El centrocampista argentino pasó por los micrófonos de A Balón Parado y como cualidad del equipo destacó: "En Pamplona iremos a por todas, están necesitados y no va a ser fácil, pero nosotros salimos siempre a ganar, sea donde sea. Somos un grupo que lucha por cosas importantes, el equipo siempre va de frente”.

A pesar de su juventud, 23 años, ha vivido cosas importantes y por ello recordó: “Tuve la suerte de jugar la final de la Champions, y al día siguiente fui a EEUU a jugar la Copa América con mi selección. Cuando terminó la Copa América, tenía un mes de vacaciones antes de volver a Madrid. Mi representante me trasladó la idea de ir a Sevilla y me encantó. Es un club brillante y había que aprovechar la oportunidad. Hablé con Monchi y con Sampaoli, se dio todo como quería. Dejé las vacaciones porque quería incorporarme desde el principio y  me vine para la pretemporada”.

Recalcó lo bien que está en Sevilla ya que dijo: “La gente es muy fanática del Sevilla y eso es importante para un jugador. Me ha sorprendido el ambiente que se vive acá. Me lo habían dicho, pero es donde uno de se da cuenta de lo que es esto. Sevilla se parece a Sudamérica, acá las personas son muy apasionadas por el fútbol. Se vive como el ritual donde se juntan los hinchas, o van con sus hijos. Un domingo de fútbol es algo que no lo cambian por nada, eso es también se vive acá y eso hace a este club diferente”.

Por último, habló sobre su vida más personal: "Somos una familia de seis hermanos, de pequeño tenía que estudiar y trabajar para ayudar a la familia. Era el hermano mayor y tenía que ayudar con toda la familia, lo hacía contento y creo que me ha valido para madurar y aprender a sacrificarme. Empecé a trabajar en una cancha de golf. Por la mañana estudiaba, almorzaba y me iba al golf. Yo tenía que llevarle los palos del patrón y después me iba a entrenar. Me ayudó muchísimo para crecer como persona y valorarlo todo”.