Tan solo tres partidos ha necesitado Mikel Vesga para meterse en el bolsillo a toda la parroquia de El Molinón y es que, desde su debut ante el Deportivo Alavés, el rendimiento del joven mediocampista no ha parado de crecer. Ante el Leganés ya dejó muestras de su categoría con el balón en los pies, pero la confirmación definitiva no llegaría hasta el choque frente al Atlético de Madrid. Su espectacular encuentro no ha pasado desapercibido y muchos ven en el vitoriano el organizador que el Sporting ha estado buscando en las últimas temporadas. Una lástima que solo vaya a vestir la rojiblanca unos meses…

Exhibición con sello de Lezama

Todo un recital de visión de juego el que dio Vesga el pasado sábado. Pases en corto, desplazamientos en largo, robos de balón, altísima intensidad y una lectura del juego envidiable, que han permitido al Sporting alcanzar el más alto nivel de juego de toda la campaña a pesar de la derrota. Perfectamente adaptado a la filosofía Rubi, jugó un partido de diez durante los casi 80 minutos que le duró la batería, se comió literalmente a Gabi y a Koke, y a punto estuvo de amargarle la tarde al Cholo Simeone. Solo la entrada de jugadores de refresco en el centro del campo madrileño pudo frenar el show protagonizado por un Vesga que, hasta la aparición estelar de Gameiro, fue el mejor futbolista sobre el césped.

Vesga trata de arrebatarle la posesión a Thomas (Imagen: laliga.es)

Complemento ideal para Sergio

Por si esto fuera poco, la corpulencia y el trabajo físico de Vesga liberan, en parte, la labor defensiva de Sergio Álvarez. El avilesino ya no se ve tan forzado a mantener la posición y puede incorporarse al ataque con peligro, como ha demostrado el pasado fin de semana. Aún así, el canterano sportinguista fue el jugador que más kilómetros recorrió ante el Atlético, algo más de 12, demostrando una vez más su compromiso con el equipo. La segunda posición de este particular pódium la ocupó Douglas Pereira, que cuajó además un gran encuentro, y el bronce fue para el omnipresente Mikel Vesga.