Los informativos no se abrirán mañana con ninguna imagen del encuentro. Mañana no se hablará excesivamente del encuentro y, si acaso, la resaca de este San Fernando - Recre durará una semana. O menos, porque en el fútbol no existe la memoria y se vive pensando en el futuro más inmediato. Y sobre todo, en el caso del Decano, ya que la próxima jornada, en casa ante el Cartagena, será sin duda una final para salir de la zona de descenso.

Sin embargo, el encuentro disputado hoy en Bahía Sur estuvo cargado de emoción y tensión. Cualquiera de los dos contendientes pudo llevarse la victoria y ambos se vieron obligados a marcharse a la caseta con el siempre sabor agridulce del empate.

Y es que el San Fernando arrancó el encuentro con ganas de dominar la situación. Con el único cambio de Fran Martínez por Castillo (el central propiedad del Elche ocupó el eje de la zaga junto a un mermado Regino), Méndez repitió el once que tan buen rendimiento le ofreció en La Línea y se encomendó a un incisivo Carralero que atacaba con insistencia la banda defendida por Iván Robles.

Juego cruzado en las bandas

Precisamente, un disparo del extremo isleño fue repelido por Arturo y empujado a la red por Espinar en boca de gol. Era el minuto 13 y la algarabía se apoderaba de los seguidores isleños que, acto seguido, protestarían la decisión del asistente de invalidar la jugada.

 El Recre, peleado con el gol en sus cinco últimos compromisos, tenía claro que el partido pasaba por mantener su portería a cero y aprovecharse de alguna salida rápida a la contra para frenar la inercia positiva cañaílla.

Cantero anotó de cabeza el 0-1 apagando un buen arranque del San Fernando

Poco a poco, los albiazules se asentaron en el terreno de juego. Si sus rivales volcaban su juego hacia la izquierda, el equipo de Pavón optó por cargar su fútbol por su  flanco zurdo por donde Miguelito y Cantero amenazaban con ser un serio peligro para un Mario que se vio desbordado.

Tanto que, a los 20 minutos de juego, un centro pasado de Núñez pilló desprevenida a la retaguardia local y permitió que el propio Cantero, libre de marca, entrase sin oposición para superar a Salva con la testa.

El gol fue un jarro de agua fría para los ánimos del San Fernando y el Recre se sacudió los complejos y los miedos. Los locales, obligados a reponerse del zarpazo, tardaron en volver a crear fútbol de forma fluida. Solo un contragolpe bien tirado por Carralero fue culminado con un disparo desviado de Espinar. Fue la opción más clara de los cañaíllas, que también avisaron a Arturo con un cabezazo de Fran Martínez al rematar un lanzamiento de falta.

El Recre se sentía cómodo, sin pasar excesivos apuros y aprovechando los despistes defensivos del San Fernando en su banda derecha. El citado Miguelito y Altamirano, delantero muy móvil, generaban incertidumbre a un equipo que pedía a gritos el descanso para refrescar sus ideas y salir con ambición a por el empate.

Iván prendió la mecha azulina

Así ocurrió en la segunda mitad. El San Fernando volvió a la carga con Carralero en los primeros compases tras la reanudación. Molina y Núñez pusieron a prueba a Salva y enfriaron un poco los ánimos antes de que la entrada de Iván Bazán avivara de forma increíble la contienda.

Y es que el extremo sevillano, que relevó a Galindo en el minuto 55, provocó en su primera intervención una falta peligrosa y la amarilla a su par, Javi Cantero. Poco después, Regino trataba de rematar un envió colgado al área y era derribado dentro del área. Dani Martínez no desaprovechó la ocasión y mandó a la red el lanzamiento para empatar el duelo.

El San Fernando, como era de esperar, se creció. A media hora para final, parecía querer correr, deseaba que ocurrieran cosas, le gustaba vivir en el alambre, entre la gloria del triunfo y el sinsabor de la derrota. El partido se abrió. Regino tuvo una opción a balón parado mientras que Miguelito, que pululaba por la zona de tres cuartos, trató de sorprender a Salva.

Iván revolucionó el choque, Dani empató de penalti, pero Ubay anotó el 1-2 poco después

Para evitar sustos innecesarios en la ruleta rusa en la que se convirtió el segundo acto, Lolo Garrido entró por Francis. Méndez trataba de evitar así el correcalles y de imponerse en el centro del campo por frescura. Parecía lograrlo el cuadro isleño, que otra vez volvió a disfrutar de las arrancadas de Iván Bazán por la derecha. La melena al viento del sevillano marcaba el camino y provocaba que Espinar y Carralero se relamieran esperando una asistencia de oro.

No llegó. Carralero estuvo a punto de marcar el 2-1, pero no pudo empalar de volea un centro desde la derecha. El isleño aún se lamentaba cuando, en el otro área, Altamirano se sacaba un disparo desde la frontal que Ubay Luzardo remachaba con la testa. 1-2. Los onubenses volvían a sonreír.

Dèja vú para la igualada final

Parecía que los de Pavón, entrenador que se desgañitaba en la tribuna de Bahía Sur, habían aprendido la lección. Sin embargo, la historia se volvió a repetir. Otra vez gracias a Iván Bazán, que se coló como Pedro por su casa por la derecha y obligó a Dani Molina a derribarlo dentro de la zona de castigo. Esta vez fue Carralero quien se disfrazó de verdugo para batir a Arturo.

2-2 y un cuarto de hora por delante. Con el marcador en contra, Méndez se había visto obligado a cambiar sus planes. Edgar entró por Gerrit que, dicho sea de paso, fue expulsado en el banquillo por protestar. De esta forma, el San Fernando afrontó la recta final del choque con dos delanteros natos y un Iván en estado de gracia.

El panorama era tremendamente emocionante, pero el cansancio lo empañó. El Recre aguantó su primera sustitución hasta el minuto 80 (Miguelito dejó su sitio a Torres), pero en apenas seis minutos tuvo que echar mano de Machado y Waldo. El San Fernando, que no mostraba excesiva seguridad en defensa, esperaba tener alguna opción antes del 90’. Y la tuvo.

Carralero volvió a empatar de penalti y Espinar disparo al palo en el 89'

El elegido fue Espinar. El delantero sevillano se sacó un lanzamiento cruzado tras recortar a su rival en la frontal del área y acarició las mieles del triunfo al batir a un Arturo que solo pudo estirarse al máximo y seguir con la mirada al esférico. Caprichoso él, se estrelló en el palo ante la desesperación de un Carralero que se encontraba a pocos metros de la jugada pero fue incapaz de cazar el rebote. 

Ese fue el canto del cisne de un choque que mantuvo la tensión hasta el final. Que castigó al Recre desde los once metros y al San Fernando en los momentos en los que mejor juego estaba desplegando. Cosas del fútbol. Del de bronce. Ese que no sale en la tele, pero que se disfruta en el campo y, como hoy, va acompañado de un gran ambiente en las gradas.