Tercera derrota consecutiva de un Real Zaragoza que todavía no conoce la victoria en 2017. Esta vez fue el UCAM Murcia quien logró llevarse unos puntos para creer en la salvación. Mientras, los de Raúl Agné se alejan un poco más de los puestos de promoción, vislumbrando cada vez más cerca los puestos de descenso.

Un Real Zaragoza sin alma

El mensaje de Raúl Agné en la previa del partido era de ir a por la victoria, sin importar los condicionantes. El terreno de juego, en buenas condiciones pese a la nieve y las intensas lluvias, esperaba a dos equipos que se jugaban más de lo que parecía. Con esa mentalidad salieron ambos conjuntos, en un partido de tú a tú en los primeros compases.

Sin embargo, el Real Zaragoza iba retrocediendo cada vez más hacia su portería. El planteamiento inicial de Raúl Agné, con un centro del campo de carácter defensivo (Zapater y Jesús Valentín), incitaba a ello. El cuadro aragonés no tenía salida de balón para combinar con los hombres ofensivos, algo que aprovechó el UCAM Murcia para encerrar a los blanquillos en el campo y generar peligro, siempre por unas bandas que eran un coladero. Así llegaron las primeras ocasiones de peligro, por medio de Collantes y Natalio, pero Irureta lograba salvar el gol. Hasta que se hizo justicia: en el minuto 25, Collantes batía al guardameta a placer tras un grave error defensivo.

Tocaba remar. Buscar soluciones a una situación que podía ir a peor si no reaccionaba. Pero el UCAM había olido la sangre, y no iba a dejar a la presa tan fácilmente. El Real Zaragoza continuaba dando muchas facilidades en la conducción del esférico murciano hacia su portería. Era difícil distinguir al equipo que se encontraba en descenso y el que aspiraba a entrar en promoción. Los de Raúl Agné solo metían el miedo al cuadro universitario con rápidas transiciones capitaneadas por Cani, pero en contadas ocasiones. Xumetra reclamó penalti tras una acción con Biel Ribas, pero el colegiado no señalaba nada. No hubo tiempo para más, llegando a la conclusión de la primera parte.

Llegadas, pero sin gol

Quedaban 45 minutos. Una parte entera para reaccionar o rubricar una nueva derrota, la tercera consecutiva, en un 2017 hasta el momento aciago para el Real Zaragoza. Raúl Agné mantuvo su confianza en el once titular, mientras en la banda calentaban jugadores como Dongou, Xiscu o Erik Morán. El conjunto aragonés inició el segundo periodo con más intensidad, ante un UCAM que dio un paso atrás, buscando la velocidad de jugadores como Collantes a la contra.

Poco a poco, los blanquillos empezaron a aproximarse a la portería de Biel Ribas. Aunque no de forma organizada, con más corazón que cabeza. El UCAM estaba bien plantado en defensa, a la espera de que el Real Zaragoza diera el primer paso. Y así fue, primero con un disparo desde la frontal de Jordi Xumetra y posteriormente con un mano a mano de Ángel con el guardameta, que el delantero enviaba por encima del larguero. A esas dos buenas ocasiones, una buena presión, que obligaba al conjunto universitario a regalar el balón al Real Zaragoza.

Pero el gol no llegaba. Mientras, los minutos pasaban. Los aficionados locales veían cada vez más cerca el triunfo. Los técnicos movieron fichas desde el banquillo, uno para mantener el resultado y otro para forzar cuanto menos el empate. El UCAM empezó a disponer de espacios en una defensa descompuesta por las bandas. En resumen, un intercambio de golpes que solo podía beneficiar a los blanquillos. Ángel volvía a perdonar, y momentos después Collantes erraba un mano a mano contra Irureta.

En los últimos minutos del partido, la defensa del UCAM salvó dos goles visitantes cuando prácticamente ya se celebraban. Primero a Dongou, tras un barullo en el área, y en el tiempo de descuento a Cabrera, tras un saque de esquina. Pero no hubo tiempo para más, y el Real Zaragoza sumó su tercera derrota consecutiva, que le acerca a los puestos de descenso. La próxima cita de los aragoneses será en La Romareda, el domingo 29 de enero frente al Lugo. Cani será baja en ese encuentro, al haber visto la quinta amarilla.