El Espanyol B ha conseguido una victoria de prestigio contra el Prat, uno de los rivales directos de los periquitos en la carrera para salvar la categoría. El filial blanquiazul encajó el primer golpe pero supo mantenerse vivo y encadenó tres goles que valen seis puntos.

El encuentro estuvo marcado por las constantes faltas y parones en el juego. El Prat esperava atrás mientras que el conjunto blanquiazul quería proponer, sin éxito, algo más elaborado. Sin embargo, los visitantes fueron los primeros que se pusieron por delante gracias a Poves, que no perdonó delante de Andrés en una segunda oportunidad.

El plan de los potablava surtió efecto y al Espanyol B le tocó correr. La zaga visitante tampoco aguantó demasiado las acometidas locales y al poco tiempo, tras una gran jugada colectiva, Bermejo sirvió un buen pase a Rufo para batir al portero pratense. El delantero espanyolista aguantó la salida de Toni y definió con maestría.

El gol reforzó el juego del conjunto barcelonés. El centro del campo local se puso las pilas y empezó a carburar. Marc Roca, Álex López y Óscar Melendo unieron fuerzas para mover al equipo hacia la portería rival mientras que Antonio Cristian Glauder, situado en el lateral izquierdo de forma sorprendente, no tuvo excesivos problemas.

Melendo fue el protagonista de una de las jugadas más destacadas del partido: el pequeño centrocampista agarró el balón en campo periquito y realizó un eléctrico slálom para plantarse en el área potablava, donde cayó de bruces tras ser perseguido por medio equipo rival. El colegiado no señaló penalti.

Ya entrada la segunda parte, y con Borja Martínez en la sala de máquinas, el Espanyol B consiguió certificar la remontada. El centrocampista albaceteño sirvió un córner que fue cabeceado por Glauder, que entró con todo para asestar un potente testarazo al balón. El central andaluz consiguió marcar su primer gol con la elástica periquita desde que llegó a la plantilla la temporada pasada.

El último gol periquito lo consiguió Bermejo, que ya lo había intentado con una gran vaselina que se marchó un poco alta tras dar en el travesaño. El ariete espanyolista, que ya ha encontrado su ritmo goleador, aprovechó un tremendo error de Lario a la hora de lanzar una falta en su propio campo.

El canterano atrapó el balón y salió como una centella hacia la portería de Toni aguantando las embestidas de los dos centrales, que llegaron algo ahogados, para sentenciar el encuentro y poner algo de distancia con el descenso.