Fue un partido extraño. De los que no suele haber, y que es cuánto menos sorprendente. Un encuentro de expectación mundial: El Madrid de la Quinta del Buitre contra el Nápoles de Maradona, en aquellos momentos el mejor futbolista del planeta.

El partido de dieciseisavos de final se disputó a puerta cerrada debido a que la UEFA sancionó al Real Madrid por el incidente ocurrido con el Bayern de Múnich en la temporada 1986-87. En la ida de la eliminatoria Juanito le pisó la cabeza a Lothar Matthaeus. Después, en la vuelta, la afición merengue cargó contra el guardameta del Bayern Jean Marie Pfaff lanzándole elementos desde la grada. La UEFA estudió el caso y finalmente decidió clausurar el Santiago Bernabéu.

El 16 de septiembre de 1987 el Madrid recibía al Nápoles sin su afición. Sería el primer, y único partido de esa sanción en el Bernabéu que se jugaría a puerta cerrada. El otro se jugó a más de 300 kilómetros, en el Luis Casanova (actual Mestalla). Finalmente el encuentro finalizó con victoria del conjunto de Leo Beenhakker (2-0) con tantos de Michel y Tendillo. 

Con este resultado los blancos llegaban a Italia con cierta comodidad. La vuelta se disputó en San Paolo, dónde ningún equipo fue capaz de conseguir la victoria. El Nápoles se adelantó en el marcador con gol de Francini, pero más tarde Butragueño puso el empate a uno definitivo que noqueaba por completo al cuadro italiano.

Ahora, treinta años más tarde, el Bernabéu recibirá de nuevo la visita del Napoli. El conjunto de Maurizio Sarri está en racha, y es que ya lleva sin perder un partido en la Serie A desde el mes de octubre (ante la Juventus). Ocupa la tercera posición, a dos puntos de la Roma, y a nueve de los 'bianconeros'.