Durante las últimas horas del mercado de fichajes en el día de ayer, el Real Oviedo hizo oficial la incorporación del centrocampista gallego Borja Domínguez, procedente del Córdoba CF. El jugador llegaba en condición de cedido hasta junio, pero con una opción de compra para el conjunto carbayón.
Esta mañana, en la portada de un conocido periódico asturiano, aparecía la imagen de uno de los refuerzos del Sporting, Lacina Traoré, y las siguientes palabras: “Traoré y Elderson, fichajes de altura para levantar al Sporting ."Justo debajo de esta frase, y en una letra más pequeña, se podía leer: “Borja Domínguez, que no jugaba en el Córdoba, el medio para el nuevo Oviedo".
Ante esta última sentencia, conviene hacerle saber al aficionado que es absolutamente errónea y un tanto malintencionada, pues pretende hacer creer al público algo que no es cierto. Borja Domínguez ha jugado 14 partidos de liga esta temporada y seis de los últimos siete como titular, siendo una pieza importante en el mediocampo del conjunto blanquiverde.
Sorprende esa frase además, teniendo en cuenta que Elderson, fichaje que se cataloga como “fichaje de altura”, solo ha disputado seis encuentros ligueros y tres de Europa League esta temporada en su anterior equipo, el Standard de Lieja. Es decir, ha jugado menos partidos que Borja “que no jugaba en el Córdoba”. Quizás con lo de “fichaje de altura” se refieran a Traoré, que supera los dos metros de estatura.
Sorprende también por la reacción de los aficionados a los fichajes ayer en redes sociales. Los seguidores del Córdoba lamentaban la salida de Borja, una pieza importante en el esquema de juego de su equipo. Mientras, los seguidores del Mónaco, equipo que ha cedido tanto a Traoré como Elderson al Sporting, se burlaban de los aficionados gijoneses e incluso se solidarizaban, ya que se vieron imágenes con el lema “Je suis Gijón”. Los seguidores rusos del CSKA, último equipo de Traoré, no se quedaron atrás en sus burlas.
En definitiva, una mentira contada mil veces no se convierte en una verdad. El rendimiento de los jugadores se juzga en el campo, pero no hay que engañar al aficionado. Borja llega a Oviedo con ritmo de partidos y ganas de mejorar un mediocampo que necesita dar un salto de calidad.