Duelos de históricos el que cerraba la jornada en la Liga 123. Real Zaragoza y Real Oviedo se daban cita en La Romareda, como tantas otras veces hicieron en Primera División. Sin embargo, la realidad actual de ambos clubes es otra, y si bien los locales necesitaban una victoria para acabar con una dinámica de resultados, los asturianos también necesitaban una buena actuación a domicilio, tras salir goleado en sus dos últimas salidas.
Ya desde el saque de centro, el Real Oviedo intentó mostrar una imagen diferente. Fue la primera vez que el conjunto azul no retrasó el balón atrás, sino que realizó el saque para iniciar una jugada de ataque en campo rival. Sin embargo, ese espíritu se iba a esfumar en el minuto tres de partido. Michu conducía el balón en una transición y probaba algo inusual en él: un disparo desde bastante lejos. El jugador, que le pegó muy mal al balón, rápidamente notó que se había roto al efectuar el lanzamiento y pidió el cambio. Fueron dos detalles que hacían pensar que se iba a ver un Real Oviedo, y sobre todo un Michu mucho más agresivo. Pero todo quedo ahí, ya que rápidamente aparecerían los fantasmas de las anteriores partidos a domicilio.
Pereira entraba en lugar del canterano carbayón, y tras unos minutos en los que no había un dominador claro, llegó la primera acción clave del encuentro. Irureta sale a despejar un balón en las inmediaciones de su área con un patadón que va hacia David Fernández. El central se confía y hace un mal control que permite que el escurridizo delantero canario Ángel le robe la cartera y bata a Juan Carlos en el mano a mano. El máximo goleador del conjunto aragonés abría de esta forma el marcador a los 18 minutos. Un nuevo error individual atrás hacía que el Real Oviedo tuviera que remar contracorriente desde muy pronto, una vez más.
Este gol trajo consigo un efecto psicológico importante. Para los locales supuso un alivio, ya que tras la mala racha de resultados que atravesaban, adelantarse pronto en el marcador era vital para que la afición no se echara encima del equipo. Para el Real Oviedo, el gol supuso un duro golpe, ya que el equipo estaba compitiendo bien y, por tercera jornada seguida jugando fuera de casa, empezaba por detrás en el marcador.
En los siguientes minutos el Zaragoza lo seguía intentando con balones largos buscando un nuevo fallo de la zaga azul. El Real Oviedo lograba realizar algunas combinaciones, pero no llegaba con peligro a la meta rival. En el minuto 36, de nuevo Ángel, que fue un auténtico incordio para la zaga ovetense, obligaba a Juan Carlos a realizar una buena parada, tras rematar en el segundo palo un centro del canterano Xiscu, que estrenaba titularidad y fue uno de los más destacados del encuentro.
Y al borde del descanso llegó la segunda acción clave del partido. Nuevo balón en profundidad del conjunto maño, buscando esta vez a Lanzarote por la derecha y Verdés, que parecía que llegaba a tiempo al corte para acabar con el avance del jugador local, realiza una entrada temeraria que obligó al árbitro a mostrarle la tarjeta roja directa. No es la primera vez que al central se le cruzan los cables, y esta vez dejaba a su equipo en inferioridad con un marcador adverso. Hierro daba entraba a Óscar Gil en lugar de Linares para recomponer la zaga. De esta forma se llegaba al descanso en La Romareda.
La segunda parte empezó con el Zaragoza presionando arriba, buscando el segundo gol que encarrilara el partido. Primero lo intentaría Xiscu con un disparo que se iba fuera, y solo unos minutos más tarde, Óscar Gil volvía a hacer de las suyas. El central cometía penalti en una contra propiciada por una pérdida de balón de Susaeta, que volvió a mostrar una pobre versión. Ángel no desaprovechaba la pena máxima y duplicaba la ventaja de los maños en el marcador, que veían como el partido se les ponía muy de cara.
A partir de este momento, el Zaragoza bajó el ritmo del partido e intentó que pasaran pocas cosas. Sin embargo, en el minuto 57, Susaeta estuvo a punto de mandar al fondo de las mallas un gran centro de Christian, que fue de los pocos que se salvó en el conjunto asturiano. Dos minutos más tarde, Juan Carlos evitó que Ángel consiguiera el hat-trick tapando su disparo tras un nuevo gran desmarque del pichichi maño.
El tiempo avanzaba sin que pasara nada destacable. Solo Toché lo intentó con un remate de cabeza que se fue fuera. Hasta que en el 86, Varela, que había entrado por Susaeta, tomó el papel del eibarrés en las jugadas a balón parado y mandó al fondo de las mallas un libre directo con su pierna izquierda, que supone el estreno goleador del canterano bético en liga con el conjunto carbayón.
Llegó tarde la reacción del Real Oviedo, que tuvo alguna opción de poder empatar, pero que no llegó a crear peligro de verdad durante esos últimos minutos. El colegiado señalaba el final del encuentro con el que La Romareda respiraba aliviada. El Zaragoza conseguía la primera victoria en casa desde el 29 de octubre y el conjunto carbayón, por su parte, sumaba su tercera derrota seguida a domicilio.
Con esta victoria, el Zaragoza sube hasta la undécima posición con 24 puntos, a solo tres de los puestos de playoff. La próxima jornada deberán viajar a Madrid para enfrentarse al Rayo Vallecano.
Por su parte, el Real Oviedo se queda con 26 puntos y sale de los puestos de playoff. Sin embargo, el cuadro azul tiene dichos puestos a un solo punto y se mantiene a cuatro del ascenso directo. El próximo sábado recibe al Córdoba en el Nuevo Carlos Tartiere, donde tratarán de mantener la solidez mostrada hasta ahora en su feudo. Deberán hacerlo con las bajas de Verdés, Christian, Óscar Gil y previsiblemente Michu por lesión.