Después de concluir la primera vuelta en la cuarta posición, el Marino de Luanco comenzaba la segunda vuelta y el nuevo año siendo incapaz de empatar a cero goles a domicilio contra el Club Deportivo Mosconia, para a continuación dar un golpe sobre la mesa goleando al Club Deportivo Tuilla y posteriormente en su último encuentro sucumbía ante el poder del Unión Popular de Langreo para llegar a la vigésimo tercera jornada del grupo segundo de la Tercera División teniendo que medirse con el Unión Club Ceares, uno de los cuadros más complicados del curso que se presentaba en Miramar tras firmar tablas con el Real Sporting de Gijón B y L'Entregu, para perecer contra el Club Deportivo Tuilla en su último partido. Noventa minutos por delante donde marinistas y teyeros tenían entre ceja y ceja buscar los tres puntos en un campo que presentaba unas fabulosas condiciones impropias del invierno asturiano con respecto a las pasadas temporadas.

A sabiendas de la importancia del partido, en casa y contra uno de los equipos de la parte alta de la clasificación, Adolfo Pulgar apostaba por un once inicial en el que se encontraban sobre el verde de Miramar Davo, Borja Álvarez, Adrián Trabanco, Guaya, Carlos Viesca, Llerandi, Diego Polo, Pablo Suárez, Álvaro Pozo, Coutado y Jairo Cárcaba. Por su parte, Tino del Corzo asumía que no iba a ser ni mucho menos fácil el envite que se iba a librar en el feudo luanquín, pero no por eso dejaba de creer en poder llevarse algo positivo de Miramar, lo que le hacía saltar al terreno de juego con un once inicial formado por Nacho, Fonso, Aitor Cañedo, Beni, Chery, Juan Carlos, Dani Peláez, Natan, Jorge Cayarga, Guille Barquero y Javi Gutiérrez.

Cárcaba acude a su cita con el gol

Sin la lluvia como protagonista, por lo menos al comienzo del choque, Club Marino de Luanco y Unión Club Ceares comparecían sobre el verde luanquín para disputar la vigésimo tercera jornada del grupo segundo de la Tercera División. Las cosas no podrían comenzar mejor para el Marino, que tan solo necesitaba dos minutos de partido, o lo que es lo mismo 120 segundos para adelantarse en el marcador. Carlos Viesca era un auténtico puñal por banda, y uno de sus primeros centros llegaba al corazón del área sin que Polo pudiera rematarlo, siendo Jairo Cárcaba el encargado de introducir el balón en el fondo de las redes para colocar el 1-0 a favor del Marino.

El hecho de adelantarse en el marcador hizo que los locales se confiaran en exceso, entregando el cuero al Ceares, que empezó a jugar de lado a lado del campo para acercarse con peligro sobre la meta de Davo en varias ocasiones, obteniendo el premio del empate en el minuto veintisiete. Javi Gutiérrez, que le había ganado la titularidad a Marcos Iglesias, se fajaba muy bien con su defensor en el centro del campo para conseguir sacar un espectacular pase al hueco, donde Jorge Cayarga explotaba una de sus principales cualidades, la velocidad, para dejar atrás en la carrera a Adrián Trabanco plantándose solo frente a Davo. El guardameta local no podía hacer nada para evitar que el extremo le colara el balón por bajo subiendo el 1-1 al electrónico. Escasos minutos después Cárcaba perdonaba el segundo tanto luanquín con un remate de cabeza que se iba fuera por muy poco.

La mala suerte se cruzaba en el camino del Ceares pasada la media hora, y es que Guille Barquero no podía continuar sobre el terreno de juego, teniendo que mover ficha Tino del Corzo para dar entrada al césped en su lugar a Pablo Martínez. El paso de los minutos permitía al cuadro teyero estar mucho más cómodo sobre el campo, disponiendo Dani Peláez de un disparo que salía desviado, para que Aitor Cañedo se equivocara sacando el balón desde atrás, dando el cuero a Álvaro Pozo, que no veía a sus compañeros desmarcados y estrellaba el balón en la zaga. Ya en la última del primer tiempo, Jairo Cárcaba recogía un buen balón pero su remate de cabeza se iba fuera por muy poco cuando ya se cantaba el gol en Miramar. Sin tiempo para más, el colegiado del encuentro indicaba el camino de los vestuarios con un marcador de 1-1 gracias a los tantos de Jairo Cárcaba y Jorge Cayarga.

El Ceares se pone rápidamente por delante, pero sin venirse abajo el Marino termina remontando en el último segundo

Sin ningún cambio tras el descanso, la segunda mitad se ponía en marcha con la misma tónica con la que había concluido la primera, siendo en este caso el Ceares el encargado de ponerse por delante en el marcador a los cinco minutos. Una gran acción por banda de Natan Tejada y una muy mala salida de Davo fueron los condicionantes para que el jugador teyero colara el balón por bajo al guardameta, teniendo la portería vacía para subir el 1-2 al electrónico, dejando al Marino contra las cuerdas y a Adolfo Pulgar mandando a varios jugadores a calentar para intentar cambiar el choque. Como no podía ser de otra manera, el Marino se sabía en desventaja por lo que tenía que aumentar la intensidad, empezando a convertirse el partido en un auténtico monólogo local que se traducía en ocasiones, apareciendo Nacho Rubiera para frenar los remates de Borja Fernández y Pablo Suárez.

El Marino dominaba a placer la segunda mitad del partido y Coutado tenía en sus botas el empate, pero su remate se iba fuera cuando tenía el gol a placer. A pesar de todo, no sería hasta el minuto 76 cuando el empate del cuadro luanquín aparecería. Como un auténtico juego de fútbol sala, Polo tocaba el balón de cabeza hacia la posición de Cárcaba, que prolongaba el cuero para que por detrás apareciera Llerandi, tocando de tacón el esférico para subir el 2-2 al marcador. Se sabía superior el Marino, así lo había demostrado, pero le faltaba un gol para dar la vuelta al marcador, el cual buscaría con insistencia.

No diga gol, diga Jairo Cárcaba

Aitor Suárez no tendría suerte al ver como Beni se cruzaba en su disparo y Geni tampoco encontraba el gol al aparecer Nacho Rubiera para atrapar el cuero, pero en el minuto 95 todo cambiaba. Un saque de esquina puesto por Polo desde la esquina era cabeceado por Jairo Cárcaba al fondo de las redes en lo que era el 3-2, desatando la locura bajo la lluvia que arreciaba en Miramar dejando los tres puntos en casa. No daba tiempo ni a sacar de centro y habiendo dado solo cuatro minutos de añadido, los visitantes protestaban el hecho de haberse sumado un minuto más al partido, terminando Tino del Corzo expulsado, lo cual no le permitirá sentarse en el banquillo el próximo domingo en Noreña contra el Condal, mientras que el Marino se batirá al Lugones en Santa Bárbara.

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Sobre el autor
Diego Blanco Taladriz
Gijón. Moderador de contenidos de VAVEL. Coordinador en las secciones de Tenis y Ciclismo. Puedes leer mis opiniones en @DiegoBlanco93 | E-mail de contacto: [email protected]