Tana es el séptimo jugador que más minutos ha jugado con la UD Las Palmas esta temporada y el cuarto centrocampista que ha disfrutado de más oportunidades solo por detrás de Roque, Vicente y Jonathan Viera. Los datos avalan su importancia en el juego, en el sistema y, también, en los buenos resultados del equipo hasta ahora. Pese a que no marca desde septiembre, anotó tres goles en cuatro partidos desde la jornada tres a la seis, las oportunidades de estar en el terreno de juego no han menguada. Setién cree en el grancanario.

90 minutos de cara y cruz

El partido ante el Granada CF puso de manifiesto lo mejor y lo peor del juego de un centrocampista que tiene infinidad de recursos que aportar a los amarillos. Durante la primera mitad, Tana estuvo en todos lados, tocó, dirigió y aglutinó las jugadas de ataque de los amarillos. Pasó, dribló y tiró -apunto estuvo de marcar un gol de bella factura desde la frontal-. La segunda parte del duelo dejó el regusto amargo que deja el vino con más días en barrica de los que debería. Impreciso, falto de recursos y precipitado en sus decisiones, no fueron estos últimos sus mejores minutos como amarillo.

Decía Quique Setién días atrás que la esencia del fútbol canario provocaba en ocasiones que los jugadores quisieran divertirse y solo divertirse en campo, sobre todo los de arriba, situación que, con total seguridad, no sería razón de divertimento para la zaga. Tana encarna perfectamente esa esencia de diversión futbolística irregular que deslumbra tanto como en ocasiones desespera. 

Halilovic, Jesé y la competencia

La llegada entre loas de Jesé Rodríguez y el fichaje de Halilovic se muestran como dos movimientos muy importantes para los minutos de juego de Tana en la UD Las Palmas. Aunque ambos futbolistas juegan caídos hacia la banda, uno a la izquierda y otro a la derecha, la titularidad de ambos podría llevar a Tana al banco -Viera será fijo por el centro- y quedará saber si Setién apuesta por Livaja o Boateng arriba.

Se enfrenta el mediapunta a uno de los momentos más importantes de su carrera para crecer y madurar como futbolista, arropado por un técnico que confía en él y por la competitividad creciente en un equipo en el que el talento es mayor cada día.