El año 2016 no será uno de los que el guardameta Andrés Fernández guarde en su memoria con un recuerdo especialmente positivo. Aún perteneciendo sus derechos federativos al Oporto, empezó el año defendiendo la portería del Granada como titular indiscutible a préstamo desde Portugal, para volver a salir cedido, en este caso al Villarreal donde su papel por el momento está siendo testimonial. Con Sergio Asenjo en un momento sobresaliente, los últimos seis meses de este 2016, Andrés ha visto más partidos desde el banquillo que desde la portería, y es que tan sólo ha podido disputar cuatro partidos en la fase de grupos de la Europa League, y sus excesivas inseguridades bajo palos no dan a Fran Escribà especial confianza a la hora de alinear al murciano.

Por fin vestido de amarillo

El 25 de julio de 2016 se oficializó la llegada de Andrés Fernández al Villarreal en forma de cesión desde el Oporto portugués para disputarle el puesto a Sergio Asenjo y al recientemente renovado Mariano Barbosa. Pese a que el titular, presumiblemente sería Asenjo, su extremada vulnerabilidad frente a las lesiones hizo a la dirección directiva lanzarse al mercado en busca de un guardamenta de garantías que pudiese dar la talla ante una eventual convalecencia del palentino. Fue entonces cuando la desempolvando antiguas agendas de fichajes, surgió el nombre de Andrés Fernández, y es que el meta murciano tuvo pie y medio en Villarreal tres años atrás procedente de Osasuna, cuando los amarillos recién ascendieron de su periplo en Segunda División, pero con un acuerdo total entre todas las partes, finalmente el entonces presidente rojillo, Miguel Archanco tumbó la operación a última hora. Por lo que finalmente, el Submarino terminó por contratar a Sergio Asenjo.

Tras pasar la pasada temporada en Granada como titular absoluto, donde disputó 37 encuentros en los que encajó la friolera de 66 goles (una media de casi dos goles por partido), dejando su portería a cero en tan solo cuatro encuentros. En verano regresó así al Oporto, quien posee sus derechos pero donde no halló suerte para afianzarse, por lo que no iba a tener sitio alguno en esta campaña en los planes de los dragones, así que buscó una salida. De esta manera, con Andrés buscando una salida y el Villarreal buscando un portero de garantías, el acuerdo no tardó en secundarse y rápidamente se incorporó a la disciplina amarilla.

Bajo la larga sombra de Asenjo 

A su llegada, cuajó una excelente pretemporada, donde podemos destacar su brillante actuación en la tanda de penaltis del Trofeo Ibérico contra el Sporting de Portugal, que a la postre supuso la victoria para los groguets. Durante la pretemporada, Marcelino fue desarrollando una cierta confianza hacia él, por lo que se presumía que tendría algo de protagonismo a lo largo de la temporada. Pero tras la vorágine que ocasionó la marcha del técnico asturiano y que puso a Fran Escribà, el valenciano decidió hacer una firme apuesta por Sergio Asenjo, a quien dispuso como el portero para la Liga, Andrés para la Europa League y a Mariano Barbosa para la Copa del Rey.

De forma que hasta el 15 de septiembre no se pudo ver el debut de Andrés Fernández en un partido oficial, en este caso fue en la jornada inaugural de la Europa League en El Madrigal ante el Zürich en un encuentro que se saldó con un (2-1). En este encuentro, un gol de Armando Sadiku al minuto de partido empezó a minar la confianza del murciano, a quien se le notó algo inseguro de un tiempo a esta parte. De forma que en los tres siguientes partidos frente al Steaua de Bucarest y los dos frente al Osmanlispor, vimos a un Andres fallón, desconfiado y cometiendo errores de bulto que terminaron por propiciar goles y puntos perdidos para el Villarreal.

Ante esta situación, Fran Escribà decidió cortar por lo sano, y tras la derrota del Villarreal (1-2) en casa frente al Osmanlispor el 3 de noviembre, Andrés quedó desterrado al banquillo inclusive en los partidos de la Europa League, ya que fue Sergio Asenjo quien partió de inicio en los dos encuentros que cerraron la fase de grupos en competición europea ante Zürich y Steaua de Bucarest. Habrá que ver si el 2017 le brinda nuevas oportunidades al murciano, pero por el momento, la fortalecida figura de Sergio Asenjo produce una sombra tan alargada que pocos son capaces que su luz brille por encima de ella.