La Sociedad Deportiva Eibar hizo historia hace tres años. Un ascenso le permitió disfrutar a Ipurúa del mejor fútbol europeo. Sus humildes instalaciones, que recuerdan al fútbol clásico donde lo importante era el verde y no el aspecto exterior, conviven hoy en día con el paso de multimillonarios personajes por el estadio de Guipúzcoa. En estas tres temporadas el Eibar ha hecho algo más que disfrutar; ha plantado cara. Un buen ejemplo es el Granada, que no conoce lo que es ganar ante los vascos. 

El primer enfrentamiento entre ambos se produjo tras el ascenso de los vascos. Un Eibar ya aclimatado en la Primera División recibió al conjunto nazarí sin poder pasar del empate a uno. Ese año los dos conjuntos finalizarían sin conocer que es ganarle al contrario: Los Cármenes tuvo que aguantar un empate a cero que no supo a nada. 
Tras el descenso administrativo del Elche CF, los armeros aprovecharían una segunda oportunidad para asentarse en la élite del fútbol español. Fue precisamente en la jornada inicial del campeonato donde la primera victoria ante el Granada llegaría. Un contundente tres a uno valió para empezar con buen pie el campeonato. El partido de vuelta significaría una nueva debacle para los nazaríes. Dos dobletes, uno de Enrich y otro de Bastón, sumados al tanto de Inui vapulearon a los visitantes. El choque fue un gran símbolo de la escasa importancia que tiene el número de temporadas disputadas en Primera. El trabajo se sobrepuso al nombre

En el último cruce, Mendilibar ganó a Paco Jémez de la forma más dolorosa posible. Pedro León adelantó al bando visitante que respondió con la entrada al campo y el gol de Kravets. El ucraniano hizo creer a la afición que la remontada era posible, hasta que Enrich dijo basta. Una veloz recuperación en la medular y un pase adelantado al delantero permitieron sentenciar el partido en el último suspiro. 

No cabe duda de que el claro vencedor de esta efímera pero intensa historia es el Eibar. Tres victorias, dos empates y ninguna derrota, además de la corta cifra de tres goles encajados son la prueba de que el triunfo es más que probable en el próximo partido. Esta temporada, ambos equipos componen una antítesis en cuanto a resultados. El Granada está inmerso en la incertidumbre del descenso a la vez que su próximo rival disfruta de la comodidad de la zona media de la tabla. Mendilibar hasta puede permitirse el lujo de soñar con Europa

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