20 de mayo de 1991. El cierre de la temporada regular de liga está a punto de llegar. Tarde primaveral apacible en Pamplona para recibir al conjunto blanco de Concha Espina, con un ámbiente inmejorable en El Sadar y las gradas plagadas de júbilo entre los aficionados al noble arte del balompíe. Desde abuelos a nietos. Desde utilleros hasta aves que se agolpan en lo más alto del feudo rojillo. La ciudad ha quedado paralizada con la disputa de la jornada 35º de liga entre Osasuna y Real Madrid.

Un Real Madrid confuso frente a un histórico Osasuna

Cabe destacar que no se trataba de la campaña más brillante en el seno de un Real Madrid que vivía sumido en una complicada transición tras los últimos coletazos de la icónica Quinta del Buitre a principios de los 90. Desde la 28ª jornada liguera, Radomir Antic es el máximo responsable del primer equipo. El cuarto entrenador que se hace cargo del conjunto merengue está temporada tras los pasos de Toshack (jornadas 1-11), Di Stefano (jornadas 12-26) y Grosso (jornada 27).

Real Madrid-Barcelona de enero de 1991. | FOTO: Fernando Zueras.
Real Madrid-Barcelona de enero de 1991. | FOTO: Fernando Zueras.

Ante esta inestabilidad manifiesta, el Real Madrid llegaba a Pamplona como cuarto clasificado de la competición (39 puntos) con la consigna de avanzar en la clasificación y mejorar los registros del equipo. Ante ellos tendrán que hacer frente a una escuadra rojilla establecida con valentía en una histórica tercera plaza, con 40 puntos, por detrás de Atlético de Madrid y un Barcelona que campeonaba por España como líder absoluto con 54 puntos, aventajando en nueve al conjunto colchonero.

22 leyendas sobre el terreno de juego

Retomando el partido en cuestión, El Sadar se encontraba rozando el lleno, con un público entregado que jaleaba a los suyos con el objetivo de llevarles hacia el éxito. Con efusividad y rivalidad, pero de correcto comportamiento. Mientras tanto, los jugadores de ambos equipos realizaban el calentamiento previo al encuentro con una notable concentración, casi sin parpadear. Aún quedaba mucha carne en el asador a falta de tres jornadas para concluir una temporada en la que el descenso tenía color andaluz (Betis, Cádiz) y valenciano (Castellón).

Tras cuatro entrenadores, Toshack era el técnico blanco en el tramo final liguero

Las alineaciones de ambos conjuntos eran esperadas con impaciencia por el graderío. El conjunto local saltaría al terreno de juego con Roberto; Martín González, Pepín, Castañeda, Bustingorri; Ibáñez, Larraínzar I, Martín Domínguez; Larraínzar II, Ciganda y Cholo. Por su parte, el banquillo rojillo contaría con Sola, Merino, Unanua o Pascual, entre otros.

Una alineación de Osasuna durante la temporada 1990-1991. | FOTO: Osasuna.com
Una alineación de Osasuna durante la temporada 1990-1991. | FOTO: Osasuna.com

Por otro lado encontramos a un Real Madrid que jugaría con: Buyo; Chendo, Spasic, Tendillo, Sanchis; Hierro, Milla, Aldana, Villarroya; Michel y Butragueño. En la zona técnica encontramos como recambios a Solana, Maqueda, Paco Llorente, Hugo Sánchez o Aragón, entre otros.

Un partido de altos vuelos

El encuentro arranca como si de una final de la Copa de Europa se tratase. Como si les fuera la vida en ello. El esférico rodaba por el verde muy trabado y ambos equipos hacían gala de garra, coraje e intensidad para dominar la batuta del juego.

El Real Madrid de 1991 contaba leyendas como Buyo, Milla, Michel, Sanchís, Hierro o Hugo Sánchez

Un encuentro que se estaba tornando como de ida y vuelta. Un auténtico partido de tenis traído al arte futbolístico, donde se sustituyen raquetas por botas y espinilleras. El partido se caracterizaría por la igualdad, sin un dominador claro.

Osasuna impone su estilo

Así, el luminoso y la megafonía del estadio no tardarían en anunciar el primer gol del encuentro, esta vez a favor del Real Madrid. Tras una jugada a balón parado errada por Osasuna en el área merengue, el balón fue despejado con potencia hacia campo rival y Casteñeda controló el cuero en defensa para cederlo a su compañero y meta Roberto. La mala suerte se apoderó del central en la cesión y Butragueño, que venía como un auténtico ciclón, ha terminado aprovechando la situación y enviando el balón al fondo de las mallas. El 15º gol del 'Buitre' en el campeonato de liga de 1990/1991.

Butragueño disputando un partido con el Real Madrid. | FOTO: Realmadrid.com
Butragueño disputando un partido con el Real Madrid. | FOTO: Realmadrid.com

Dos goles de Osasuna en 24 minutos

Todo parecía ponerse de cara para un Real Madrid que en el minuto 11 ya ganaba por 1-0 en el luminoso. Pero el destino, caprichoso donde los hallá, premió el buen hacer futbolístico del Osasuna durante la primera mitad de la contienda. Primero, un gol a balón parado de Larraínzar I a pase de falta de Martín González en el minuto 17 de partido. Y posteriormente, al borde del descanso, tras otro error defensivo merengue en el que una internada rojilla de Bustingorri por banda izquierda no fue detenida, y terminó con un lanzamiento que el propio Buyo no logró blocar de manera fulminante. Algo que permitió a Ciganda disparar a puerta vacia y consumar la remontada colocando el 2-1 en el marcador al descanso.

Los blancos arrinconan y los rojillos golpean

La segunda parte del encuentro comenzó con un guión totalmente opuesto al de la primera, donde los errores defensivos pusieron en serios apuros a la figura de un histórico Paco Buyo. Así, el Real Madrid cambió su planteamiento y avanzó líneas con el objetivo de realizar un juego notablemente técnico y ofensivo. El empate no tenía lugar en las previsiones de los madridistas.

Paco Buyo durante un encuentro con el Real Madrid. | FOTO: Realmadrid.com
Paco Buyo durante un encuentro con el Real Madrid. | FOTO: Realmadrid.com

Con el 2-1 en el marcador, el conjunto blanco decidió enviar a todos sus efectivos al ataque, llegando incluso a retirar del campo a un defensa (Tendillo) por un delantero (Paco Llorente). Una estrategia que acoso la meta de Roberto en incontables ocasiones, pero que permitió a Osasuna encontrar mayor espacios en la elaboración del juego ofensivo rojillo. Un aspecto en el que Buyo se erigió como héroe del madridismo ejerciendo como un auténtico muro que detenía las embestidas pamplonesas.

El Real Madrid se fue arriba pero Osasuna ganaba por 3-1 en el minuto 54 de partido

Sin embargo, nuevamente Osasuna logró aprovechar la pasividad defensiva blanca para setenciar aparentemente el encuentro. Cholo realizó una meritoria jugada individual para lanzar un cañonazo desde la frontal del área y enviar el balón al fondo de la red. El inesperado 3-1 campeaba en el marcador en el minuto 54 de partido.

¡Todos al ataque!

Los errores defensivos estaban a la órden del día en ambas escuadras. Pero en el ecuador de la segunda parte llegó nuevamente el turno de Osasuna. Su defensa Martín Domínguez, intentando despejar un centro merengue en plano área local, realizó una jugada que podría ser firmada por el mismísimo Maradona. Una cesión por altó a su propio portero, casi una vaselina, que terminaría colandose en la portería rojilla y colocando el 3-2 en el luminoso.

Villarroya en septiembre de 1991 durante un encuentro con el Real Madrid. | FOTO: Juha Tamminen.
Villarroya en septiembre de 1991 durante un encuentro con el Real Madrid. | FOTO: Juha Tamminen.

Las esperanzas estaban más vivas que nunca para un Real Madrid que asedió con todo su arsenal la meta de Roberto. Ocasiones de todos los colores que llovían del cielo como si de un bombardeo bélico se tratará. Finalmente, sobre la bocina, la insistencia tuvo premio en el minuto 90 con un centro de michel y un testarazo fulminante de Fernando Hierro.

Tablas en el marcador y un partido para el recuerdo de los aficionados al fútbol. Una muestra de fútbol vintage de la época de finales de siglo XX que enamora a los más clásicos.