El pasado jueves la junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid otorgó luz verde al Real Madrid para llevar a cabo la ampliación del Estadio Santiago Bernabéu de forma casi definitiva. Una remodelación estructural que hará que la parroquia blanca pueda crecer hasta 12 metros más de altura, repercutiendo económicamente en las arcas del club blanco en un gasto de 400 millones de euros, siendo también responsabilidad del Real Madrid la de afrontar los 13 millones de euros en gasto de inversión en el entorno público de los aledaños del coliseo merengue.
400 millones de euros inversión en terreno privado y 13 en ámbito público
El propio Ayuntamiento de Madrid, con Jose Manuel Calvo, concejal de urbanismo a la cabeza, instó al club blanco a que presente un plan de movilidad con el objetivo de obtener las licencias necesarias para dar comienzo a la remodelación. Unas obras aparentemente previstas para iniciarse entre los veranos de 2018 y 2019, pero que este mismo periodo estival (mayo) podrían vislumbrar las primeras reformas. Algo que desde el máximo organismo de gobierno en la capital, se percibe como “un proyecto muy positivo para el propio barrio”.
Un proyecto de magnitudes estratosféricas
La reestructuración externa repercutirá en un total de casi 90.000 metros cuadrados privados y 37.000 de carácter público de la capital española. El nuevo plan incluye el añadido de una novedosa cubierta retráctil en la cima del estadio; una plaza de 1.000 metros cuadrados enfrente del estadio (Paseo de la Castellana), que actualmente es utilizada como aparcamiento público; así como una gran plaza pública peatonal entorno al coliseo merengue, conseguida con el derribo del centro comercial La Esquina del Bernabéu, con el objetivo de “terminar con el desorden producido en días de partido”.
Aunque con este proyecto el Real Madrid quiere entrar por la puerta grande en la nueva era del fútbol moderno; compitiendo con estadios de talla internacional como el Allianz Arena (Bayern Munich) o los nacionales RCDE Stadium (Espanyol), Nuevo San Mamés o Wanda Metropolitano (Atlético de Madrid). El conjunto blanco renunciará a ampliar el estadio de su hogar, cifrado para 81.040 espectadores.