La historia acabó por repetirse. Una vez más, no pudo Osasuna vencer en otra jornada liguera, en la que fue derrotado en Anoeta. Esta vez, el resultado fue de tres tantos a dos. Poco a poco, va empezando a anotar más y más tantos Osasuna, aunque la defensa no mejora, y nuevamente, fue la diferencia de efectividad -a favor en esta ocasión de los txuri urdines- lo que decantó el marcador en contra de los hombres de Vasiljevic. Y en dicho encuentro, destacó un nombre, y es el de Sergio León. Una vez más, el cordobés fue uno de los mejores de Osasuna, y se lució con un señor golazo en una gran jugada individual.

Era cerca del minuto ochenta de encuentro cuando la genialidad estaba al caer. El marcador era adverso, con una desventaja de dos tantos. Entonces, Causic asistió al cordobés -que eso sí, estaba en fuera de juego-, y éste se "limitó" a hacer su trabajo. Primero se zafó de Odriozola con un toque con el que levantó el balón. Lo bajaría entonces en la frontal, y dentro del área, rebasaría a Illarramendi y a Elustondo con muchísima solvencia. Y para concluir, apuntó y fusiló. La pelota, a la escuadra, y el tanto, sumó al marcador. Y esta fue una muestra más de todas las que está dejando Sergio, de su inacabable calidad.

Bien es cierto que este tanto no acabaría siendo francamente decisivo, pues no fue suficiente para que Osasuna lograra puntuar, pero un gol, es un gol; y nunca viene mal sumar para recuperar confianza. Aunque al cordobés, ahora mismo le sobra la confianza en sus capacidades. Es uno de los jugadores más queridos por la grada navarra, por su calidad y su entrega, y está aportando todo lo que tiene al equipo. Poco a poco, se ve que Osasuna mejora, aunque los resultados no estén acompañando según se acaba el tiempo. Diecisiete jornadas le quedan a Osasuna. Si logra salvarse, estará claro que una buena parte, se lo deberá a este jugador.