyff, la llegada de un poco dado a considerar a los canteranos como Robson, y el posterior desembolso millonario en extranjeros con la Ley Bosman, perjudicaron su posible ascenso al primer equipo. En 2003 se marchó directamente al Real Madrid, formando parte del Castilla durante dos temporadas, en las que no se vio lo mejor de él. Tras pasar por el Celta de Vigo, acabó en el Rayo, convirtiéndose en leyenda vallecana.

Roberto (foto:falso9sports)
Roberto (foto:falso9sports)

7. Josep Samitier (extremo derecho)

Eran otros tiempos, el fútbol apenas nacía y la repercusión social no era tan extrema como en la actualidad. Samiter fue un delantero español que adquirió por méritos propios la categoría de ídolo barcelonista pese a jugar su última etapa en el Real Madrid. Se mantuvo en la plantilla desde 1919 hasta 1933, siendo a día de hoy el tercer máximo goleador barcelonista con 326 tantos, tras su admirado compañero Paulino y, claro, Leo Messi. Se trataba de un atacante habilidoso, móvil y con una facilidad para ver puerta fuera de lo común. Su marcha al Madrid, donde estuvo dos años, ganando Liga y Copa, no fue óbice para su regreso al FC Barcelona, primero como entrenador y acto seguido como secretario técnico, entre los años 1944 y 1947, siendo el responsable, entre otras cosas, de la llegada de Kubala. Eso, eran otros tiempos.

Samitier en escorzo (foto:Vavel)
Samitier en escorzo (foto:Vavel)

9. Alfonso Pérez (delantero centro)

El magnífico delantero madrileño se hizo grande en el Real Madrid de finales de la Quinta del Buitre. Ascendió en 1990, un curso ajetreado en los banquillos con el baile de técnicos entre Toshack, Di Stéfano y Antic, y se mantuvo en el equipo hasta 1995. No coincidiendo con una de las mejores épocas del conjunto capitalino, pese a demostrar ser un talento ofensivo, nunca fue titular. Su posición habitual fue la de "9", pero dado que compartió vestuario con jugadores de la talla de Hugo Sánchez o el propio Butragueño, era habitual verlo escorado a una banda. Era un atacante que podía desbordar desde cualquier posición, con una particular y magnífica manera de fintar que confundía a los rivales cuando eran encarados. Nunca fue realmente un rematador, pudiendo marcar con ambas piernas, pero no reflejándose como un delantero de área, sino como algo más, algo distinto. No pudo disputar el Mundial de USA 94 por lesión, pero no se perdió una cita con la Selección en los siguientes campeonatos, hasta la Eurocopa del año 2000. Pese a ser seguido desde antiguo, el Barça consiguió su contratación en el verano de 2000, precisamente el de la Euro. Serra Ferrer, quien lo entrenase en sus mejores años en el Real Betis, exigió su fichaje. Quizá llegó algo tarde, frisando ya la treintena, y las lesiones, así como un ataque dominado por Rivaldo y Kluivert le impidieron triunfar. Un año y medio y dos cesiones después, dejó el club.

Alfonso en entrenamiento (foto:elpaís)
Alfonso en entrenamiento (foto:elpaís)

11. Dani García (delantero centro)

Otro del filial madridista que tuvo que buscar acomodo lejos de allí. Floro y Valdano le permitieron pasar los años 1993 y siguientes compartiendo vestuario con la primera plantilla, llegando a debutar. No pudo asentarse y en 1995 cogió las maletas. En el Mallorca vivió sus mejores años deportivos, alertando a la nueva directiva catalana dirigida por Joan Gaspart que lo fichó en su cénit, en la temporada 1999/2000. El inicial curso fue el mejor, ya que marcó más de una docena de goles y participó mucho en todas las zonas de ataque, junto a Figo, Rivaldo y Kluivert. Era un delantero muy completo, ya que a su buena capacidad para anotar se sumaba su visión de juego, que le permitía asociarse en la zona media casi mejor que el resto de sus compañeros de vanguardia. Como Alfonso, sufrió lesiones de importancia, y Serra Ferrer y Rexach dejaron de considerarlo necesario, abandonando la entidad en el año 2003, con la presidencia de Joan Laporta y la reestructuración de plantilla.

Dani (foto:eternocampeón)
Dani (foto:eternocampeón)