“La gloría no consiste en no caer nunca, sino más bien en levantarse las veces que sea necesario”, decía Mario Benedetti. Bien podría colgar ese lema de las paredes del Vicente Calderón, o mirando al futuro cercano, del Wanda Metropolitano. Y es que el espíritu rojiblanco, de eso de levantarse las veces que sea necesario, sabe mucho. A lo largo de sus más de cien años de historia han sufrido todo tipo de varapalos y el equipo se ha levantado una y otra vez para estar siempre entre los mejores.

Últimamente parece que los nubarrones vuelven a cernirse a orillas del Manzanares. El equipo colchonero no atraviesa un buen momento. Lo dicen los números, pero también sus jugadores. Una voz autorizada del vestuario, su capitán, confesaba al final de la dura derrota ante el Villarreal, que el Atleti pasa por uno de los momentos más complicados desde que el Cholo llegase al banquillo.

Los números no salen

Con la derrota en El Madrigal, el Atleti sumaba la cuarta en los últimos siete partidos. Sólo dos victorias, siete puntos de 21 posibles, once goles en contra y sólo siete a favor. Oblak encajó 18 goles en Liga en toda la temporada pasada, ésta ya lleva 13. Si bien es cierto que en competición europea los rojiblancos han hecho una fase de grupos casi perfecta, en Liga han saltado todas las alarmas. Aún queda mucha competición, sólo se llevan disputadas quince jornadas, pero los rojiblancos marchan sextos en la clasificación, a doce del líder, el Real Madrid.

Al término del último encuentro liguero disputado, Gabi confesaba el mal momento por el que pasa el vestuario. Ciertamente es el peor momento desde que llegó el Cholo, sin contar las desilusiones de las finales perdidas. “Ahora se verá si somos un equipo”, añadió el capitán. Y si de algo puede presumir el Atleti, es de eso, de trabajar como un equipo, de estar a las buenas, y por supuesto a las malas, siempre como equipo. “Estamos jodidos, la Liga se pone muy cuesta arriba. Ahora más que nunca tenemos que agarrarnos al partido a partido”, confesó. Esa fue la máxima principal desde que Simeone llegase, el partido a partido.

Saúl: "Estamos bien, fuertes, unidos y a muerte con el Cholo"

A pesar de la mala situación, la plantilla siempre ha demostrado confianza ciega en el argentino. El último en decirlo públicamente ha sido Saúl: “Estamos bien, fuertes, unidos y a muerte con el Cholo”.  Y es que la continuidad del Cholo no se negocia. Ha sido clave en este equipo implantando una filosofía que ha llevado al equipo a ganar cinco títulos en cinco años, los mismos que se habían logrado en los últimos 20. Ha creado un equipo fuerte con una de las mejores defensas del mundo, siendo tanto Courtois como Oblak, los porteros menos goleados repetidamente.

Pero no sólo la plantilla confía en el técnico. La afición es unánime en su confianza en Simeone. Partido tras partido las 45.000 almas que llenan el estadio corean su nombre, o es él, quien anima a esa afición a seguir cantando. Un hermanamiento entre entrenador, jugadores y plantilla que no es fácil de lograr. Pero sin duda la afición de este Atlético de Madrid siempre ha pasado por ser una de las mejores y así lo ha demostrado. Siempre.

Es fácil cantar y corear cuando todo va bien, pero los colchoneros se caracterizan por no cesar en sus cánticos, incluso en los peores momentos. Uno de los recuerdos que más ha impresionado en los últimos años fue el de aquella final de Copa del Rey disputada en el Camp Nou el 19 de Mayo de 2010 y que el Atleti perdió ante el Sevilla. A ningún rojiblanco se le olvidará jamás la cara de Tiago incapaz de contener las lágrimas, mirando hacia una grada, que a pesar de la derrota, seguía cantando y animando a los suyos en un momento tan duro. O el día de la final de Milán, cuando al Atleti se le escapaba de manera cruel de nuevo otra final tras un penalti fallado por Juanfran. El lateral, al igual que Tiago en su momento, cubierto de lágrimas se acercó a pedir perdón a una afición que no le reprochó nada, al contrario, le aplaudió. Esta es la afición del Atlético de Madrid.

Simeone: "No ganan siempre los buenos, ganan los que luchan"

La historia del Atleti quizá sea la de esas personas desafortunadas que trabajan y trabajan sin descanso, pero les cuesta ver los frutos. Es ejemplo para los pequeños, del David que aspira a vencer a Goliat, admirado por todos por luchar entre los más grandes. Que miran hacia arriba, se ponen metas altas pero que por cada reto conseguido han derramado demasiadas lágrimas. Sufren para lograr lo que los poderosos consiguen sin apenas esfuerzos. Es el ejemplo de que con trabajo y esfuerzo se consiguen los resultados. Pero también toca ver como en ocasiones a pesar de ello, hay veces que esos resultados no llegan. Y parece que los rojiblancos pasan ahora por eso.

Pero ya lo dijo Simeone en una ocasión: “No ganan siempre los buenos, ganan los que luchan”. No cabe duda que con Simeone en el banquillo, que cómo otras de sus principales máximas es “el esfuerzo no se negocia”, aquí todos van a luchar para sacar el equipo adelante. Y para la afición, con su equipo pasando por uno de los momentos más delicados de la era Simeone, tampoco se va a negociar el aliento desde la grada. En el que será el último partido de Liga en el Calderón en este 2016, se espera una afición entregada a la causa de aupar entre todos a un equipo que se levantará las veces que sean necesarias.