El Sevilla se llevó los tres puntos después de un partido tremendo que tuvo todos los ingredientes para que surgiera un gran encuentro; goles, emoción, penalti, mucho fútbol plagado de táctica y estrategia. Se avanzó Cristiano de penalti, Ramos se marcó en propia cuando acababa el partido y, cuando ya agonizaba, Jovetic se sacó un derechazo para enloquecer a Nervión. El Sevilla certifica su segundo puesto y aprieta a su rival de hoy, el Madrid, pues la distancia es de ahora un solo punto, aunque el cuadro de Zidane tiene un partido menos.

Sampaoli cambió, y mucho, su dibujo respecto al jueves. La defensa fue de cuatro e Iborra escoltó a N’Zonzi en el doble pivote para asumir más control. Ben Yedder fue el punta y Jovetic empezó en el banquillo, a la espera de salir y besar el santo, como ocurrió en Copa. Zidane, por su parte, sorprendió con una línea defensiva de tres centrales y dos carrileros, para intentar ganar la batalla de la medular, y por consiguiente, del control del esférico.

Respeto mutuo en la primera mitad

El inicio fue un tanteo muy largo, con los dos equipos mostrando mucho respeto por el otro, quizá demasiado. El Madrid era quien primero ahogaba la salida del balón del Sevilla, pero con el paso de los minutos el equipo local se sacudió la presión e incomodó al equipo merengue. Casemiro estuvo omnipresente y su lucha con N’Zonzi fue larga a la par que preciosa. El experimento extraño (y fallido) fue el de que Ben Yedder cayera a banda y Vázquez como falso 9, puesto que se les vio desubicados y el argentino no sabía mantenerse en su posición y cayó en fuera de juego.

Esta desventaja se multiplicaba cuando el Sevilla acechaba el área puesto que carecía de referencia ofensiva pura. Escudero tampoco estuvo del todo acertado y no ayudó a un Vitolo muy solo cuando llegaba a los metros finales. La más clara la tuvo Cristiano cuando tenía que empujar, pero su tobillo tembló y no supo definir con Rico prácticamente vendido. El juego transitorio se volcó en la banda izquierda del Sevilla (y derecha del Madrid) porque tanto Mariano, Ben Yedder, Marcelo y Cristiano tuvieron menos incidencia de la que acostumbran y lo acusaron ambos conjuntos.

Goles y épica para un memorable choque

La segunda parte empezó con un arreón de presión del Sevilla y la sensación de que se iba arriba, asumía riesgos y buscaba los tres puntos, ejerciendo de anfitrión. Pero algunos errores en la salida de balón propiciaron claras ocasiones que no definieron los blancos. Ben Yedder seguía demasiado escorado y el Mudo aparecía genial entre líneas, pero desaparecía cuando se acercaba a Keylor. Cuando el juego retornó al carril de Escudero contra Carvajal, el merengue se tiró un balón largo emulando el de la prórroga en Trondheim y Sergio Rico pecó de inocente y cometió un penalti que buscó Carvajal. Lo transformó Cristiano, con una ejecución inapelable que le convertía en el jugador de la historia de la Liga con más goles de penalti (56).

El golpe atestado dejó tambaleante al equipo hispalense que dudó de sus posibilidades. Pero a base de apariciones constantes y estelares de N’Zonzi, el Sevilla volvió a creer. Se acercó impreciso pero no concretaba. Hasta que llegó la jugada decisiva del partido. Un centro bombeado al área, se lo introdujo Sergio Ramos en su portería, poniendo el punto y final de esta semana trágica. El Sevilla siguió creyendo, empujando y tuvo algunas ocasiones. Ya en el descuento, Jovetic, que había gozado de contadas participaciones desde que entró, se sacó un latigazo desde fuera del área que se coló en la portería de Keylor Navas, pese a que el guardameta la rozó con los dedos. Rompió la racha de 40 partidos invicto del Madrid, que peligró el jueves y finalizó este domingo.