No pudo ser esta vez, el RC Celta no pudo ofrecer la sexta victoria consecutiva a una afición muy joven la del día de hoy, debido a las entradas gratis a los menores de 15 años.

Una gran primera parte

Con el pitido inicial de Undiano Mallenco, comenzó un partido vibrante y emocionante hasta que llegó el segundo gol sevillista. El Sevilla dominó durante los 15 primeros minutos con un gran empuje por la banda izquierda, obligando, sobre todo, a Cabral y a Roncaglia  a emplearse a fondo. Ese empuje llegó acompañado de jugadas a balón parado que alimentaban los temores de Eduardo Berizzo, de las que ya había avisado en rueda de prensa.

El Celta intentaba buscar alguna oportunidad con la movilidad de Iago Aspas, muy activo en la primera parte. Pione Sisto se marcó una excelente jugada en el minuto 14 y le puso un gran balón al nueve del Celta, pero Sergio Rico realizó una tremenda estirada para parar su remate de cabeza.

Acto seguido, llegaría una ocasión excepcional para Ben Yedder. Samir Nasri filtró un gran balón entre Jonny, ‘Chelo’ Díaz y Sergi Gómez, pero Rubén Blanco intervino y evitó un gol prácticamente cantado que hubiese adelantado al Sevilla. Desde ese momento, el Celta fue dueño y señor del partido. Entre medias, se coló un cabezazo de N’Zonzi al larguero, que se medía en cada córner a un Gustavo Cabral que no le dejó respirar ni un solo momento.

Gracias a una gran presión alta en la salida de balón hispalense, los hombres del ‘Toto’ Berizzo conseguían hacerse rápidamente con la posesión del balón y buscaban directamente la portería defendida por Sergio Rico, aunque sin fortuna. Daniel Wass y el ‘Tucu’ Hernández llegaban a alcanzar la posición de Iago Aspas, por lo que Marcelo Díaz se quedaba como único mediocentro y cuando recibía balón, lo surtía con gran criterio hacia las bandas.

Prácticamente hasta los últimos 5 minutos del primer tiempo, el Celta asediaba el área rival, pero Sampaoli logró sacar a su equipo hacia delante y logró soltarlo antes de llegar al descanso con un enfrentamiento entre Cabral y Nasri, pues el francés había clavado los tacos al zaguero en la espinilla cuando estaba en el suelo.

Desinfle en los últimos 45 minutos

Los siguientes cuarenta y cinco minutos empezarían con un cuadro celeste dispuesto a ponerse arriba en el marcador, con un gran chut lejano de Wass resuelto por el meta sevillista. Pero poco después a los 5 minutos de juego, Iborra, que acababa de saltar al verde, cabeceaba a la red un saque de esquina bien medido por Pablo Sarabia. Rubén Blanco salió en falso y Jonny, Pablo Hernández y Wass tan solo pudieron observar el gran salto de Iborra.

El Celta continuó intentándolo a través del control de la pelota, pero cada vez que no finalizaba las jugadas, quedaban muchos espacios a las espaldas que el Sevilla aprovechaba al contragolpe. De hecho, Jonny llegó a quedarse solo ante tres jugadores visitantes tras la ejecución de un córner a favor.

Los defensas sevillistas, conocedores de la calidad del actual Zarra Iago Aspas, lo anularon perfectamente durante la segunda mitad. Por este motivo, entró un John Guidetti hambriento en el 67’ sustituyendo a un Sisto que no dejó buen sabor de boca al aficionado, a pesar de haberlo intentado. Wass también dejó su sitio en el campo a Bongonda, quee tan solamente ofreció una arrancada y poco más destacable. Además, ocasionó la pérdida de balón el tercer gol.

A falta de 8 minutos para el final y sin recibir apenas ocasiones, el Sevilla salió a la contra y sentenció el partido con un nuevo gol de Iborra, goleador de la tarde, a pase Vitolo tras un buen movimiento hacia el centro. Finalmente, Cabral cometió un penalti fruto de la impotencia para que Vicente Iborra firmase su primer hat-trick en Primera División.

Para terminar, Berizzo confirmó una vez más como dijo anteriormente, que hay que hablar “de las presencias antes que las ausencias”. En este caso, las ausencias de Radoja y Hugo Mallo fueron claves pese a las buenas actuaciones de sus sustitutos.